Ilustración de Mar Ferrero |
El martes tuvo el peque la revisión de los tres años. Como esperábamos, todo bien.
No me disgusta este hombre, aunque como todos (las personas, no sólo los pediatras), podría mejorar.
Cuando David era más pequeño me molestaba que siempre fuera con prisas, que no dedicara un minuto a hablar con él. Quiero decir que mi peque empezó ha hablar prontito y si le hubiera preguntado él le podría haber contestado. Si se hubiera tomado la molestia de hacerle alguna tonteriilla a lo mejor no lo hubiera pasado taaannnn mal como lo pasaba, para muestra un botón de una visita justo hace un año (qué gracia me ha hecho, que todavía estaba la tienda y está aderezado con un poco de publicidad. Con ese maletín es con el que el peque juega a los médicos con nosotros y con Candela)
No ha sido hasta casi hace seis meses, quizás en las últimas tres visitas cuando la cosa ha cambiado. El médico, de repente habrá asumido que ya es un niño con una media capacidad para entender y expresarse, parece como si ya lo hubiera subido de categoría personil. Ya se toma la molestia de decirle lo que le va ha hacer, le pregunta alguna cosilla (irrelevante) mientras le está oscultando (se dice así), la gasta alguna broma. Se ve que todavía no lo vé apto para preguntarle a él mimo lo que nos pregunta a nosotros y quién mejor que él para contestarle, la verdad es que eso me molesta.
Yo que soy muy de enrrollarme ha hablar (está claro no?), pues que para estas cosas soy de lo más directa, porque para qué perder el tiempo con tonterías y me da a mi que eso a este hombre, con la cantidad de pacientes que tiene le viene muy bien.
Hola que tal, ¿cómo va todo?
Hola, que pasa, todo bien
¿Como come?
Bien (que para qué le voy a decir, que no come de todo, que hay días que come muy poco y otros días que devora, que muchas cosas las sigue comiendo trituradas, que no le gustan los guisantes pero que le encanta la fruta)
¿Cómo duerme?
Divinamente (que para que le voy a contar que duerme en nuestra cama, que algunas noches duerme del tirón pero que otras pide teta tres o cuatro veces y que a veces me llama en sueños angustiado)
¿Controla el pipí y la caca?
Si
¿Y de noche?
Si (que para que le voy a decir que una vez tal cual por la noche se le escapa)
¿Sigue tomando el pecho?
Si (mi pregunta favorita, ningún comentario. Antes me decía, muy bien, hasta que tu quieras. Que me entraban ganas de decirle, no, hasta que él quiera, pero me daba y me doy con un canto en los dientes de no tener que escuchar un: ¿todavía? o una mirada de desaprobación, que a mi plin, pero jode)
¿alguna enfermedad en este tiempo?
Además de los refriados no
¿Ninguna complicación con bronquitis...?
No (para que le voy a decir que no ha dejado los mocos en todo el invierno-primavera y que ha veces e podría encolar un libro con ellos)
Peso, bien, talla, bien...bla, bla...Todo perfecto
Si yo ya sé que todo lo que yo le pueda decir es normal, no es relevante, pues para qué, con lo bien que estamos en el parque y este señor ganando más dinero con otros pacientes.
A este hombre le define la frase: todo bien, o eso es normal. Me encanta que le de tan poca importancia a todo, a ver, porque gracias a quien sea el peque no ha tenido nada de importancia. Que yo creo que en parte le influye tener siete hijos, digo yo que eso hará que lo relativices todo.
Lo que me gusta de él es que nunca se mete en cómo haces las cosas, no tienes que justificarte delante de esa bata blanca.
La cosa es que ha sido una revisión rutinaria y a David le ha gustado mucho (eso dice, flipa), a pesar de que le han puesto una vacuna (dice que para poder ir a la playa y que no le moleste el sol ¿?). Atrás quedaron esas visitas de auténtica pesadilla, en las que el pobre lloraba y lloraba toooodo el tiempo, que parecía que lo llevaban al matadero. Y es que ya es todo un hombrecito y ni con el pinchazo.
