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28 de agosto de 2012

Tana, un trocito de mi alma

Durante toda mi niñez quise tener un perro. Era una petición recurrente, pero no fue hasta los dieciocho años que mi sueño se cumplió. Fue el regalo por mi mayoría de edad. El mejor regalo del mundo.

Siempre había estado en mi familia y un poco en mi, el recuerdo de su último perro, un pastor alemán hembra. De siempre lo tuve claro. Yo quería un perro y quería esa raza. Era la favorita de toda la familia, quizás por la buena experiencia con la anterior. Y queríamos que también fuera una hembra. 

Desde que supe que mi sueño se haría realidad comencé a informarme sobre el tema. De los libros que leí, uno Cómo escoger a tu cachorro, decía: Nunca elegir el más pequeño de la camada, son los más endebles.

Fuimos a la protectora de animales a ver si había suerte. Fue un momento difícil, ver tantos animales necesitándote, reclamando tu cariño y no sentir conexión con ninguno, la siguiente opción un criadero.

Recuerdo cuando fuimos al criadero a conocer la camada. Con algo menos de dos meses. Estaban todos en una gran jaula. Cuando nos acercamos vinieron a saludarnos contentos con la novedad. El perrillo más pequeñajo le tiraba de la cola a uno de los grandotes y pasaba de nosotros. Me hizo gracia ese perrillo. Después supe que era una hembra. En un momento dado los soltaron, era su hora de juego. Qué diversión, ocho o nueve cachorros pletóricos rondando alrededor nuestra. En esta que pisé a uno de ellos. Que chilló pero siguió revoloteando a mi alrededor reclamando mi atención. Era la pequeñaja. Y entonces lo supe.

La quería a ella. La conexión se había producido. Nos habíamos elegido mutuamente.

No me importaba lo que aconsejara el libro ni lo que mi madre dijera (era su regalo y algo tenía que decir, ella quería la más grandota y lustrosa). No me importaba que tuviera unas manchas en sus pezuñas que la invalidaban para cualquier concurso, qué más daba eso, qué concurso ni concurso. Para el criador será un alivio, porque era...la peor.

Ya sólo podía soñar con ella. Y unas semanas después, cuando ya estaban destetados, medio criados, se vino para casa. 

Desde entonces lo fue todo para mi. Mi amiga, mi hermana, mi hija. Mi otro yo.

Qué fácil comunicarnos, entendernos. 

A todas partes juntas. A la playa, al campo, al parque, de fin de semana con amigos. A la cama, porque si, durante mucho tiempo durmió en mi cama, solas o acompañadas. Adoraba sentir su cuerpo pesado, su calor en mis piernas. Cuando fue más mayor simplemente se acostaba en el suelo a mi lado y yo le cogía la pezuña, como le cogería la mano a un bebé, para sentirla cerca.

Qué felicidad su compañía.

Me acompañó en los momentos más felices y en los más tristes. Qué sensibilidad la suya cuando nuestros seres queridos nos fueron abandonando allí en casa. 

Nunca un ladrido, nunca una molestia para las visitas. Parecía que no había un perro de ese tamaño en la casa (si no fuera por los pelos jeje)

Qué dulzura en la mirada. Aún recuerdo su mirada, su última mirada. No me la puedo quitar de la mente. Sólo se durmió, la dormimos. Tuvimos que hacerlo, para que no siguiera sufriendo. Qué dura decisión.

Por eso odio París, ella estaba mal, me necesitaba, la dejé y me fuí. Fueron días difíciles para todos. Para ella porque estaba enferma, cuatro días sin salir de casa, de repente ya no podía mover las patas traseras, cuatro días sin hacer sus necesidades. Mi madre esos días viendo cómo empeoraba, y yo tan lejos, sin querer decirme mucho, pero yo notándolo en su voz, en sus medias palabras. Qué angustia.

Me lo decía Jesús mil veces. La quieres más que a mi. Sí, le contestaba, más que a todos. Y era cierto, para que mentir si era verdad. Habrá quien no me entienda (muchos en realidad). Ahora lo sé. La amaba como amo a David. Ni un poquito menos.

Era una relación tan especial...difícil de explicar, de hacer entender, de transmitir.

Lo he dicho muchas veces. No he superado su muerte, no sé si lo haré alguna vez. Esa conexión se rompió y mi cable sigue suelto.

