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28 de noviembre de 2014

Hoy leemos 14 libros de pingüinos



La inspiración para este recopilatorio de libros con pingüinos como protagonistas llegó de este vídeo que hizo que se viniera a mi mente Perdido y encontrado, el libro de Oliver Jeffers. Una amiga en facebook me apuntó una historia similiar Mi pingüino Osvaldo.

El vídeo me ha gustado tanto, tanto, que quiero dejarlo aquí guardado, bien rodeado de libros infantiles y de la preciosa ilustración que me ha cedido Mi Verde Olivia.

Comencemos por las lecturas (14+1 porque he añadido el que nos recomendaba Mo en los comentarios) 

Mi pingüino Osvaldo  (No dejes de escuchar el cuento en el enlace)

Perdido y encontrado  (La historia de amistad entre un niño y un pingüino perdido)*

Arriba y abajo  (Una nueva historia de estos amigos) *

El pingüino Pedro  (5 libros protagoniza este pequeño pingüino) *

Tres con tango (Una pareja de pinguinos macho que crian un polluelo. Respeto, familia, adopción) *

Pingüino  (Carga expresiva en las ilustraciones) *

Agustina se muda al Polo Norte   (Miedo, emigración e integración, obras de arte) *

El pingüino Taky  (Las diferencias que nos hacen únicos) *

Madrechillona  (Del arrepentimiento de una madre. Enlace al vídeo de Youtube) *

El pingüino que quería saber  (Del huevo a la edad adulta. El aprendizaje vital en el Polo Sur)

El pingüino adivino  (Más que adivino, sabio)

Pequeños pingüinos  (Para aprender a contar)

El pingüino Marcelino de color azul marino (Lo que le hace distinto, le hace especial) 

Diecisiete cuentos y dos pingüinos  (17 historias salidas de las conversaciones de dos pingüinos sobre lo humano y lo divino)

Solo (la historia con final feliz de un pingüino que por circunstancias se queda solo, como su nombre)

Y ahora...dentro vídeo



Espero que os haya gustado tanto como a mi


* Todos los marcados se recogen en el artículo 8 libros con pingüinos protagonistas, donde se puede leer un poco más de cada uno de ellos.

26 de noviembre de 2014

Bola Elmer. Hecho en familia con mucho love

Cada año, la empresa en la trabaja mi madre organiza algún concurso de cara a la Navidad. Los regalos son suculentos: Para el ganador un viaje a Disneyland Paris para cuatro personas, tres días en media pensión de primer premio y para otros tres, estancias rurales de un fin de semana para cuatro personas. Nada mal ¿verdad?

Con esa tendencia a pensar que es imposible, que eso está dado de antemano, que son un porrón de empleados y que mi madre no echa mucha cuenta de esas cosas nunca habíamos participado. Este año sin embargo pidió el material para hacerlo. 

"Este año decora la navidad con tu ilusión" ponía el paquete. ¡¡Un DIY!!. Dentro un par de bolas de porexpan, sus lazos y ganchitos y las instrucciones para participar. Teníamos que decorar las bolas en familia. Nos orientaban con algunos ejemplos, instándonos a echar mano de nuestra creatividad para decorarlas.
Una de las dos debíamos devolverla para entrar en el concurso, la otra sería para disfrutarla en nuestro árbol. Molaba la propuesta, la verdad, aunque sólo fuera por el rato haciéndola juntos y por la ilusión de poder remotamente ganar el concurso. 

Allí nos pusimos mano a la obra todos en casa. Una bola navideña al más puro estilo Elmer, que desde que nos acompaña en la cama en forma de cojín estamos imbuidos de su espíritu.

Aquí os la enseño, por si queréis pasar un rato en familia decorando vuestra bola con mucho love.

Trocitos de goma eva clavados en la bola de porexpan con alfileres. Colocados sin orden ni concierto. Más fácil imposible.

