29 de Junio un año más, Domingo. Día Mundial del Sueño feliz. #DuermeteConmigo es el lema este año. Eso mismo podría decirle yo al pollito ahora.
Hace nueve días de nuestro descolecho, David ya no duerme con nosotros. Si albergaba una mínima esperanza de que no fuera un camino sin retorno, se esfumó en estos días.
Se veía venir, los últimos días del curso lo había visto dar un salto madurativo. Lo sentía (más) mayor. Es curioso cómo, después de unos días de marcha atrás, de portarse peor, llega un gran avance, un gran cambio, siempre para mejor.
Hace ya mucho que dormía del tirón. La época de mojar la cama quedó muy atrás, las épocas de las eternas tetadas nocturas pasaron hace años, dos para ser exactos. Dos años más continuó reclamando la teta por la noche, un micro segundo si acaso me despertaba, quizás una o dos veces en la noche. Los últimos días pasó a pedir agua en lugar de teta.
Y llegó el día que prefirió dormir solo, sin una sóla lágrima, cuando él lo ha decidido, cuando lo ha necesitado, cuando ha estado preparado. ¿Veís? una vez más TODO PASARÁ. También llegará y pasará para vosotros, padres desesperados que pensáis que vuestro hijo nunca jamás aprenderá a dormir si no le enseñáis, o que nunca querrá salir de vuestra cama. Creedme, lo hará, aún cuando vosotros no estéis preparados, cuando penséis confiados que es algo imposible, incluso aunque no queráis que sea en ese momento, pasará.
![]() |
Imágen |
Hoy os voy a dar un consejo desde el que "ha vivido"...escuchad a vuestros hijos, hablan alto y claro, escucharos también y si es lo que os pide el corazón, el instinto, disfrutad de ese tiempo de dormir juntos, sin culpas, sin presiones, no le hacéis ningún mal, no os lo hacéis a vosotros. En realidad dura tan poco. 5 años ha durado nuestro disfrute. ¿Qué son cinco años en la vida de una persona, en las vivencias de una pareja? Poco y mucho a la vez.
Así es el balance de nuestro sueño...FELIZ, lo sigue siendo.
Si os apetece conocerla completa podeís hacerlo aquí:
Pd. Ese ha sido nuestro camino en cuanto al sueño. Practicar el colecho ha sido estos años nuestra fórmula para descansar, para seguir colmando nuestra necesidad de tiempo juntos, de disfrutarnos, de amarnos; nuestra fórmula no tiene porqué ser la tuya, pero por favor, sea como sea la vuestra, que sea alejada del color, de las lágrimas, del sufrimiento.