No soy de las que dijo: No volveré a tener un perro nunca.
No, al revés, siempre decía: Algún día. Y ha llegado ese día. Quiero un perro, por mi, pero sobretodo por él. Por David. Quiero que viva lo que yo vivé, que sienta lo que yo sentí.


Soy consciente de que es una utopía, que ellos no tienen porqué conectar como lo hicimos Tana y yo, que David tiene otra edad, otras circunstancias. Pero no me importa. Con que su relación sea la mitad de gratificante que la nuestra será suficiente y sé que lo será. 

No se de qué forma porque no lo hablamos delante suya, pero me sorprende pidiéndome un perro. 
Mamá, quiero tener un cachorro perrito. Y sacarlo a pasear. Y yo seré su dueño. 
¿Y recogerás la caca? 
Pues claro, porque será mi perro.

No lo dice como un capricho, como quien pide una chuchería o un juguete nuevo. Sé que no es consciente de la responsabilidad que conlleva pero lo parece.

Estoy convencida que las personas que disfrutan de un perro en casa son más felices. Máxime si es un niño. 

Sé que es el momento. David está lo suficientemente maduro para saber tratarlo, para crecer con el. Con una rutina que nos permitirá incluir al nuevo miembro en ella y con mucho tiempo libre para disfrutarlo juntos.
Yo ahora estoy en casa. Me puedo dedicar a el en esos primeros meses de pis-cacas y destrozos.

El piso es pequeño y lo seguirá siendo. El dinero no sobra ni creo que lo haga ningún día. 

Jesús lo ha entendido. Estamos de acuerdo en esto como en todo.

Él puso sus condiciones: Cachorro, hembra, pastor alemán o labrador (las mismas que las mías). Me gustan los Golden Retraiver. Creo que al final será un pastor alemán del mismo criadero.
Sí, lo se, hay muchísimos perros que necesitan acogida en los centros. Muchos perros abandonados, maltratados que merecen una nueva oportunidad. Cachorros incluso que terminarán como todos ya sabemos, lo intentaremos allí. Pero quizás no seamos nosotros quien los salvemos. 

Esa es nuestra elección, así que de aquí a unos meses...seremos uno más en la familia.

25 comentarios:

  1. Qué historia tan bonita Carmen!!! Yo he tenido perrors pero jamás he sentido el amor por ellos del que hablar y les he querido mucho, pero no podría compararlo nunca con el amor hacia mis hijos. Me cuesta entenderte, pero me parece maravilloso, que conste.

    Creo que es una gran decisión y a mí me encantaría que mis hijos se criaran con un perro al que cuidaran y respetaran, pero ya 3 críos corriendo en una casa de 2 habitaciones es muy complicado... Pero tenemos otro tipo de animales, una tortuga y un hormiguero.

    Estoy deseando conocer al nuevo miembro de la familia

    Besitos

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    1. Yo no sabía que se pudiera sentir eso por un perro. Me parecían cosas de las películas para niños, pero ya ves...
      Ya me dirás de la tortuga porque estamos desesperados
      Muac

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  2. No sabes cuánto me ha emocionado tu historia :_). Tana está y siempre estará en tu corazón y espero de David tenga una relación por lo menos, la mitad que la tuya con ella. Estoy deseosa de conocer a la que será nuevo miembro de la familia y la que os traerá muchos momentos de risas, dulzura y felicidad.

    Te envío un fortísimo Abrazo y muchísimos Besotes!!!.

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    1. Ya va cuatro años y no lo supero, ojú. Verdad, con sea sólo la mitad me conformo
      Un beso guapa

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  3. Me has emocionado con tu entrada! Mi sueño, siempre fue tener un perro (un pastor alemán, me encantan), pero no se cumplió. Quizá cuando A. sea más mayor...
    Me ha encantado esa relación que describes, aunque David no tenga la misma, seguro que es especial también.
    Enhorabuena por esa elección!
    Un besazo!

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    1. La decisión está tomada, a ver cuando la ponemos en práctica
      Un abrazo y gracias por el premio!!!

