Hoy leemos Sueños de nieve

El año pasado por estas fechas navideñas hablaba aquí de uno de los libros que le había traído Papá Noel al pollito, Cuando a Matías le entraron ganas de hacer pipí la noche de Reyes. Después de leerlo cada noche durante un mes, pasadas las navidades lo guardé para este año.

La idea, como proponía Begoña era hacerme con una caja e ir añadiendo un libro cada navidad. El libro ha llegado, la caja no, pero al fin y al cabo no era lo importante.

Me acerqué a una de nuestras librerías de confianza, dedicada sólo a los enanos y para mi sorpresa encontré que tan sólo tenían un par de libros de temática navideña. Muy, muy raro porque hay muchísimos. (Podéis ver unas amplias recopilaciones aquí). La chica me sacó de la trastienda uno y nada más verlo me gustó. Es lo que tiene conocer a los autores y conectar con ellos. En el primer instante supe que era de Eric Carle y es un autor que me encanta. Sueños de nieve se llama y está editado por Kókinos

En la portada Papá Noel camina con su saco entre la nieve. Lo ojeé con prisas, sin parame a leer la historia. Me deleité con el tacto de los copos de nieve de las tapas. Las ilustraciones tan reconocibles del autor me evocaban a otros de nuestros cuentos de referencia, como La pequeña oruga glotona o Papá, por favor,  consigueme la luna. 

La estructura es sencilla y repetitiva. Un sueño. Página a página se sucede la misma escena, los copos cubriendo a los personajes con una suave capa de nieve. Y así vamos descubriéndolos y llamándolos por su nombre. Uno, dos, tres, cuatro, cinco. Un sueño hecho realidad. El anciano se viste rápidamente con ropa calentita (y roja) ¡Ay, ay, ay! gritó. Me sorprendió y gustó ver el precioso árbol decorado, colores y reflejos y oir una musiquilla. Mágico

Más aún me sorprendió al terminar de leerlo en casa con el pollito y descubrir que en ningún momento se hace alusión a Papá Noel. Es lo que tiene la mente. Nieve, un anciano gordote con barba blanca, vestido de rojo y con un saco...el resto lo imaginamos. Poderosa imaginación.

Edito para aclarar que al pollito le gustó tanto como a mi. La primer anoche se lo leyó su papi dos veces seguidas y la segunda noche me sorprendió narrando él la parte en la que el granjero se viste.
Juassssss!!!! no me he podido reir más cuando ha llegado y se ha puesto a darle al botón rojo de la foto jajajajajaja preguntando que porqué no funcionaba la música jajajajajajaja