Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...
Mostrando entradas con la etiqueta trucos. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta trucos. Mostrar todas las entradas

26 de octubre de 2015

Mis trucos para ahorrar en la ropa del peque

Cuando sigues a 555 personas en Instagram y quieres encontrar aquella imágen que viste hace tres o cuatro días allí y que te dio la idea de escribir un post tienes que tragarte, digamos...trescientasmil fotos? y justo, cuando estás llegando al día en cuestión no te deja retroceder más y maldices los tres cuartos de hora que has dedicado a esta tarea. En fin...snif, snif

Pues llamésmosle X (ya me gustaría enlazarla) compartía sus trucos para ahorrar al comprar la ropa de sus niños en las nuevas temporadas. Creo recordar que dentro de sus truquillos estaban probarles toda la ropa, hacer una lista con lo que necesitaba comprar para cada niño y ajustarse a ella.

Ufff, ajustarse a ella, eso es lo más difícil para mi, sobre todo al comprar en rebajas o si piso alguna de las conocidas tiendas lowcost, con tanta ropa mona para el pollito y barata, así que ambas cosas las intento evitar, lo mismo que el "salir a dar una vuelta por si veo algo", porqué sí, siempre veo algo con lo que se que mi peque estará requeteguapísimo, como lo está con todo lo que se ponga, que para eso soy su madre y si no se lo digo yo quién se lo va a decir además de su abuela ;)

La moui, supongo que como todas las mamás, temporada a temporada ha ido depurando "la técnica" del cambio de aramario y estos son mis truquillos.



En el cambio de estación sólo guardo lo que le está holgado o tengo dudas de si le valdrá o no. Si he desechado algo muy básico, como un abrigo, lo apunto en la lista de "Compras Pollito" que siempre está colgada en el pizarra. 

Personalmente y como también decía esta otra mamá huyo de comprarle ropa en rebajas. A meses vistas, sin saber qué de su ropa le estará bien y qué no prefiero no volverme loca y esperar, a no ser que haya alguna cosa que tenga muyyyyyy clara y sea muuuuuuyyyy barata. Ya me ha pasado comprar algo pensando que dentro de unos meses le servirá, que llegado el momento le estuviera pequeño o que hayan pasado tres temporadas guardado sin poderlo usar (este año creo que porfin estrenará aquella camiseta de Tuc Tuc de hace tres temporadas). La verdad es que soy nefasta calculando las tallas que usa/usará.

No me gusta hacerle pasar por el suplicio de probarse toda la ropa de golpe y tampoco quiero (ni podemos) comprar todo lo que necesite del tirón. Cada temporada saco lo que había guardado y la pongo al uso, de esa forma cada día, sin agobios veo qué le está bien y qué no. Se pone algo, si es imponible se cambia de ropa en un periquete y si no da para mucho más pero está ponible lo usa ese día y ya después de lavarlo va directamente a la bolsa "para dar". 

De esa manera voy ajustando lo que realmente necesita y va a usar y evito que tenga 8 pantalones cuando sólo se pone tres o 4 jerseys cuando en los pocos días de frio termina usando sólo un par de ellos. Voy comprando según las necesidades reales, poquito a poco que así es menos honeroso para nuestra tarjeta.

Poquito a poco vamos consiguiendo engañar al afán compulsivo y somos un poquito más sostenibles. ¿Y tu cómo te organizas?



22 de enero de 2014

Visto y no visto. Manchas de lejía de los vaqueros.

Hoy vengo a hacer alarde de profesión, de esa que dejé en el camino a los cinco meses de embarazo, de esa que tanto echo de menos como en realidad no añoro, la Conservación y Restauración de obras de arte.

Unos conceptos mínimos y en lenguaje profano, para que nos entendamos todos. Cuando a un cuadro o una escultura le falta una parte de la pintura, para completarla y que vuelva a verse "como antes", se reintegra, que viene a ser completar la imágen.

La reintegración no se hace imitando los trazos para que parezca que en ningún momento se perdió ese trozo. No hay que intentar engañar a nadie. Se hace de forma que desde una cierta distancia se perciba el conjunto, pero que al acercarte se aprecie perfectamente cual es la zona que se ha trabajado. 

Dos de las técnicas que se utilizan para conseguir este efecto es el rigatino o tratteggio y el puntillismo. El rigatino se basa en la yuxtaposición de líneas muy finas y juntitas creando de esa forma la ilusión óptica de que el dibujo continúa. El puntillismo es igual pero con pequeños puntitos.

Todo este rollo es para llevarlo a la práctica en la vida diaria de la forma más sencilla del mundo. ¿Nunca se os ha manchado de gotas de lejía un vaquero que os queda superbien y que salvo por eso está en perfecto estado para ponértelo para todo? Yo soy así de desastre, me pasa muy a menudo y ahí pongo en práctica mi exprofesión.

Necesitamos un boli y ya está, pero seamos listos, que hay muchos tonos de tinta, cojamos el que más se parezca al tono del vaquero, incluso más de uno si fuera necesario. 

En unos pantalones del gallo que es tan desastre como yo
Una norma es que si reintegramos en un tono más bajo que el original se verá menos que si nos pasamos de oscuro, que lejos de disimular la mancha la haremos más evidente.

Aquí no vale usar el rigatino, en el caso de los vaqueros, por el tipo de trama de la tela, que hace como pequeños montículos, el putillismo hace genial ese efecto y podemos conseguir que la mancha desaparezca en un suspiro.

Y ya está, fin del tochotutorial.  Espero que os hay sido útil el truquillo