Y pasó San Valentín

Pues nada, ya pasó y como os adelanté...na de ná, como un día más.

El peque ha venido de la guarde con un corazón rojo colgado del cuello y me ha recibido con el grito: ¡Feliz San Valentín!

Ya en casa y para hacer tiempo hasta que llegara su papi nos hemos entretenido haciendo unas felicitaciones para él y para "su abuelita querida". He puesto la foto grande grande para que no se pasen por alto los monigontes que le ha dado ahora por dibujar. A su papá en el lado derecho de la felicitación, en verde y el de la abuela en malva, en la parte de la izquierda. Me hace gracia porque siempre lo hace de la misma forma. Un círculo (el cuerpo), un brazo (raya), otro brazo (raya) y el pelo (que es otra línea larga larga para arriba). David, ¿y la cabeza?. Círculo encima de la línea larga, que pasa a convertirse en cuello. ¿Y las manos? Círculos al final de los brazos. ¿Y los pies? Círculos al final de las piernas. Ahhh! Y los trazos en forma de montañitas en amarillo no es otra cosa que las palabras papá y abuela, que yo he transquito para que se dieran por aludidos. 

(Oye, que estas cosas las cuento para recordarlas allá en el paso de los años. ¿porque esto del blog se guarda para siempre no? ¿como un diario, no? Ahhh, que no. Que esto se borra como cualquier archivo. Pues la hemos j....)

Y por sorpresa...anda, una caja de galletas...y yo a dieta. Que le voy a hacer, no le voy a hacer el feo a mi amiga, me he comido una, y luego otra...¡¡¡¡¡¡¡NECESITO IR A TERAPIA!!!!!!! ¡Pero es que están de buenas!... van por vosotros las dos que me he comido.

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