Halloween. Nunca me gustó esta fiesta, por eso de que no era "propia" de nuestro país, pero todo se ve distinto cuando tienes niños y cuando para colmo te vuelves asidua a los blogs de esas supermamás que hacen cosas tan chulas.
Tengo mucho contacto con la cultura estadounidense y sé que allí para este día se disfrazan de cualquier cosa, no tiene por qué ser de monia, fantasma, diablo y esas cosas, pero aquí tenemos a la vuelta de la esquina los Carnavales, así que para este día lo que prima son ese tipo de disfraces.
El año pasado me resistí y por llevar la contraria le hice a David un disfraz de "Super David" tranformándole un pijama enterizo la noche antes, con un poco de fieltro para la capa, el cinturón y el emblema. Quedó muy resultón y además barato (pasado el día volvió a ser su superpijama), pero era el único niño que no iba disfrazado de algo "de miedo", así que este año...Si no puedes con tu enemigo únete a él.
Este año tocaba de "Diablo", por supuesto aprovechando cosas que ya teníamos: los pantalones de un chandal, una camiseta y una de mis diademas. Un trozo de tela de forro (la más barata) para las alas y un poco de fieltro para los cuernos y el rabo, creo que todo por menos de 3 € y unas cuantas de puntadas hicieron el resto.
Y aquí el resultado:
Más lucido en la percha, que también ayuda:
También hice "detallitos" de Halloween, con la excusa de una fiesta de cumple a la que nos habían invitado, a la que al final fuimos exactamente cuatro gatos y dos medios, y porque me encanta hacer manualidades y "tonterías" y más con las cosas tan fáciles e ingeniosas que nos descubre internet.
Aquí mi pequeña contribución, arañas y calabazas de chupachups y momias rellenas de chuches.
Aquí mi pequeña contribución, arañas y calabazas de chupachups y momias rellenas de chuches.
No lo niego, me encanta hacer los disfraces y meterme en pequeños líos. Lo próximo Carnavales, el año pasado fué de espantapájaros, a ver qué se me ocurre para este año, os mantendré informados.