Hoy leemos Cosas que me gustan de mis amigos

 Si de algo estoy feliz de tener el blog, el Facebook y el twitter, es de las personas maravillosas que estoy conociendo. Ya lo comenté con el tema del sorteo con Mabel, lo sé, me repito, pero es que es tannnn cierto.

Como en la vida real, en la vida virtual pasa eso, yo no lo creía, pero es así. No se sabe cómo ni porqué pero conectas con alguien, sientes lo que cuenta, lo que escribe, lo que vive. Y la sientes muy cerca, aún sin haberla visto nunca en persona la conoces y la quieres como si fuérais viejas amigas y cuando tienes la suerte de conocerla en persona se confirma, es tal y cómo la sentías. No se pierde la conexión, sino que se fortalece.

Eso nos pasó a Marián de De repente mami y a mi. No sé ni cómo nos conocimos, creo que a través de un carnaval de blogs de los de Amor Maternal. Comenzamos a seguirnos, al poco comencé con la liquidación de la tienda y ella, más apañá que todas las cosas le faltó tiempo para venir a verme y ayudar a quitarme cositas de encima. Todavía lo hace. Es un amor.

Después coincidimos en la charla de Carlos González (resúmenes de Marián I y II) y en la de Violeta Alcocer. Poco pudimos hablar, entre atender a la conferenciante y a su pequeña, pero con poco se conforma una y hasta en un cuenta cuentos, pero ídem de lo mismo, porque aquí es el mio el que no para quieto.

El lunes, después de muchos intentos, por fin pudimos encontrarnos en su casa, con nuestros peques. ¿Qué se puede esperar? Que queríamos nosotras que los dos se olvidaran de nuestra existencia por un rato y nos dejaran hablar tranquilas, pero no, nasti de plasti. Blanca porque es todavía pequeña, muy dependiente por su edad y porque estaba en su territorio, unido a la excitación de tener un amiguito en casa. David porque aunque le encantan los perros y quería tocar a Charlie, se ve que le intimidaba cuando el pobre quería devolverle el cariño.

Como pasa con los niños, conversaciones a medias y sensación de haber estado juntas pero sin haber estado del todo. Pero oye, que digo yo que ¡mejor eso que ná!

De allí nos hemos traído un regalito para David por su cumple. Otro de los de la colección de Tracey Monroney, (Cuando estoy enfadado, Cuando estoy contento). Esta vez: 

Cosas que me gustan de mis amigos.

Me ha parecido de lo más idóneo que se lo regale al peque una de MIS AMIGAS.

Tan tierno como los otros, se encarga de hacerles reflexionar sobre la amistad, 

"Les gusta como soy y eso hace que yo me sienta bien siendo yo"

de expresar sentimientos, 

"Me gustan mucho mis amigos y los quiero mucho"

de reforzarlos, de hacerles ver que 

"A veces lo que más me gusta de mis amigos es lo que los diferencia de mi"

Y señala las cosas que hacen de los amigos buenos amigos

Y termina con el mejor de los consejos

"Para tener buenos amigos tienes que ser un buen amigo"

En el coche de vuelta a casa se ha dedicado a "leerlo". Me hacía gracia mirarlo por el retrovisor, tan  interesante él, embebido por la lectura...todo un hombrecito :)

En casa y antes de dormir ha sido nuestro libro de cabecera. Considero los libros de esta colección unas auténticas guías de autoayuda para los más pequeños (al final de cada uno tienen una para los padres)

Y hablando de autoayuda. En casa de Marián y mientras disfrutaba del cafelito y de la tarta de leche...como se llamara, pero que estaba buenísima, he podido ver en vivo y en directo el cuento de autoayuda (como ella lo llamó) que mi amiga ha creado para mejorar "la hora de la comida" de Blanca. Tal y como le dije en su momento (copio el comentario de entonces) "Las ilustraciones me encantan son delicadas, sutiles, tiernas y muy explícitas. No se por que siempre dices que no son buenas!". Te lo sigo diciendo: ¡Tu vales mucho, nena!

Y esa fue la tarde, cortita, pero lo bueno si breve dos veces bueno. Mentira, me quedé con ganas de más, y aún me debes un colulant. Tanto auto, tanto auto...me autoinvito a tu casa de nuevo, o te autoinvitas a la mia, pero vayan los coulant por delante ehh!