Hoy, precisamente hoy, que mi madre no ha ido a trabajar, publican los ganadores. No tenemos ninguna esperanza en realidad. Las 200 mejores entraban en un sorteo, así que es muy improbable que tengamos suerte, pero ¿os imagináis que mañana nos enteremos que hemos ganado?

Sigamos soñando un día más. La ilusión es lo último que se pierde.

24 de noviembre de 2014

Más tiempo seguiría siendo insuficiente

¿Conoces esa sensación de empezar el lunes más cansada y estresada que terminaste el viernes? Esa sensación de ir a trancas y barrancas todo el día, todos los días, intentando ir apagando fuegos, pensando: bueno, el próximo fin de semana me pongo al día, bueno, la semana que viene será distinta, tendrá más tiempo. 

La agenda del fin de semana que viene ya está completa, y la del otro también. Entre semana la cosa no mejora entre quehaceres diarios y extraordinarios. 

No me quejo, ojo. Sólo es que me gustaría tener más tiempo. Más tiempo para hacer más cosas, todo lo que dejo por hacer. Esas cosas que no son necesarias pero que me gustan, que me llenan, que me hacen sentir bien y que termino haciendo arañando tiempo aquí y allí a lo que verdaderamente se importantes. Pero ¿que le voy a hacer? Lo necesito, si no, no soy feliz y se trata de eso, de intentar encontrar el equilibrio para serlo, aunque sea a costa de vivir intentado llegar a todo y a nada, paradójicamente restando así puntos a esa felicidad buscada y casi plenamente encontrada, todo hay que decirlo.

Así que no, no me quejo. Lo mismo de aquí a dos semanas tendré más tiempo, aunque auguro que no será así y la verdad, tampoco es tan importante mientras pueda seguir viviendo más o menos en esta felicidad equilibrada. Al fin y al cabo, me siento afortunada.

Imagen Mariví Fuentes


21 de noviembre de 2014

Hoy leemos Blobló

Blobló de Kalandraka, libros para soñar. Efectivamente este es un libro para soñar y de sueños habla. Del sueño de un niño a través de su mono de peluche blobló. 

Es un sueño de invierno. Comenzamos en la cama, al abrigo de las mantas, bien calentitos. Cuesta trabajo despertarse y es ahí, en ese estado de duermela donde se suceden los mejores sueños, donde el pequeño mono Blobló toma vida, se calza las zapatillas rojas de su amigo y sale de casa para emprender una aventura.

Así caminaba Blobló, sin importarle que el camino fuera pedregoso o que estuviera lleno de hojarasca. Salió del pueblo y se adentró en el bosque silencioso. Monte arriba se cruzó con ovejas y caballos. En el bosque terminó el camino y allí una haya centenaria llamó a su corazoncito. Abrazado por sus sus raíces, bajo una manta de hojas se quedó dormido y soñó con una dama vestida de blanco que llenaba de blanco todo lo que tocaba...

Me ha parecido mágico esta historia. Su delicadeza, su forma de transmitir sensaciones, de hacernos meter en el sueño y soñar de la mamo de Blobló...el silencio del bosque, la soledad de la montaña, la caricia de las hojas del haya, la nieve...un sueño de nieve.

No hay nada más apetecible con el frío que quedarse calentitos en la cama, saboreando historias. Por esas conexiones invierno-frio, se me vinieron a la mente otros "Libros de invierno", como:
Frederick
Ovejita dame lana
Sueños de nieve
Pomelo es elefantástico

En ese mismo sentido, Las Bibliotecas públicas nos recomiendan un montón de buenas Lecturas bajo la manta.

Así que aunque el invierno aún no haya llegado, este fin de semana, mantita, chocolate caliente y libros...a disfrutar




19 de noviembre de 2014

Cojín Elmer by Ikea & me

Gracias Ikea me lo has puesto en bandeja. ¿Qué puedes hacer con una funda cuadrada de almohada que no necesitas y que está llena de cuadrados de colores? Es obvio, la funda nórdica nueva del pollito es tan Elmer que no hay ni qué pensarlo. Sale sólo, cae por su propio peso, un cojín Elmer.

