Me lo terminé hace un par de días. Literalmente me lo he bebido buscando la solución a mis males, o más bien a los de mi pollito y como es lógico no la he encontrado.
Los que leéis asiduamente ya sabéis como está mi peque (podéis poneros al día aquí), inmersos en esta fase de conflictos y rabietas.
Comparto con Rosa Jové muchas ideas. Está claro que la rabieta se presenta cuando los intereses/gustos/ideas del niño y del adulto/otro niño no van en el mismo sentido.
Asumo que no siempre somos los adultos los que "tenemos razón", no creo que debamos siempre salirnos con la nuestra, también pueden y deben hacerlo ellos de vez en cuando, por qué no. Muchas veces surgen conflictos por pura cabezonería nuestra.
Pero hay otras cuestiones que la verdad, no las veo. En el libro, todo parece que se consigue de una forma muy sencilla, me recuerda a los programas de la Supernany, bastan algunas sesiones para un cambio total de actitud por parte de padres e hijos. Tienes que negociar, saber ceder, pero también "saber imponerte" cuando es necesario, vale, muy bien, pero ¿¿¿¿¡¡¡¡COMO !!!????
Todos de acuerdo, o por lo menos yo de acuerdo.
No hay que pegarle, faltaría más, eso es que no pasa ni por mi mente.
No hay que castigarle. Creedme cuando os digo que cuando ya desbordados optamos por castigarlo en un rincón o en el carro sentado, él lo vive mal, pero yo lo vivo aún peor, siento como si le estuviera pegando con una correa.
Lo peor de todo es cuando nos pega a su padre o a mi. Que sí, que lo sé, que es normal, que es una fase más, que pasará. Pero ¿cuando? y lo más importante...¿qué hacer mientras tanto?
Hemos ignorado esa actitud, lo hemos castigado en un rincón cada vez que lo ha hecho (si, lo sé, eso no hay que hacerlo), le hemos explicado por activa y por pasiva que eso está mal y que nos hace daño, nos hace sentir tristes. Le hemos dado herramientas para luchar contra esas "ganas de pegar" que le entran.
David, ¿tienes ganas de pegar? Pues dame un beso grande y un abrazo.
¿Tienes ganas de dar una patada? Pues ponte a bailar.
Así en vez de ponernos tristes nos ponemos contentos.
Por ahora nada ha funcionado.
Hay días maravillosos, hay días que se consiguen evitar muchos conflictos siguiendo las estrategias que se proponen en el libro, pero hay otros días...que cogerías a la buena Rosa Jové y le tirarías el libro a la cabeza. UY!, es verdad, que no se tiran las cosas.
Creo que merece la pena leerlo, se amplía la visión de lo que deberíamos hacer
A mi me gusto mucho, sigo leyendomelo y aunque como bien dices no da recetas mágicas si te ofrece otra visión de hacer las cosas y al menos a mí, me ayuda a respirar tres veces cuando mi paciencia está bajo mínimos. Te lo he dicho varias veces y fue Jose el otro dia el que me comentó la sensibilidad que tiene David, es un niño muy muy dulce y creo que estais llevando bastante bien el momento "pegón" (con vosotros, porque yo no le he visto pegar a ningún otro niño), para mí es fundamental explicarles como hace sentir al otro cuando pega. Un besito
ResponderEliminarVerdad, todo lo que sea leer (libros, webs, blogs) y hablar con otras mamis te ayuda, aunque cada niño es distinto.
EliminarSe que David es bueno, es un niño muy lindo que se porta bien normalmente, es cariñoso y es normal y sano que exprese su disconformidad. Cuando nos pega a nosotros es cuando no sabe de qué otra forma expresar su rabia, que también es normal que sienta. Poco a poco irá sabiendo canalizarla. Por ahora parece que lo vamos consiguiendo, porque lleva unos días realmente bien.
Nos vemos esta tarde
Me parece muy complicado. Anoche precisamente estuve leyendo sobre los riesgos que supone el uso de los premios y castigos para educar. Me gustaría saber más sobre este tema. Hay una web de una psicóloga que se llama SIN CASTIGOS. Por si quieres echarle un vistazo. Besos y mucha paciencia ;)
ResponderEliminarYa te tocará Marián, aunque quizás tu tengas las cosas más claras o Blanca no sea tan explosiva...pero también te llegará y pasará. Como tu dices es complicado el equilibrio. No soy partidaria de castigar, pero tampoco de premiar en exceso. Aunque sé que educar en positivo, premiando, funciona mucho mejor. Le echaré un vistazo a esa web, porque mientras más información mejor.
EliminarMuchos besitos
Yo tampoco soy partidaria ni de los premios ni de los castigos y si alguna vez he caído en ello en algún momento de estos en los que la situación se enquista me he arrepentido en el acto mismo.
ResponderEliminarEn mi opinión y en mi experiencia las rabietas llegan siempre en una situación de cansancio o de estrés del niño y lo mejor es anticiparse y evitarlas en la medida de lo posible. Si finalmente se producen procurar campear el temporal con mucho cariño y contando hasta 10 antes de hacer algo de lo que nos arrepintamos.
Los niños llevan muy mal la fatiga ellos lo manifiestan adoptando comportamientos qu en ocasiones nos sacan de quicio.
Me he extendido mucho! Un beso!
Como me suena eso de arrepentirse y que razón con lo del cansancio, es cuando peor se portan.
EliminarMuac!
Sobre lo que comentas de pegar, acabo de recordar algo que nos dijeron en una charla y que quizás pueda servirte de ayuda. La charla, dentro de un clima de crianza respetuosa se centró en un momento dado en la necesidad que pueden tener los niños en ocasiones de desahogarse pegando y nos dijeron que en esos casos se podía recurrir a un muñeco de trapo destinado al fin de recibir esos golpes. Es una idea más...
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