De nuevo Semana Santa.
De nuevo el intrínculi. De nuevo las preguntas. De nuevo el no saber cómo, ni qué contestar.
De nuevo el intrínculi. De nuevo las preguntas. De nuevo el no saber cómo, ni qué contestar.
Ni el gallo ni yo somos muy católicos ni muy creyentes. A los dos nos da un poco de grima el tema eclesiástico. Supongo que quizás ambos creemos a nuestra manera. Desde luego no en ese dios que se promulga desde el púlpito.
Folklore, cultura, eso es en gran parte esta semana. Arte sí. Por eso me emociono cuando escucho una marcha, cuando oigo el sonido de las bambalínas golpeando los barales, cuando veo caer pétalos del cielo. Me emociono porque se despiertan mis sentidos. Totalmente alejados del significado de esas esculturas.
¿Cómo explicar a un niño de cuatro años aquello? Esos hombres malos que golpearon, humillaron, vejaron y mataron a otro. ¿Qué habría hecho para merecer tanto? ¿Cómo merecer, es que alguien puede merecer algo así? ¿No está mal pegar en cualquier circunstancia? Es eso lo que le inculcamos. Y esa mujer, de la misma edad en apariencia del que dicen que es su hijo. El mismo que hace sólo unos meses nació en el portal. Ese mismo al que rezan Jesusito de mi vida en clase de religión.
Porque sí, el pollito va a clase de religión. En su momento nos pareció lo mejor. Que se imbuyera de la cultura que nos rodea, que aprevechara el tiempo. ¿Para qué? ¿Qué sentido tiene? Ninguno.
Ahora que si la religión puntutará a nivel académico. ¿Es lógico eso en un país teóricamente aconfesional?
Cuanta hipocresía. Me incluyo por nuestra decisión de que cursara religión en lugar de alternativa. ¿Cuantas parejas se casan por la iglesia, cuantas bautizan a sus hijos, cuantos hacen la comunión y se confirman sólo por aparentar, por las fotos, por rutina, porque sí, por no salirse del plato? ¿Cuantos tan siquiera piden la extrema unción en el momento de su muerte? ¿Cuantas viven la religión día a día?
Quizás sí su religión, la de cada uno, la que nos construímos a nuestra justa medida. La que cubre nuestras necesidades, la que le da un poco más de sentido a todo. Esa es la que me gusta. La mía.
Imágen aquí
Nosotros no somos católicos pero claro vivimos en Madrid y en un barrio donde ver una procesión y gente tan devota es rarísimo. Así que no me llegan muchas preguntas, la verdad. Pero a mi hija yo la he explicado que ni mamá ni papá creen en Dios, ni en Jesús ni en nada eso, pero que hay gente que cree en determinadas cosas porque le ayuda a vivir y a fijar sus creencias.
ResponderEliminarBesitos y a disfrutar de estos días
En mi caso o nuestro caso, digamos que no creemos en la Iglesia... Recuerdo hace mucho tiempo, en casa de mis padres, ellos viendo el telediario, yo en el aseo arreglándome para irme. Salió un Obispo diciendo algo sobre "sociedad", nada relativo a religión, no recuerdo qué... me enervé, me asomé y dije "ya podrían meterse en sus cosas, qué sabrán ellos". Mi padre miró a mi madre y dijo "ésta, si algún día se casa, me parece que no va a ser por la Iglesia", a lo que yo contesté, "de eso puedes estar seguro". Así fue, nos casamos por lo Civil en el Ayuntamiento, mi peque no está bautizado y ni vamos a Domingo de Ramos, ni a nada similar. Bien es cierto que puedo decir que impresiona mucho ver ciertas profesiones, se respira la fe... pero no son necesarias ni la mitad de cosas que se realizan para tener fe y para hablar con Dios... Claro está, sólo es mi punto de vista ;^).
ResponderEliminarBesotes!!!.
Yo tampoco soy religiosa (que nada tiene que ver con que sea espiritual), pero reconozco que ver una procesión o entrar en una iglesia puede emocionarme. Porque la espiritualidad se puede sentir de muchas maneras, y porque el arte (de las procesiones o de los templos) puedo apreciarlo aunque no comulgue con ciertos preceptos.
ResponderEliminarPeque no da religión en el cole de la forma habitual. A pesar de que es un cole semi religioso no hay adoctrinamiento y se enseña cultura de las religiones. En plural.
A veces alguien le ha comentado algo sobre Dios, o Jesús y a él le parece chino. Poco a poco iré resolviendo sus dudas desde mis creencias, y con el tiempo él habrá de elegir su propio camino.
Besotes!