Me pasa con estas cosas que pienso que hacer un cojín es algo tan básico que no necesita explicación. Este es el caso ¿Quién no va a saber cómo hacer un cojín Elmer? Pues lo mismo alguien que no haya tenido a una abuela, una madre, una tía que cosiera. Alguien que comprara la máquina de coser porque estaba de moda pero que nunca la ha estrenado, alguien tan joven que es la primera vez que le va a meter mano a un trozo de tela, quizás tu misma, tu mismo. ¡Yo que se!

Así que vamos a hacer como si fuera difícil y vamos a explicarlo paso a paso (más o menos).

One...sacar la silueta de Elmer. Hay montones de dibujos en google, con la trompa para arriba, para abajo, con cuatro patas. Yo opté por usar este eliminado las patas traseras. 
Due...escalar la silueta al tamaño del cojín. Puedes llevarlo a la imprenta o puedes, como yo, usar el dibujo pequeño como modelo para dibujarlo a lo grande. 
Trois...Volver el cojín y marcar la silueta con jaboncillo sobre el reverso de la tela. Esto de la mano alzada tiene que rectificas mil veces, así que para no liarme me gusta repasar el dibujo final con rotulador ¡sacrilegio!
Cuatro...Echar el pespunte a la máquina por la marca de rotulador, más o menos ;). Recuerda deja sin coser una parte para rellenar el cojín.
Mi pequeño ayudante

Five...Cortar dejando aproximadamente medio centímetro alrededor del pespunte. Ya va cogiendo forma

Six...Coser con un pespunte en zigzag todo el perímetro (menos lo que dejaste sin coser para rellenar, claro está)

Sette...Darle la vuelta sobre si misma a la tela. Para que las esquinas queden bien rectas ayúdate usando un boli ¡sin tinta!
Eight...Cose el ojo. Puedes hacerlo como con pintura de tela como expliqué en el tutorial Camisetas únicas by tu peque.

Nueve...Rellena con trocitos de goma espuma. Puedes encontrar relleno en las tiendas de telas y tapicerías u optar por la vía rápida y sencilla, comprar un cojín cualquiera en el chino de la esquina y usar su relleno para tu cojín. Balato, balato (Ando muy influenciada por la lectura de El Pirata Garrapata, así que peldón).
Dix...Une las telas del hueco por el que has rellenado en cojín con alfileres y después cose a mano o a máquina. A mi ya, con el cojín bien gordo, me resulta más cómodo hacerlo a mano. 

A voila, aquí está nuestro cojín Elmer, el primer trabajo de costura en el que ha intervenido el pollito, al que ha debido gustarle la experiencia porque ha pedido para reyes una máquina de coser ;)


Espero que os haya gustado. Si tenéis alguna duda ya sabéis por donde ando, a vuestra disposición. 


17 de noviembre de 2014

El primer Te Quiero

De sopetón nos metimos de lleno en el "amor"

A los pocos meses de entrar en el cole ya tenía un sentimiento hacia una niña, C, su C, su mejor amiga en realidad. Pero había algo más, o eso decían ambos. Era un Amor correspondido. Los dos tan parecidos. Decían que eran novios.
El siguiente curso (4 años) empezaron los "escarceos amorosos": un beso con An en el baño, el tonteo persecutorio del trío (Al, Ar, y So) y las miradas de S. Ella, S, que hasta ahora había sido sólo una amiga más era ahora una posible candidata que le iba restado puntos a C. 

C, con su fuerte personalidad que pasaba totalmente de jugar a los papás, tan fuerte como él, que no necesitaba su ayuda. S, tan dulce y cariñosa siempre, tan dispuesta a dejarlo ser su héroe. Ahí estaba él, entre dos aguas. 

A todos nos gusta sentirnos admirados. A él le gusta oír lo fuerte que es, lo guapos que es, sentirse mimado y dejarse mimar. Todo eso se lo daba S. 

No puede ser más divertido observar estas minirelaciones. Son tan auténticas, tan puras, tan naturales. 