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  4. Qué bonito! La verdad es que se pueden establecer unas relaciones preciosas con los animales.
    Yo nunca tuve perro (aunque siempre me hayan gustado los animales) hasta que no me fui a vivir con mi compañero de ruta. Y nunca imaginé que pudiera coger tanto cariño a un animal, la verdad es que aprendí mucho de mí misma. Nosotros elegimos un yorkshire mediano, porque nuestra casa es muy pequeña.
    Y además me encanta la relación que tienen mi perrillo y mi hija, cómo juegan (aunque a veces le haga perrerías). Creo que para ellos es una grandísima experiencia.
    Besitos

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    1. Eso pienso Carol que es una gran experiencia. Puedo decir que lo mismo que ahora la maternidad me ha hecho crecer como persona, también lo hizo Tana en su momento y en parte creo que se basa en que ambos hijos y mascota nos quieren y necesitan por encima de todo
      Un besazo

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  5. Me has hecho llorar, canalla... Que especial tana, que especial vuestra relación. La perrita que forme parte de vuestra familia será muy afortunada y David será un estupendo compañero de aventuras... Un besito

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  6. Ahora te conozco un poquito más. Vuestro nuevo perro llega al mejor hogar posible!!! :)
    Un besote

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    1. Hola preciosa!!!! cómo te echo de menos!!!!
      Un beso
      Ya has terminado? bien?

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  7. Qué ganas de conocer a vuestro nuevo familiar!!! Creo que la llegada de cualquier ser vivo a una familia es una noticia feliz!!! Con respeto, cariño y cuidados, seguro será un animalito feliz y os dará momentos inolvidables.

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    1. Inolvidables seguro y espero que por lo bueno y no por lo contrario, que con lo pesaita que me he puesto...
      Un beso

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  8. El perro que elijáis tendrá mucha suerte de tener una familia así.

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  9. Ai Carmen!
    te he leído esta mañana sólo el principio (estaba en el trabajo y ya me puse a llorar!) he buscado un momento perfecto para leerlo entero!
    Gracias por compartir esto. Yo nunca había tenido perro (éramos 5 en un piso de 50m2) y siempre lo quise. cuando conocí a mi pareja, ellos siempre han tenido y me pasaron su amor hacia ellos.
    Cuando fuímos a vivir juntos, a los 15 días me fuí a una protectora a no sé bien a qué!! porque los gatos me daban miedo... de repente vi una gatita que me miró con unos ojos que no puedo describir, supe que me la llevaría. cuando llegué a casa Cristian me quería matar!! una gata!? jajaja. A los 15 días era mi bebé, para mí la mejor gatita del mundo!! Cuando llevábamos 6 meses viviendo juntos una perrita de mi suegra tuvo cachorritos... y me pasó lo mismo con Bety... era pequeñísiiiima, tanto que parecía jamón york!! cuando la cogí en brazos supe que me la llevaría (y habían 4 más... pero no hubo esa conexión).
    Yo todavía no tengo hijos y no sé que sentiré, pero tengo a mis dos nenas. Las quiero tantíiiiisimo, no quiero ni pensar como me sentiré cuando se vayan. Como tú dices, ellas son mi família, ni más ni menos, una más.
    Ai... seguramente la relación de David con la perrita será diferente, pero seguro increíble!
    Será una perrita muy afortunada, ella y vosotros de tenerla!
    Besos família guapa!!!

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    1. Qué cosas dices, jamón york jajajaja, ya has roto toda la magia jajajajaja
      Creo que esa relación tan especial la establecemos con ellos como por el destino, porque esos seres eran para nosotros, para hacernos sentir todas esas cosas
      Un abrazo preciosa

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  10. Ay Carmen! me has hecho llorar!

    Yo tengo una gatita de 2 años. Un día estábamos haciendo una barbacoa en casa de unos amigos y se coló mi gatita con dos hermanitos suyos ... tenían apenas un mes de vida ... me enamoré de ella y ella de mi y no pude más que llevármela a casa. Mi marido al principio me dijo que estaba loca, pero al final aceptó y ahora está encantado! :) Y desde ese día la amo más y más y más y hasta el infinito! Todavía no sé cómo se quiere a un hijo ... pero entiendo cuando dices que a tu perrita la querías más que a nadie ... pues a mi me pasa con mi gata!
    Y sí! también creo que la gente que tenemos un perro o un gato somos más felices! Y eso no lo sabes hasta que tienes uno!
    Yo AMO a mi gata y ella me AMA a mi, de eso no tengo duda.

    Así que me parece una decisión perfecta la que habéis tomado! David lo pasará genial y aprenderá un montón de cosas, porque los animales tienen mucho que enseñarnos!

