Hoy es el cumple de mi amor. Por eso hoy voy a aprovechar para hablar de él y por extensión de tooooodos los padres que junto con nosotras crian con amor a nuestros hijos. No nos ayudan a criar, sino que crían.
El lo comentaba el otro día. Desde este espacio, muchas veces, puede parecer que él no es importante, que no forma parte activa de la crianza de David. Podría parecer que no existiera y nada más lejos de la realidad.
Nuestra relación viene de muy lejos. Se puede decir que hemos crecido juntos. Lo hemos hecho físicamente y lo que es más importante, como personas. Nos hemos acompañado en muchos momentos, más bien, en todos los momentos, porque casi, casi que no recuerdo la vida sin él. Lo que somos, como somos es en parte gracias al otro.
Raras veces nos peleamos, aunque muchas veces chocamos. Es curioso como habiendo tantas cosas (ínfimas) de él que no me gustan lo amo tanto. Uso esa palabra conscientemente, a pesar de no soler hacerlo, pero después de leer el otro día esta entrada de Elisabeth Rules en su blog (y el artículo que la llevó a esa reflexión) no podía hacerlo de otro modo.
Con respecto a la crianza partíamos de dos sentires bastante contrapuestos. Desde que nació el pollito, el era de preocuparse por todo, para mi parecer, en exceso. Siempre está pensando en lo que podía pasar o haber pasado. Bajo su punto de vista yo era/soy quizás un poquito "irresponsable" o más bien pasota en muchas cosas, en las enfermedades (resfriados, gastroenteritis y demás enfermedades leves, que el peque no ha tenido nada grave) por ejemplo.
Parece que él es el responsable y yo la loca, el la mente y yo el corazón, pero oye, ¡como nos complementamos!
Ambos partíamos de algo obvio, el bien de nuestro hijo. Ambos supimos desoir los "consejos", las normas establecidas y fuimos capaces de dejarnos llevar por nuestros instintos. No tuvimos que ponernos de acuerdo en eso.
Imágen del MM de ECV Lactando "Soy papá gracias a tí y tu teta mágica" |
Sabíamos que la lactancia materna era lo mejor que podíamos ofrecerle y digo podíamos porque él era (es) necesario, por no decir imprescindible.
Cuando al principio tuvimos tantas dificultades, cuando yo lloraba tanto, él siempre estuvo ahí, brindándome apoyo, consuelo y amor; haciéndolo TODO para que yo pudiera dedicarme sólo a nuestro pequeño. No digo que él no se ocupara de nuestro niño, que por supuesto que sí, es que sabía y sabe respetar los momentos. Entiende, quizás porque se lo indica sus instinto, que un bebé, un niño, necesita a sus padres, pero sobre todo necesita a su madre, por que ella y sólo ella la tiene: TETA.
No sé cuantas horas de estos tres años ha pasado David al pecho. Muchas, muchas. Como estemos en casa, raro es que no esté "enganchado". Muchas cosas he dejado de hacer por ello. A pesar de estar él cansado y preocupado por el trabajo, muchas veces se ha ocupado él de las tareas para que yo pudiera dedicarle esos momentos al niño. Sé que lo hace de buen grado, desde el convencimiento de que de esa forma estamos cubriendo su necesidad de alimento para el cuerpo y para el alma.
Ni por un momento dudó en meter al pequeño en nuestra cama e iniciar el colecho y dice a boca llena lo bien que dormimos los tres juntos.
Se ha convertido en un acérrimo defensor de la lactancia materna, del colecho, del no al castigo (a pesar de que de vez en cuando le sale la vena del habrá que castigarlo no?), de la crianza con apego, respetuosa o como queramos llamarla. Tanto que a veces soy yo la que le dice por "lo bajini" cuando estamos con amigos: No digas ni mu, que no tengo ganas de polémica :)
No le importó (o sí) dejar en casa el carro una y mil veces y usar el tonga, o los brazos.
Es como una esponja, va absorbiendo las cosas que le voy contando de lo que leo, de lo que veo, de las charlas a las que asisto, de la gente con la que hablo (aunque sea virtualmente), no dice nada, pero se empapa.
Nunca "le importó" mi cuerpo, sus cambios. Ni gorda ni delgada. Ni estrías, ni celulitis, ni pelos en las piernas. Lo importante está en el interior, como en el suyo. Grande, grande.
Ve y siente la fascinante relación madre hijo (miss tetas). Se emboba mirándonos cuando David y yo estamos juntos, creo que siente hasta un poquillo de envidia.
Y sé que se siente orgulloso de nosotros, de los tres. Porque estamos creciendo juntos, a nuestro modo, sin dejarnos vencer ni tan siquiera doblegar. Haciendo lo que nos pide el cuerpo, el corazón, el instinto, respetando nuestros ritmos. Criando con todo el amor del mundo.
Por todo eso y mucho más hoy cuelgo un nuevo logo en la columna derecha, este de Prepapá. Maravilloso porque con su sencillez y simpleza es grande expresando. Ahí aparecerá siempre enlazado aquí.
