Vaya duelo de titanes que hemos tenido David y yo antes de venirme esta tarde a la tienda.
Estábamos cantando villancicos tan tranquilitos, el con su guitarra y yo con una especie de maraca (que la pandereta todavía está guardada). De repente, por que sí, decide golpearme con la guitarra.
David, si me vuelves a pegar con la guitarra te la quito y la guardo.
Pam!, golpe con la guitarra al suelo.
David, si golpeas la guitarra contra el suelo te la quito y la guardo.
Pam!, golpe con la guitarra al suelo.
Me levanto muy tranquila, le quito la guitarra y se la guardo en el armario donde no llega. Pues no se inmuta. Seguimos haciendo no se qué.
Voy a su habitación y de repente, por que sí, tira todo el montón de ropa suya que estaba recién planchada. Me enfado y le digo que eso no se hace y entonces... vacía en el suelo TODO el cestillo de los alfileres de tender, que estaba sobre una mesa. Me enfado y mientras recojo y guardo la ropa del suelo y ya más subidita le vuelvo a decir que eso no se hace...vuelca con genio su moto.
Vale, muuuyyyy enfadada. Recoge los alfileres. NOOOO. Recoge los alfileres. NOOOO.
Castigado en la pared (hoy en la guardería también lo han tenido que castigar) y ¡ala! a llorar, gritar, berrear, pegar...
Y yo aparentando tranquilidad. Hasta que no recojas los alfileres no salimos de la habitación.
UAHHHHHHH!!!!
(Ya más tranquilo) ¿Te ayudo?
Si, cuatro alfileres y todos otra vez al suelo
UAHHHHHH!!!!!!! (Berreo, berreo)
Tirándoseme en brazos (que trabajito no abrazarlo)
Si, cuatro alfileres y todos otra vez al suelo
UAHHHHHH!!!!!!! (Berreo, berreo)
Así hasta cuatro intentos.
TRES CUARTOS DE HORA. Las 18:00 h. Me he propuesto que no se salga con la suya.
Entra su padre en la habitación. ¿Qué pasa? Le cuento lo que ha pasado y que hasta que no recoja no puede salir. Su padre: David ¿recogemos?. David: (¡¡¡¡¡¡¡totalmente calmado!!!!!!!) ¿los dos juntos?. Su padre: vale, venga yo uno y tu los demás. Y así, uno a uno ha recogido toooddddoooosss los alfileres.
Es que mamá está triste decía el j____, niño la mar de relajado y sonriente.
Y yo, como no, muerta de pena por dentro. Y así me he venido a trabajar.
Es que mamá está triste decía el j____, niño la mar de relajado y sonriente.
Y yo, como no, muerta de pena por dentro. Y así me he venido a trabajar.
Has hecho perfectamente. Hay que ir enseñándoles el camino, que sino, se vuelven senderistas por libre y luego es tarde para que vuelvan por donde deben. Seguro que a la vuelta te ha recibido con un gran abrazo!. Feliz fin de semana!
ResponderEliminarQué temple tienes Carmen!!! :D
ResponderEliminarCreo que has manejado la situación estupéndamente.
Enhorabuena!