    Estaremos pendientes a que subas fotos de vuestro nuevo miembro en la familia! Felicidades!

    Un besito a todos!

    Míriam

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    1. Hoy bato el record de provocar lágrimas jijiji. Me gusta, señal de que sentis lo que yo sentí también, no me siento tan incomprendida. ¡Cuanto sentimiento!
      Qué suerte tener a tu gatita
      Un beso linda

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  11. Parece mentira lo que llegamos a querer a estos seres, que se vuelven tan importantes para nosotros, que nos necesitan, que dependen de nosotros, que nos quieren, nos hacen sonreír, o en mi caso, hasta nos dan abrazos, mucho más sentimentales que algunos abrazos humanos... Yo también quiero ampliar la familia, también tenemos condiciones, cachorro, hembra, boxer. Así que entiendo tu postura.
    Creo que la pérdida de Tana no la superarás, pero sí aprenderás a vivir con su ausencia, con ese dolorcillo al pasar por sitios donde ibas con ella, o ver sus fotos... A mí no me queda mucho para vivir una pérdida similar a la tuya, y como aún no ha sido, no lo imagino, todavía ni lo pienso, pero llegará, es una boxer de 12 años, y aunque es de mi hermana, aquí en casa siempre la hemos sentido como una más...

    Por cierto, cuando puedas, pásate por mi blog, tienes algo que recoger!!
    http://themarigoldshine.blogspot.com.es/2012/08/premio-naturalidad.html

    Un besito guapa

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    1. Si que parece mentira, no me extraña que la gente e toque un poco por loca cuando explico lo que sentía por ella, pero mira, que no me importa era así y estoy orgullosa de ello.
      Espero que esa perdida tarde mucho en llegar.
      Un besito y miles de gracias por el premio

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  12. Después de sorberme los moquetes por esta entrada, para los que vamos dejando compañeros peludos en el camino y tuvimos que dormirlos, un poco dura pero tan bonita te comento. ¡Cómo me alegro de que por fin os animéis! Creo que será una de vuestras mejores decisiones, con pises, cacas, destrozos, etc., todo valdrá la pena, es tan bonito que la familia crezca y le estáis haciendo un regalo tan grande a David... Como tú, pienso que las familias con uno de sus miembros peludillos son más felices y están más unidas.
    La nuestra también ha crecido, Jaime trajo del trabajo una gatita sin mamá que aún tomaba biberón, iba a ser una acogida temporal pero, ya nos conocemos y Byron está tan contento... en fin, pronto presentaré a Hermione en el blog :)
    Sabes que soy más partidaria de adoptar que de comprar pero todos los perritos tienen derecho a una casa y a una familia maravillosa como la vuestra así que, ¡ya nos la presentarás! Seguro que será linda, revoltosa y un amor.
    Enhorabuena por vuestra decisión ;)
    Un abrazo grande.

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  13. Hace ya un tiempo que te sigo, y me encanta tu blog.
    Hoy me has hecho llorar….( Por lo que veo no he sido la única…jijiji)Me he identificado completamente contigo, me he sentido en tu piel, porque yo también he vivido y afortunadamente sigo viviendo ese amor incondicional del que hablas. Tenemos en casa un Golden Retriever, Kiñu que en euskera significa "guiño" ;) Nosotros lo hicimos al revés que vosotros, primero tuvimos un hijo de 4 patas y después el de 2 patitas. Y lo cierto es que son como hermanos…¡Se adoran! Se cuidan el uno al otro, juegan, y ¡cómo no! Igual que otros hermanos, en ocasiones, tienen sus desencuentros por el mismo juguete, por una galleta, o simplemente porque, uno tiene mimos o ganas de jugar y al otro sólo le apetece estar tranquilo y que le dejen en paz…
    ¡Enhorabuena por animaros! Creo que será muy enriquecedor para toda la familia, y una preciosa aventura para David.
    Nosotros desde Bilbao, os seguiremos en esa aventura.
    Un saludo,
    Miriam

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  14. En mi casa somos una familia de cinco miembros. Papá, mamá, nuestro saltamontes y mis dos perrillos. Hembra y macho. La perrita es mi niña. La quiero con locura. El macho se hace querer nada más conocerle, y es adoptado. Te animo a reconsiderar el tema de la adopción. Son un regalo, y dan cariño sin condición. David va a aprender muchas cosas de esa perrita. Tu historia es enternecedora.

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