VA POR TI Y POR TANTOS COMO TÚ (compañeros silenciosos)
Te quiero
FELICIDADES AL PAPÁ!!!!
ResponderEliminarNuestros maridos tienen muchas cosas en común, ese cambio, esa evolución, respetar a sus hijos y disfrutar junto a ellos.
Tan enamoradas de nuestros maridos, tan apoyadas en tantos momentos sólo puede hacernos sentir orgullo.
Disfruté mucho con vosotros el día que os conocí y espero volver a hacer este Septiembre (os habrá dicho María que vamos, no???).
Nos vemos preciosa, nuestros hijos jugando, una cervecita fresquita, una gran conversación.
Besitos y disfrutar mucho del día!!!
Lei la entrada que hablabas de el en estw mismo sentido y me hizo gracia vernos tan parecidos. siiii maria me dijo;)
Eliminarnos vemos en ná.
muac
Mientras te leía era como estar leyendo la descripción de mi marido. Muchas felicidades a ese gran compañero! Tenéis mucha suerte de compartir la vida y ese hijo maravilloso.
ResponderEliminarFelicidades a ti también entonces por tener un compañero asi.
Eliminarmuac
Felicidades a el por su cumpleaños, pero Felicidades a ti sobre todo por tener un marido tan maravilloso!!!
ResponderEliminarGracias!
EliminarMuchas felicidades a ese papá por partida doble. Es cierto que ellos son una parte fundamental. Yo creo que a veces no son del todo conscientes. El compartir ideas similares en la crianza os hará vivirlo más feliz e intensamente. Un abrazo.
ResponderEliminarCreo que tienden a quedarse en un segundo plano, por lo menos él lo hace. Es como la labor de las reinas, pero al revés.
EliminarUn beso
Maravillosas palabras Carmen. Cuánta razón tienes cuando dices que los padres a veces son los grandes olvidados de nuestras historias cuando realmente sin ellos nada sería igual. Son un apoyo fundamental. Me ha encantado tu entrada.
ResponderEliminarMuchísimas felicidades a Jesús y un abrazo enorme para los tres
Te imaginas lo que sería querer a tu hijo como nosotros y que nuestra pareja quisiera hacerlo del modo opuesto...¡que suerte tenemos!
EliminarGracias guapa, se las daré de tu parte. Un beso grande
Qué bonito...Como nosotras tenemos que explicarlo todo y darle mil vueltas parece que ellos no pintan nada, pero lo pintan todo, y sin su colaboración, seguir adelante así no sería posible. Un beso!
ResponderEliminarVerdad, eso nos pasa por rajar tanto. Mira que le he dicho veces que le cedo este espacio para que se explaye a gusto, pero va a ser que él no lo necesita :)
EliminarAh! ya te mandé eso
Muac
mi esposo tambien me ayudo mucho en esa etapa en que una es puro llanto,y asi disfrute de uno de los grandes placeres que da la vida,amamantar.
ResponderEliminarEnhorabuena por tener tú también un compañero así
EliminarMe acabo de emocionar y llorar leyéndote. Por lo parecido del sentimiento y a la vez por lo opuesto. Por los puntos que encontraba en común y por las lagunas que me duelen como espinas que se clavan. Mil gracias por poner palabras a sentimientos a veces difíciles de explicar para algunas personas. Mi niña de tres años casi y la de nueve meses me han enseñado otra manera de quererld y respetarlo. Que grande saber que hay más gente ahí fuera con inquietudes y sentimientos similares. Y encima cerca que yo estoy en gerena. Gracias!
ResponderEliminarSi me hubieran dicho tan siquiera un poquito de lo que mi hijo iba a ensañarme no lo habría creido y si me hubieran dicho que nuestra relación (con mi marido) se iba a reforzar aún más y que íbamos a conocer otra forma más de amarnos, tampoco.
EliminarUn beso
hasta las lagrimas me hizo poner este articulo, realmente es precioso tener ese ser a tu lado y que sin el no podrias vivir esta experiencia tan maravillosa, me alegra decir hoy que tambien tengo un compañero estupendo, tambien silencioso, lindisimas tus palabras
ResponderEliminarUn saludo
Me alegro de que te gustaran, pero sobre todo que tú también sientas eso que describo que no es ni más ni menos que lo que siento
EliminarUn beso
Precioso!!!!
ResponderEliminarQué preciosa entrada!, qué maravilla leer este tipo de cosas, de sentimientos, relaciones, sensaciones... de compañeros, amigos, parejas, maridos, amantes que son el apoyo incondicional. Os felicito por esa maravillosa relación y por ese gran amor, con ese precioso fruto de 3 añitos!!!.
ResponderEliminarMuuuuchos Besotes!.
¿No te da la sensación de que a veces pasaran desapercibidos?
EliminarSi, pero no es así, tú y yo y muchas más mamás lo sabemos. En mi caso tengo a un papi que apoya y ha apoyado el parto natural y respetado, la lactancia materna, la relactancia, el colecho, el porteo,...
EliminarEn fin, que sin ellos no sería posible ;).