Los Duendes del Buzón I

No recuerdo cómo surgió la idea, quizás fuera antes de las navidades, con el calendario de adviento o algo así. No lo sé. El caso es que un día se me ocurrió dejar en el buzón de casa una chuchería para el peque. Cuando llegamos, al sacar las cartas le dije que alguien había dejado algo para él. Se quedó alucinado ¿Quién, Papa Noel? ¿Los Reyes Magos?

Ya digo que creo que era cerca a esas fechas, pero se me encendió una chispita y le constesté que no, que habían sido Los Duendes del Buzón. 

Desde entonces, no todos los días, sólo de vez en cuando, Los Duendes del Buzón le dejan algo. Un caramelo, un globo, una pegatina, una moneda de chocolate... No tiene nada que ver que se haya portado bien o mal, no es un premio, es sólo la visita de un/os amigo/s, que todavía no está muy definido si es uno o varios.

Me encanta la ilusión con la que me dice: Vamos a ver si me han dejado algo hoy. La cara de felicidad y de sorpresa cuando hay algo y lo que se enfada cuando hace muchos días que no viene, mi niño. Estos duendes son tontos y feos y no me traen nada.

Un día viendo Baby Tv, que le sigue encantando, apareció un duende, que ya estaba harto de ver pero que nunca había relacionado: ¡¡¡Mira mamá, ese es el duende que viene a mi buzón y me trae cosas!!!

Al principio sólo le dejaban detallitos pero un día, le trajeron una carta para felicitarle por sus tres añitos y decirle lo bien que se estaba portando (sin ser del todo cierto, pero pensando que de esta forma potenciaríamos la buena conducta, jeje). Con su sello y su matasellos casero-chapucero (tengo en mente hacer/comprar uno).

Gracias a Ara y su blog Cachivacheces, que organizaba un concurso las mar de original y que se me metió a mi ahí que tenía que ganar, se vino para casa una cometa monísima. Otro regalo de Los Duendes del Buzón.

Hubo un día, que sin saber porqué dijo que no quería que vinieran más a visitarlo porque le daban miedo y les escribió un nota que dejamos en el buzón, pero al cabo de unos días, como creció mucho y ya no tenía miedo, les pidió que volvieran a visitarlo.

Así han seguido, de vez en cuando trayendo algo y después de muchos días sin visitarlo. ¡Sorpresa! ¡Otra carta!...pero eso otro día...

Parece mentira como con algo tan sencillo podemos conseguir tanto. Creo que puede ser una herramienta muy útil:

Para potenciar sus buenas actitudes o comportamientos

Dar un toque de atención a los no tan buenos

Trabajar su autoestima haciéndolos sentir especial

Llenar su vida de expectativa, de ilusión

Para trabajar la paciencia y la aceptación

y lo mejor de todo, para HACERLOS FELICES

Si quieres conocer cómo ha ido evolucionando la historia de Los Duendes del Buzón visita los siguientes enlaces
Los Duendes del Buzón II
Los Duendes del Buzón III