Hoy leemos ¿Dónde está?

Lo encontramos en la biblioteca buscando libros para traer a casa. Lo leímos allí mismo, una vez, dos veces. A David le entusiasmó, así que se vino con nosotros.

¿Donde está? de Christian Voltz, Editado por kalandraka. Se trata de un libro sencillo en el texto, basado en la repetición de un par de frases cortas en cada página. Las imágenes, elementales también, se basan en algunos elementos "sin valor" amontonados, que poco a poco dan forma a un personaje. Cabeza, pelo, cuerpo, sonrisa, ojos...

En la carátula un pequeño botoncito animado aparece bajo una piedra. El protagonista ¿O no?

¿Donde está? El pequeño botón se supone escondido tras un montón de objetos. 

Página a página se va repitiendo la misma pregunta ¿Donde está? El pequeño botón se vislumbra en cada una de las imágenes, es fácil encontrarlo. Me recuerda al veo veo y al escondite. Poco a poco, con cada página, con cada nueva pregunta, a la izquierda va cobrando forma una simpática criatura. Hasta que al final los elementos se acaban, dejado ver al pequeño botón, pero la pregunta sigue siendo ¿Donde está? y es que no era él el protagonista. Y en un periquete...catapún!!!! vuelta a empezar

Me sorprendió al leerlo en casa por la noche que el pollito ya se supiera el texto, y es que es tan sencillo, dinámico y sorpresivo que no entiendo cómo está recomendado a partir de 4 años. Me aparece un librito la mar de aconsejado para la más temprana infancia. Repetición, juego, sorpresa, arriba, debajo, detrás, construcción, decontrucción, abstracción, sentimientos, personalidad...a través de unos simpáticos personajes.

Sin embargo y por todo eso, también lo veo un libro idóneo para que los "más mayorcitos" prelectores (como David) lo experimenten sólos. Es seguro que después de leerlo varias noches seguidas se lo sabrán más que de memoria y podrán ser ellos los que nos lo cuenten a nosotros. 

Una de esas noches no me pude resistir y nos gravé, no es nuestra mejor interpretación pero ahí queda para el recuerdo.

Me parece genial usarlo para recrear experiencias similares en casa. Coger distintos objetos y formar personajes con ellos. Dotarlos de esencia dándoles nombre.
No tardamos en hacerlo, antes incluso de devolverlo a la biblioteca. Busqué algunos objetos que pudieran evocar a los elementos del cuento y los metí en una caja...fué divertido observar cómo, de entre todos, iba eligiendo los que más se parecían a los del cuento. No teníamos abalorios pero si unas anillas, pero esos eran los abalorios, si o si :)

Y así, durante buenos rato nos dedicamos a hacer y deshacer el muñeco, a contar y recontar el cuento, que total, quien necesita leerlo si está guardadito en nuestra mente