Así que (cruzando los dedos) hasta dentro de seis meses, amigo Pedro
Gran conversación con el pediatra, jajajaja. Yo la mía después de la que la monté en una charla sobre la lactancia decidió no volver a preguntar jamás sobre el tema, dar por hecho que le daba teta a los dos y sacarlo en su beneficio. Que mi hija tiene una gastroenteritis, "ya sabes, que coma teta", pero eso sí, la muy hija de su madre a un bebé de 1 mes le dice que tiene que aguantar 2 horas y media y si no, biberón de manzanilla o ayudita. Ains, si me dice a mí eso ME LA COMO!!!!
ResponderEliminarQue pesaditos son con los biberones de manzanilla, todavía una ayudita de leche lo vería "razonable", que por lo menos alimenta, pero aguachrri (y mira que a mi me gustan las infusiones), no lo entenderé en la vida.
EliminarA mí me gusta mucho mí pediatra porque no se mete en nada del pecho :)
ResponderEliminarAdemás, nos estamos haciendo amigas...ya sabes;)
David ya ni llora porque está hecho un tiarrón. Dentro de nada le contestará él al pediatra en vez de hacerlo tú!!!!
Un besote
Jeje, no te queda más remedio que hacerte su amiga, ya sabes, dicen que el roce hace el cariño, y a vosotras roce no os falta, por desgracia
EliminarMe alegro de que todo vaya bien!!! Yo con mi pediatra estoy contenta. No se mete en nada, si colechas le parece bien, si teteas le parece bien, si voy con el bebé en el fular a la consulta le dice "qué bien vas ahí eh?". No se su opinión al respecto en ninguno de estos temas, pero no juzga a nadie y él hará lo que quiera en su casa con sus hijos como los demás hacemos lo que queremos con los nuestros.
ResponderEliminarSaludos
Pedazo de pediatra y por ende pedazo de persona. ¡Con lo bien que marcharía el mundo si todos hiciéramos como él!
EliminarYo desde que me cambié de pediatra estoy muy contenta con la que tengo, si bien es verdad que no la vemos apenas.
ResponderEliminarComo siempre parece que los niños no se merecen la misma consideración que los adultos. ¿Qué cuesta preguntarles?
Un abrazo
Eso digo yo ¿que cuesta? Le preguntas al niño y si no te contesta, por vergüenza, o por que no se expresa bien o no sabe hablar, por lo menos el niño sentirá que se le tiene en cuenta y ya te contestarán sus padres.
EliminarJejejeje, la verdad es que tu pediatra me recuerda bastante al mío... Recuerdo cuando el peque era más chiquitín y lloraba mucho, e íbamos a verle con una lista de dudas tremenda... y todo acababa resumiéndose en "Si el niño va cogiendo peso, y se le ve bien... no hay de qué preocuparse". Luego con 11 meses se nos puso en huelga de hambre, empezó a perder peso, y ya la regla cambió: "Si el niño está contento, y se le ve bien... no hay de qué preocuparse". No se llamará Merón de apellido, ¿no? En fin... lo importante es que todo está bien ;-) Un besazo.
ResponderEliminarMe encanta, igualito que el nuestro, pero no, se llama León de apellido, será por el "ón" :)
EliminarPues lo mejor de todo es que David está como un toro, y eso es lo importante.
ResponderEliminarLa conversación con el pediatra subrealista pero mejor así que no que te den charlas magistrales.
Un besito
Menos mal que no es de los de charlas magistrales y adoctrinamientos, por que a mi gusta terminar rapidito y a disfrutar la vida
EliminarPues si, lo primero decirte que "todo bien" es una maravilla, y apoyo tu idea de acabar rapidito, que perder el tiempo con médicos no nos apetece nunca (perdón por los médicos y pediatras, que nos atienden fenomenal en casi todos los casos, yo me refiero a que estamos mejor en el parque).
ResponderEliminarMe he visto reflejada en muchas de tus líneas: ¿de salud bien? Y yo "sí, fenomenal" cuando estamos con el rinomer y el sacamocos a todas horas.... Duerme bien? Si, auqnue la mitad de los días me toca pasar un rato en su cama a media noche, y eso que no ha visto el bolso: kilos de kleenex, Arnidol, tiritas... Pa qué? Hay que contárselo todo? Pues yo creo que solo lo importante... Bueno, más bien diría que hay cosas que mejor no contarle si no quieres que te tenga toda la tarde allí.
Te sigo siempre, me encanta La Gallina Pintadita!