El día que S vino a comer a casa, en la sobremesa se pusieron a ver la tele. En cerocomados, teníamos a S con la cabeza a poyada en el regazo del pollito, él, con su mano apoyada diligentemente sobre su brazo. Purito amor.

Es su amiga, tienen confianza, pero cuando el pollito la ve, no puede evitar sentir vergüencina a la hora de despedirse con un beso. Un rápido y torpe empellón suele ser la despedida.

Le dice S a su madre, que cuando el pollito le da un beso, con esa piel tan suave le entra una cosa así...porque David es tan guapo y tan fuerte...
¿No es bonito eso? 

Todo ese maremagnum de sentimientos culminó una noche en un picnic nocturno, allí sentados a mi lado en una manta, mientras S se arrimaba a él mirándolo con ojos acaramelados le soltó: Te quiero, te quiero. Él se dejaba querer como sin darle importancia, pero por sus gestos por su postura, estaba más gordo que un pavo. 

Yo no podía dejar de sonreír y de maravillarme de las relaciones humanas, de cómo las emociones y los sentimientos están ahí, de cómo también los peques practican, a su forma esto de las relaciones de pareja. 

Días después, pasando C el día con nosotros en casa, pude oir también cómo uno a otro se decían: Te quiero mucho. Me parece tan bonito que expresen sus sentimientos de esa forma tan clara. Con ella allí delante me decía mi niño que no sabía con cual de las dos se casaría porque las quería a las dos y las dos lo querían a él. ¡Ay cariño!¡Cuanta vida te queda por delante! ¡Cuantas C y S se cruzarán en tu camino! No corras tanto mi amor.

Los días pasaron y esa etapa de amoríos infantiles pasó con ellos. Imagino que los sentimientos se fueron aclarando y todo quedó en una bonita amistad. Por mi parte he disfrutado escuchándolo hablar de ellas, observando la evolución de sus sentimientos y de su relación. Una pequeña antesala de lo que será cuando llegue el momento. Que se pare el tiempo.

14 de noviembre de 2014

Hoy leemos Miamor

Lo se, recurrentemente aparece por aquí algún libro de Babette Cole (Los animales me aterrorizan y Estirar la pata), pero me pasa con ella como con los de la editorial Kalandraka, raro es que no me gusten. 
Hoy toca el turno de Miamor editado por Laberinto, un libro tierno donde los haya. No penséis que está mal escrito el título, es que Miamor se llama su protagonista, un perro, mascota de una pareja hasta que llega un bebé a la familia. Seguro que podéis imaginar qué pasa entonces :(

Pues esta es la versión del amor de Miamor, el que siente hacia ese bebé y su forma de demostrarlo, las reacciones de los papás, sin entender que todo lo hace movido por ese sentimiento. 
Da mucho sentimiento observar cómo ha cambiado la posición de Miamor en la familia y como es inútil todo lo que hace para que le presten un poco de atención, hasta que...
Ese es el grueso de la historia, pero hay mucho más detrás de unas pocas líneas, os invito a descubrirlo.

Os hago una propuesta: antes de leérselo a vuestros peques mirad las ilustraciones y os vayan diciendo qué creen que pasa en cada momento. Estoy segura que identificarán que siente cada uno de los personajes en cada momento.


12 de noviembre de 2014

Miércoles Mudo. #Hoyleemos

Cartel=Escribir+imprimir+recortar+pegar


10 de noviembre de 2014

Un mundo marino de plasti con The Handy Books

Peco de hacer las cosas por impulso. Si no hubiera dicho ayer en insta que hoy hablaría de The Handy Books aquí, habría introducido una entrevista, porque cuando iba a empezar a escribir he sentido que poco sabía de las personas que hay detrás de este proyecto y que merecería la pena haberles dado voz. Por suerte puedo hacerlo y lo haré, porque como decía allí, no será la última vez que hable de The Handy Books

Lo que llega a través de su web, su blog y sus redes sociales es creatividad a raudales. Toda ella nos la sirven en bandeja a través de sus libros. 

