El dentista, el ginecólogo, no tengo ni idea porqué tanta cosa con esos dos especialistas médicos. El ginecólogo como que no, pero al dentista el pollito quería ir. Será porque había visto a Calliou y a Pepa Pig con George, será porque su amiga Abril va o será porque le molesta un poco una muela...
Un día escuchó una llamada de teléfono y a nosotros nombrar la palabra vacuna...se puso a llorar histérico porque no quería ir dentro de un mes a vacunarse. El mes entero se lo llevó penando a cuenta de la vacuna. Estaba claro que no le diríamos nada, sería una sorpresa ¡yuju!
Una tarde, un paseo...vamos a dar una vuelta en metro. No preguntó a donde y si preguntaba...ahhhhh, era una sorpresa, a ver a un amigo. Porque si, el dentista es un amigo, padre de unos amigos y esposo de una amiga.
En fin, todo bien hasta que llegamos a la consulta y ya algo se olió, porque sí, las consultas dentales huelen. Ni porque vió quien era el dentista, que le cae superbien, ni porque Nacho, que así se llama el susodicho se puso un pijama de Scooby Doo (¿lo estáis visualizando? calvo y con un pijama de muñequitos, pues ni por esas). Menos mal que con la cháchara y las alusiones a los dibujos animados que ven ambos se le fué pasando el disgusto y ya se quedó sentadito en el sillón cogido de mi mano, abriendo su boca para que le contara los dientes.
A ver, abre la boca que te voy a contar los dientes, que los pollos no tienen y si tu madre es una gallina tu tienes que ser un pollo.
¡¡Que tiene 8!! dice mi gallo
Un, dos, tres... 22 (22, 22, 22, 22, 22 se me viene a mi a la mente inmortalizado por el Duo Sacapuntas)
¿Le habéis dado chupete con miel o azúcar? No ¿Ha usado chupete? No ¿Le habéis dado biberones de zumo? No ¿Come muchas chuches? No ¡¡¡que no!!!!!...Preguntas de rigor
Y da comienzo una clase magistral que hasta a mi consigue mantener callada.
Total, que el pollito tiene caries en un par de muelas y en las paletas, porque su esmalte es una mierdecilla, peeeero es un defecto de fábrica, que le vamos a hacer, perfecto no podía ser. Lo bueno, es que por ahora no hay que hacer nada, revisarlo dentro de 6 meses si es que antes no tenemos que llevarlo porque le duela.
Los argumentos: si no le duele ¿qué mal hacen unas caries en unos dientes que se le van a caer en un par de años? y lo más importante y hace que Nacho desde YA tenga tooooodo mi respeto y mi cariño eterno...¿para que hacer sufrir al chiquillo de forma innecesaria por un empaste a costa de dejarlo "marcado" para siempre con el miedo al dentista? No vale la pena pagar un precio tan alto. ¡Ole ahí esos profesionales que miran por el bienestar integral del niño y no por sangrar a los padres!!
Le enseñó jugando el instrumental que usará otro día. A saber: el algodón con piña, el mosquito dormilón, zzzzzzzzzhhhhhhhh pin! ¡te picó!, la moto y la moto rápida, ¡ahí acelarando! y el chupóptero que maneja como nadie Maria José, alias la PDA y la plastilina de plata de la que cagó la rata (lo de la cursiva es de mi cosecha, pero queda superbien, así que Nacho, cuando leas esto ¡apréndetelo!). Mientras, yo, en mi versión de madre, no reía a carcajadas por respeto a mi pobre niño, que a ratos se apucheraba a y ratos se desternillaba. Mi Gallo como es muy serio, mantiene la compostura la mar de bien.
Y de regalo un guante gallina ¡hombre por dios! ¿cómo si no? Y el pollito más contento que unas castañuelas cantando ¡¡¡Volverrrrrrr!!! ¡Con los dientes picados y los ojos hinchados de taaantoooo lloooorarrrrrr!
Desde entonces, ya no juega a los médicos en casa, ahora juega al dentista, y nos da golpecitos en cada diente con su espejito y leches, hay algunos que me duelen un huevo, tendré que pedirme cita :/
Doctor DON Ignacio López Villarino, alias Nacho, el marido de Marga
C/ Puerto Piqueras 1, 1ºB. Sevilla (Donde Cristo perdió el mechero pero junto a una parada de metro)
954648025 (Os cojerá el teléfono la PDA, le decís que vais de mi parte, que ya me tiene fichada)