Mientras escuchaba los pocos detalles del enlace que se conocían, cada vez me gustaban más los novios, los padres y hasta la ropa de Zara, de Pull and Bear, de Massimo Dutti, de Stradivarius, de Oysho, de Kiddy's Class y hasta de Bershka, sin olvidarme de Zara home, por supuesto.
Una boda íntima, con apenas 200 invitados y con sabor gallego cien por cien en todos los sentidos: el menú, la mantelería, el pañuelo del novio y los detalles para las invitadas confeccionados por las artesanas locales en lino de la región. Todo queda en casa.
Pero lo que me terminó de enamorar de esta pareja es que no admitieran ningún tipo de regalo material, eso sí, en la invitación incluían algunos números de cuenta (¡Aja!¡Aquí estaba el truco!) pero no sus cuentas, sino la de varias organizaciones sin ánimo de lucro. ¡Ole por ellos!
Lo dicho, que le voy a hacer, si antes admiraba al dueño y fundador del grupo INDETEX por conseguir lo que ha conseguido más lo hago ahora, por haber educado de esa forma a su hija. Para que luego digan de los hijos únicos. (En realidad, Amancio tiene otros dos hijos de su primer matrimonio).
Pues ole por ellos, me cae bien esta familia, no lo puedo evitar. Un besazo, ayer os echamos de menos ;)
ResponderEliminarEs que los lunes nos vamos a La Algaba a ver a la familia.
EliminarNos vemos esta tarde?