Recargando pilas

Ha sido un fin de semana largo, un puente de tres días en los que nos hemos olvidado de atividades "culturales" y nos hemos dedicado a disfrutar del no hacer nada más allá de estar con amigos y famila. Campo, playa, amigos, familia, niños, risas, charlas, juegos, comidas...¡¡cuanto de largo se nos ha hecho!! ¡¡cuanto lo hemos exprimido!! Me gusta de vez en cuando desconectar así de todo. Nos hace bien a todos. 

Sin embargo, al volver, retomo la "rutina" si cabe con más ganas...

Cuando digo "rutina" me refiero a lo de dejarme/nos arrastrar por la cantidad de actividades que se organizan y que compiten por atraernos a ellas. Ojalá pudiérmos dividirnos para llegar a todo...tantas experiencias, tanta diversión, tanto aprender, tanto disfrutar...porque ojos que no ven, corazón que no siente; pero yo veo y quiero.

Me gusta eso de vivir slow, pero en dosis muy, muy pequeñas, si tomo demasiado corro el riesgo de padecer una sobredosis y adormecerme. Y no me gusta dormir demasiado.

Cada cosa a su tiempo, todo en su justa medida, eso es lo bueno. Disfrutar de todas las opciones, sacarle el máximo partido a la vida...lo que cada uno considere "sacarle el máximo partido" será cosa suya. Cada cual es feliz a su modo. Nosotros, sin duda, este fin de semana lo hemos sido, en general lo somos...cuesta trabajo decirlo en voz alta y más aún escribirlo, parece que estuviéramos atrayendo la mala suerte hacia nosotros, eso pensaría mi abuela, alma negativa donde las hubiera; otros pensarán que sólo así atraeremos más felicidad a nuestra vida...Tenemos lo que pensamos, lo que deseamos, yo, por si las moscas me quedo con el vaso medio lleno, ME PROPONGO SER FELIZ, LO SOY y lo soy porque lo son ellos, mi familia, SE QUE LO SON, unos más, otros menos...me lo demuestra su risa, me lo demuestran sus ojos. Con eso me quedo

Imágen