A casa llegaron dos de los orientados a los niños: Crea tu propio mundo marino y Crea tu propia jungla

En el primero nos proponen hacer un montón de animalillos del mar con plastilina y para ello nos van dando unas instrucciones claritas, claritas. 

Quizás otros niños sean hipercreativos, pero el pollito se ha llevado los últimos cinco años haciendo pasos de semana santa de plastilina, así que que un agente externo le hiciera otras propuestas le veía de perlas. go"

Tras un vistazo al "catálogo" él eligió el tiburón. A mi me había conquistado el mejillón, aunque el cangrejo molaba mil y el pulpito era un amor. 
Lo primero de todo, conseguir los colores. Gris tiburón=Azul+negro+blanco (Nos enseñan las mezclas con sus proporciones y todo). A falta de azul nos apañamos con una mezcla color caca que teníamos en la caja. El resultado ese gris rosáceo tan poco tiburonil, pero ¿y qué?

Para las aletas nos ayudamos con las plantillas que vienen al final del libro. Las instrucciones son tan sencillas, claras y visuales que sin problemas pudo hacer su tiburón mientras yo daba cuenta de mi mejillón y mi cangrejo.  

Y como las normas están para saltárselas, decidió hacer la boca a su manera, con esos morros a lo Carmen de Mairena y los dientes de afilado papel. Le quedó tan horrible como él quería. 
Después de una lucha encarnizada tiburón-mejillón resulta que era el cumple del segundo, así que soplamos las velas. 
Y así pasamos la tarde
No me digáis que no es mono el mejillón.

Las ganas que tengo de ponernos con el pulpo y el erizo, con el pez payaso y la medusa...otro día, otra tarde, más y mejor, que al fin y al cabo, como dicen ellos, el límite es nuestra imaginación

7 de noviembre de 2014

Hoy leemos El estornudo

Por fin llegó el frio y con él los resfriados. Ya hablamos aquí de El moco hace tiempo y ya se sabe que en todo catarros que se precie, los moscos vienen acompañados de estornudos, así que es su turno. 
El estornudo es otro de aquellos libros que descubrí en la biblioteca mientras oía cómo un papá amigo se lo leía a su hija y a otra de las amigas del pollito. Las carcajadas eran tales que la bibliotecaria nos llamó la atención. Ese día se vino para casa.
Me ha parecido un libro peculiar, diferente. Por las ilustraciones y por su planteamiento. 

La portada nos deja ver lo que encontraremos entre sus páginas, el humor absurdo que hacía que E riera a carcajadas. En la primera ilustración nos expone todos los elementos que intervienen en el libro. Un sombrero, un banco, una pelota, una niña, un hombre, un perro, un periódico y una maleta. 
A partir de aquí va planteando preguntas ofreciendo hipótesis en forma de dibujos y escenas graciosísimas. Y es que por absurdo que sea, en un libro todas las opciones son posibles. Sólo tienen que quererlo su autor y su ilustrador (en femenino si son ellas).
Fue un hoy leemos muy sonoro, no podíamos evitar estallar en más y más risas al observar cada escena porque el ritmo del libro va in crescendo hasta llegar a los estornudos.

Después un resumen de la historia con la sucesión de escenas lógicas y aburridas y cuando parece que el libro ha terminado ¡tachán! Tendrás que venir a la biblioteca de mi barrio a descubrirlo, porque dudo que se encuentre en librerías, es del 87 (10 añitos tenía la menda)
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5 de noviembre de 2014

¿Qué hacer un fin de semana largo en Chipiona, cuando no es temporada de playa?

Chipiona, ¿quien de aquí no conoce este pueblo aunque sólo sea de oídas? Quizás hayáis pasado algunos días allí en verano, quizás sea vuestro lugar de vacaciones, el de vuestra infancia. No en vano es una de las "playas de Sevilla". O quizás no, nunca se sabe quién está detrás de la pantalla. 
El fin de semana pasado, aprovechando el buen tiempo y que el lunes no era día lectivo, nos hemos pegado tres días de desconexión y nos han sentado tan bien que me he animado a contaros qué podemos hacer un fin de semana largo (entiéndase con algún día laborable por delante o por detrás) cuando no es temporada de playa. Un poco de lo que hemos hecho y otro poco de lo que nos hubiera gustado hacer.

