Porteando cual gitanilla de feria

Será que yo antes no me fijaba en esas cosas y ahora aunque sin ser consciente si lo hago. Será como cuando estás embarazada y sólo ves embarazadas por la calle. Eso será. 

La cosa es que estos días de feria ni "mijita" íbamos a usar el carro, que aunque para el camino está bien, después es un coñazo estar todo el tiempo cargando con el, así que a la feria andandito y en bracitos, un poquito con mamá, otro poquito con papá.

Un par de días nos llevamos el tonga y cuando se casó se quedó dormido en él tan agustito. Otro par de ellos, como tengo la cabeza tan mala se me olvidó, pero como llevaba un pañuelo largo para el cuello, pues sólo hubo que hacerle un nudo y ¡ala! una bandolera en un periquete y la mar de cómoda. Allí estaba yo, con mi traje de flamenca y mi niño colgado de vuelta a casa, un poquito tarde pero bien calentito.

Pues mira tú que así como no vi yo a otras flamencas porteando, lo que si vi es a un montón de esas que llamamos "personas necesitadas" haciéndolo. Sudamericanas algunas y mamás gitanas muchas, muchas. Tanto de aquí como rumanas. Jóvenes y no tanto. Que si un "cacho" de trapo, que si un matoncillo, que si un pañuelo de esos de cuadros...al fin y al cabo todo es lo mismo. Meros instrumentos para conseguir nuestro objetivo, llevar a nuestros niños de la forma más cómoda posible y cerquita nuestra.

A alguna mami de estas "colegas de porte" la he visto hasta teteando, ¡que gloria para ese niño! ya "mayorcito" (más chico que David pero mayor que la media denlo que se considera "normal") allí al ladito de su mamá, con la teta a su libre disposición. ¡qué cosa más bonita!

Como decía Carlos González en la conferencia que dió en Tomares. ¿Qué será que en todas las partes del mundo, en distintas épocas, culturas, civilizaciones, todas las mamás tengamos esa necesidad de sentir a nuestros niños cerca, protegidos? (Aquí una poquito de porteo por el mundo).

A mi personalmente me encanta que nuestras caras estén a la misma altura  y poder escuchar así su parloteo incansable, sus historias, pasar el camino cantando A comer croquetas o sentirlo tranquilo, dormido aunque esté lloviendo y no tengamos paraguas.

Pero ¿porque eso se olvida un poco, o un mucho, en las sociedades "más ricas"? Me refiero a que esas madres que yo he visto porteando son las mismas que en su día a día utilizan un carrito de bebé para acarrear chatarra, vamos, que tener carro tienen, aunque no sea el último modelo de Bugaboo o de Inglesina, sin embargo no lo usan con sus niños, prefieren llevarlos encima. ¿Que hace que nosotros, la clase media los alejemos de nuestro cuerpo?

Será esa necesidad que nos han impuesto de estar cómodos, de que los niños nos "molesten" lo menos posible, será esa cultura del desapego, tan de moda desde hace algunas generaciones. Será, será lo que será...no sé.

Ay! y qué gracia me ha hecho estos días los comentarios de una noticia en la tele. Resulta que ha nacido un bebé gorila en el Parque de la Naturaleza de Cabárceno, sólo tenía dos días y el locutor comentaba los cuidados tan amorosos que le prodigaba su madre y hacía hincapié en que la mamá lo llevaba encima a todas partes, no se separaba de su bebés ni un segundo y le daba la teta. Mi marío comentó con cachondeo: Huy, pues el pediatra le va mandar que le de un biberón. Jeje, tenemos tan interiorizadas las críticas...¿Pero de que se asombran? ¿De que no se separe de su hijo de dos días? ¿de que lo lleve en brazos? ¿de que le de la teta? ¡¡¡Madre del amor hermoso!!!!. Lo raro sería lo opuesto. Pero claro, lo miran como lo que es "lo normal" (no natural) entre los humanos. ¡A ver si nos enteramos de una vez!, que las otras madres mamíferas, y sobretodo esas que se parecen más a nosotros, dícese nuestros primos los primates...no sienten la necesidad de ir a la peluquería, de compartir el momento comida-biberón con el padre, de tener espacio para sí misma. Todo gira en torno a su bebé, porque ÉL LA NECESITA.

Cuando decía arriba "personas necesitadas" me refería obviamente a necesitadas de cosas materiales, porque parece que de lo demás andan bien servidas, aunque sus problemas tendrán, como todos. No me creo que llevaran a los niños encima, con lo que pesan, porque no tuvieran a nadie con quien dejarlos, sino más bien porque les da la realísima gana. No sabéis lo identificada que me sentí con ellas. Cosas de la maternidad, que nos hace iguales, porque todas somos madres y queremos lo mejor para nuestros hijos, aunque para unos sea sentirlos cerca, para otros comprarle muchos juguetes y para otros simplemente que no les falte la comida...

Ahora, que qué bien me vino las dos horas de siesta que se pegó el peque en un carro prestado, que todo hay que decirlo.