Cedo la palabra. Porteo en mundo (MinU)

Después del reencuentro virtual con Bea que os contaba ayer con el tema del sorteo de las bandoleras MinU (Portabebés Made in Utrera), comencé a ver sus entradas en Facebook sobre porteo en el mundo . Cada cual más interesante y curiosa y muy ilustrativas. Se merecían estar reunidas pero MinU aún no tiene blog así que les propuse mi espacio. Así que hoy les cedo la palabra a Bea y Marina

Cuando empezamos la sección “Portabebés en el Mundo” queríamos abrir muchos ojos y muchas conciencias. Queríamos mostrar que, en diferentes puntos del planeta, separados por miles y miles de kilómetros, donde ni siquiera saben de la existencia de Internet, no tienen acceso a la telefonía móvil, ni ven, en muchos casos, la televisión, las mujeres llevan a sus hijos encima. Éste es un nexo común en TODO el mundo excepto en occidente.

No, no es que sean pobres y no puedan permitirse el lujo de comprar un carrito, es que ni se les pasa por la cabeza que se pueda llevar a un bebé/niño de otra manera más que pegadito a ti, dándole tu calor, escuchando los latidos de tu corazón, tu voz, el ruido de la digestión, tomando cada vez que quiera la leche que mana del pecho, sintiendo el suave balanceo…¿hay algo más parecido a estar en el útero?

La cría humana está diseñada para acoplarse perfectamente al cuerpo de su madre, de hecho, el cuerpo de su madre es su hábitat y, en él, va a encontrar todo lo necesario para su supervivencia…

Todo empezó con una cita del libro: “Bébés du monde” de Béatrice Fontanel y Claire d’Harcourt.  

“Encajado contra el armazón de la espalda o contra la cadera de su madre, acunado en el hueco de un paño o en un portabebé en piel – a menudo hecho con el animal sacrificado con ocasión de su “bautismo”-, el bebé africano va a poder afrontar el mundo con suavidad, acurrucado contra su madre como si estuviera en su vientre. El portabebé mismo está cargado de símbolos en relación con la maternidad: en Rwanda, la misma palabra se emplea para designar la placenta y la piel de cordero dentro de la cual se coloca al bebé. Para los Dogón en Malí, las telas para llevar a los niños están hechas de bandas de tela teñidas en azul índigo que evoca el líquido amniótico.

Esta relación se encuentra en numerosas regiones del mundo: así, para los Incas de Colombia, símbolos representando la placenta son tejidos en la tela destinada a sostener al niño. La bolsa que forman algunos portabebés recuerda directamente el útero: el capuchón de la chaqueta de la mujer Inuit dentro de la cual su bebé, completamente desnudo, esta calentito contra el cuerpo de su madre; la red dentro de la cual se lleva al niño en Nueva Guinea que, como el útero, se estira o estrecha según la posición del niño. Quizás sea por esa estrecha relación entre embarazo y “porte” que los portabebés son a menudo objetos muy importantes y personales, que se utilizan raramente para dos niños, como para los Matiz en Amazonia, donde, para cada niño de pecho se teje un nuevo portabebés con las fibras del cogollo de una palmera. “

Íbamos cogiendo trocitos y lo ilustrábamos con alguna fotografía.

A la Gallina Pintadita le pareció muy interesante y nos propuso seguir adelante con esta sección así que cada vez buscábamos más información acerca del porteo tradicional y los portabebés tradicionales.

El próximo Jueves os mostraremos las entradas que hemos ido publicando en nuestra página de Facebook.

Os recordamos que hasta el 21 de Octubre podéis participar en el SORTEO de dos bandoleras (adulto y niñ@) de nuestra tienda. Podeís hacerlo dejando un comentario en la entrada del sorteo (aquí) o a través del evento en Face (aquí)