Ojeando mi marido un libro en la biblioteca me comentó que nuestro pollito, según el libro, podía considerarse un niño precoz. No es necesario que lo diga el libro en realidad. Desde que nació ha estado muy adelantado: se sentó solo, se mantuvo de pié, anduvo, comenzó a hablar...muy pronto. Eso no es indicativo de nada, llegará un momento en el que se igualará con los demás niños de su edad, incluso puede que se "quede atrás". No se es más inteligente por ser precoz. Y afortunadamente, antes o después todos, si estamos sanos, llegamos a hacer las mismas cosas.
Sin haber tenido nosotros mucho contactos con otros niños, antes del nuestro, poco podemos valorar más allá de la caída de baba propia al observar los progresos de nuestro vástago, pero otros muchos nos han comentado la gran capacidad de expresarse que tiene nuestro pollito, la cantidad de vocabulario que maneja, lo bien que se explica, que comprende...Me gusta pensar que toda esa capacidad expresiva se debe a las actividades en las que participamos desde muy pequeño.
Me encanta llevar a David a cuenta cuentos, teatros, talleres...Hasta ahora, por su edad, han sido, sobre todo, actividades en las que participábamos como oyentes.
Me resulta curiosa su forma de ser. A pesar de ser un niño tan sociable, tan parlanchín, necesita sentirse siempre seguro, acompañado. En los cuenta cuentos siempre soy yo su sillón, sólo ahora alguna vez, y sólo si está con algún amigo, se sienta gustoso en el suelo con los demás niños. No es algo que me moleste en absoluto, ahí estaremos para acompañarlo siempre que lo necesite, pero tampoco negaré que a veces me gustaría que esos momentos de "independencia" sucedieran más a menudo.
Me resulta curiosa su forma de ser. A pesar de ser un niño tan sociable, tan parlanchín, necesita sentirse siempre seguro, acompañado. En los cuenta cuentos siempre soy yo su sillón, sólo ahora alguna vez, y sólo si está con algún amigo, se sienta gustoso en el suelo con los demás niños. No es algo que me moleste en absoluto, ahí estaremos para acompañarlo siempre que lo necesite, pero tampoco negaré que a veces me gustaría que esos momentos de "independencia" sucedieran más a menudo.
Siento que debo hacerlo así, que debo respetar su ritmo. Cada vez más asistimos a talleres, cuando el me deja me alejo un poco, lo dejo estar y hacer sin mi, interactuar con los demás niños y adultos, cuando me reclama ahí estoy a sólo dos pasos, tres, cuatro, cinco...algún día volará solo, pero no aún.
PD. No juzgo a esa madre. No sé si ese es su forma habitual de comportarse o si venía arrastrando algo. Yo misma, muchas veces, cuando me enfado con el porque me pega y viene a pedirme perdón, siento ganas de decirle ¡no me toques!¡déjame!¡necesito tiempo!. Nunca lo hago, porque siento la pena que le causaría mi rechazo, porque en el fondo sé que con el contacto, con el abrazo, el enfado se esfumará antes. Y ambos lo necesitamos. Pero en esos momentos de desesperación me teletransportaría a la Gran Muralla China
PD. No juzgo a esa madre. No sé si ese es su forma habitual de comportarse o si venía arrastrando algo. Yo misma, muchas veces, cuando me enfado con el porque me pega y viene a pedirme perdón, siento ganas de decirle ¡no me toques!¡déjame!¡necesito tiempo!. Nunca lo hago, porque siento la pena que le causaría mi rechazo, porque en el fondo sé que con el contacto, con el abrazo, el enfado se esfumará antes. Y ambos lo necesitamos. Pero en esos momentos de desesperación me teletransportaría a la Gran Muralla China