Llegamos...gloria bendita para aparcar. Qué contraste con el bullicio del verano. 

SÁBADO. A las 12.30 VISITA AL FARO. Puedes comprar previamente las entradas, pero tendrás que recogerlas en la Oficina de Turismo en el Castillito. De camino, un paseo por la Cruz del Mar, observando las gaviotas, echándoles pan o por las Canteras, curioseando la actividad propia de los corrales.

El más alto de España, 320 escalones, ahí es nada.  Interesante la explicación, impresionantes las vistas.

Al bajar y ya que estamos al lado, aprovechemos para comer en el restaurante Las Canteras, un lugar privilegiado donde los haya. Si la marea está alta te parecerá que estás en un barco, las olas te salpican y a poco que prestes atención podrás ver bancos de peces al ladito tuya esperando que le eches el pan que te sobra. Pescados a la brasa fresquísimos, un aliño de corvina que quita el sentido y las mejores patatas fritas que hayas comido en la vida.

Si la climatología lo permite, aunque sea bien abrigado, voto por bajar a la playa de Regla. Pasear, jugar con la arena, escuchar el sonido del mar o echarnos una siesta.

En el Picoco o en Chicuelo (está enfrente y son los mismos), un café, un té, una copa...¡pero pide un dulce! Brownie, tarta de chocolate, tarta de queso...todo está buenísimo. Y allí, tan a gusto, sentados en la terraza la puesta de sol se saborean aún más.

DOMINGO. Un paseo relajado por el muelle deportivo. El crujir de las embarcaciones, los gritos de las gaviotas, parece que se para el tiempo, que se eterniza.

Y después...Sanlucar de Barrameda, que está muy cerquita. Se puede visitar alguna bodega, dar un paseo por el pueblo o cruzar en barco al Coto de Doñana.

A a la hora del tapeo, cuesta decidirse...¿Bajo de Guía o El Cabildo? Si sois un grupillo podéis optar por compartir raciones en los barriles de Casa Bigote. Las torillitas de camarones de Casa Balbino en la plaza del Cabildo son uhmmmm...papas aliñás...otras delicia. Sea como sea, difícil equivocarse, en Sanlúcar se come de categoría.

De postre, un helado del Toni. Artesando y ricos, ricos.

Tarde de domingo y cine, van de la mano. Podéis acortar las horas de la tarde con una peli en el Al-Ándalus, algo habrá que os guste en sus seis salas.

LUNES ( o Viernes, según el caso, lo importante es que sea laborable). Visita al Centro de interpretación de la naturaleza El Camaleón. Un proyecto muy didáctico e interesante para aprender sobre los corrales, las dunas, su flora y su fauna y cómo no, sobre los camelones. La atención al visitante es exquisita. 

Paseito por la pasarela que recorre las dunas hasta la playa. Depende de la época del año, se habrá convertido aquella zona en un humedal, La Laguna, de ahí viene el nombre de la playa, y podréis ver desde los puntos de observación, diferentes aves que hacen un descanso en su migración. 

Hora de comer y esta vez tiramos dirección a Rota para llegar al Prospín. Una venta, un chiringuito...no será el lugar más bonito del mundo pero se come muy requetebien. Cocina tradicional pura y dura. 

Y bueno, quizás ya vaya siendo hora de hacer las maletas y coger rumbo a casa seguro que con energías renovadas para otra temporada.


* No quiero dejar de advertir si en algún momento queréis seguir mis recomendaciones, comprobéis que cuando vayáis a ir los restaurantes/bares estén abiertos (aprovechan el invierno para descansar), lo mismo que la visita al faro, que en invierno restringe mucho su horario y sólo es mediante inscripción previa.