Ayer nos quedamos recién levantados de la siesta (los que la durmieron) y de la merienda, a base de buena compañía, rico cafelito y
galletas exquisitas.

Para aprovechar la tarde nos fuimos a visitar la clínica de Mr X, que como no me ha quedado claro si tengo licencia para dar el nombre, mejor me lo callo. ¡¡¡Vaya cosa chula de clínica!!!! No sabéis cómo lo pasó el pollito y la menda lerenda, con lo que a mi me gusta un bicho.
Dos loros hacen de recepcionista y Mo consiguió que uno de ellos se posara en el brazo de David.
Pero lo mejor no esperaba dentro...una serpiente bola, se llama así porque se enrosca cuando tiene miedo. Pues esta pobre tenía que estar acojonaita. Cómo pesaba la tía...parecía una ensaimada. David que siempre quiere cogerlas pero que no quiere le le chupen con su lengua, encontró en ella el individuo perfecto para resarcirse porque no sabía donde meter la cabeza. A mi me seduce cada vez más sentir ese tacto especial que tienen y la verdad, tampoco dejo pasar la oportunidad de hacerlo. Nuestra Terapeuta se atrevió también, aunque quizás ella estaba todavía más acojonaita que la propia serpiente. ¿O no Terapeuta?

Y las tortugas...una de la misma especie que Mara, la nuestra. Con 35 años...madre mia, ¡que grande! y David que se pasa el día: Cuando Mara se muera vamos a comprar un gato, porque a mi me gustan mucho los gatos, y otro día...cuando Mara se muera vamos a comprar una tortuga como esta así de chiquitita. No sabe el porbre que además de la hipoteca va a heredar una tortuga O_O
La chiquitita en cuestión era muuuuuuy chiquitita, un bebé por lo visto, pero la pobre había nacido cieguita :(
También vimos la radiografía de una de las tortugas que tenía cuatro huevos dentro. La de cosas interesantes que nos explicaron Mo y Mr X y la de anécdotas curiosas.
Allí estaban los animales ingresados y aprovechamos para darle de comer a una cotorra. Entre Peque y mi pollo se dedicaron a cebarla a base de jeringazos de papilla. La pobre, embuchaita la dejaron, pero ellos lo disfrutaron de lo lindo.
De vuelta a casa, porque así nos hacían sentir, en casa y después de una cena a base de un buen picoteo y de una pizza deliciosa, teníamos toooooda la voluntad de quedarnos a rajar, pero caímos cao y ya no hubo personas hasta la mañana siguiente que habíamos quedado con las hermanas de El Taller de Mir.

Qué alegría me dio cuando Eli me levantó la mano desde lejos. Que ganitas tenía de abrazarla. Es más linda. Ella y Mir tienen una relación envidiable, que dejan ver desde sus blogs.
Con ellas fuimos subiendo hasta "la cima" de el Parque Güell por una ruta totalmente distinta a la que yo conocía, alejada del turismo. Los enanos intrépidos totales se atrevieron a hacer el tonto escalando una pared.
La maravillosa sorpresa del parque fue un grupo de música divertido, original, apasionado, autentico. Mo y yo compramos su cd, que por cierto aún no he comprobado si funciona. Qué buen rollo trasmitían estos chicos.
Aquí vino el momento triste de la jornada, porque tocaba despedir a nuestra Terapeuta. Pobre mia, que después de darse el machaque de llegar arriba, se tuvo que volver en 3 minutos. Porque si, muy bonito el Parque Güell, pero en Sevilla no hay cuestas y tengo todavía los gemelos cargadísimos, ay! a base de ibuprofenos estoy. Mi Terapeuta, de aquí a nada te quiero ver en Sevilla, con tu medio limón por supuesto.
Ay! qué cosas más dulce mi Terapeuta.
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Sólo falta mi adorada Terapeuta :( |
Saliendo ya del parque nos topamos con un hombre estatua. Es increíble el pavor que siente David hacia ellos. Y mira que sabe que es un hombre disfrazado, que cuando le echas dinerito se mueve, pero nada, ataque de pánico intentando huir y cuando lo pillamos y conseguimos abrazar y que esconda la cabeza en nuestro hombro, no os podéis imaginar cómo tiembla llorando con el corazón encogido. Un trauma que tiene mi niño, pobre. Pero las pompas gigantes que vimos a continuación...indescriptibles. Si no habéis pasado por
la crónica de Mo, hacedlo y disfrutar de esa maravilla de colores.
Comimos la mar de a gusto por el barrio de Gracia, con David dormido en un banco de bar y Peque, que es más bueno que nada, casi sin que se notara que estaba allí, pero ya empezaba a desesperar y la sobremesa la continuamos en casa de nuestros maravillosos anfitriones, degustando
las galletas de Eli y hablando de amigos comunes, de lo divino y lo humano, de la maternidad y de todo lo que se rodeó. Y ahí ya vino el momento triste total de tener que decir hasta luego, que no adios, porque nos volveremos a ver, mejor pronto que tarde.
Y de vuelta al aeropuerto tal y como llegamos. En la "cuasilimusina" conducida por el apuesto chófer. Y FIN
(aunque no es cierto, tengo otra entrada en mente, pero eso será para la próxima semana, que ahora me toca sobrecargaros de Árbol de los Chupetes)
Y en plan libro...AGRADECIMIENTOS
A Mo y Mr X, por acogernos de tal forma que nos hicieron sentir en casa,
a nuestra Terapeuta Temprana, por dejarse convencer para asistir al evento, por ser tan dulce
a mi Eli, por ser tan como es, tan auténtica
a Mir, porque seguro que tiene mucho que ver en que su hermana sea como es, te envidio Miriam Aguilar
por supuesto también, como no, a las organizadoras del Blogger & Family, porque sin esa idea loca que tuvieron un día en twitter, este fin de semana de amistad y disfrute quizás no se habría producido.
Pd: No se si el niño, al final será hetero u homosexual, la verdad me importa un pimiento mientras sea feliz, pero al menos por ahora tiene un buen gusto...Mamá, la Terapeuta es muy guapa. jajajajajaja lo se, díselo. No, díselo tu que me da vergüenza jajajajaja y de Eli, no se separaba ni a sol ni a sombra, Porque hay algunos años de diferencia que si no...porque me parecen unas nueras estupendísimas.