Simplemente nos hace feliz

Teta, esa fué una de las primeras palabras que dijo David, como otros muchos niños de pecho. No se me ocurre una palabra más hermosa y sin duda es una de las que define a mi hijo.

Hoy celebramos el Día de la lactancia materna, es curioso que celebremos un día concreto lo que es en nuestras vidas un acto cotidiano. 

En nuestro día a día es algo tanto a más importante que comer o dormir.

Si contara las horas que David se pasa al pecho serían sin duda muchas más que las que pasa haciendo cualquier otra cosa. Es su actividad favorita y porqué no decirlo, también la mia. Aunque haya veces que me supere la alta demanda.

Ya lo contaba aquí, es lo que más quiere en el mundo. Por encima de mi misma

Es su forma de despertarse, de dormirse, de relajarse. Es nuestra forma de conectar en lo más intimo, de reconciliarnos y de reencontrarnos. Es continuidad y seguridad.

El año pasado por este día escribí esta entrada, leyéndola, veo que un año después nada a cambiado, me alegro de que así sea.

No deja de asombrarme que prefiera teta a cualquier otra cosa. Que a sus tres años cumplidos deje el  desayuno con apenas un bocado para tomar teta o el almuerzo a la mitad. Ya no quiero más. Quiero teta.

No puedo dejar de reirme cuando me ve desnudarme y se le ponen los ojos como bolillas saliendo de sus órbitas y al grito de ¡¡¡¡¡TETA!!!! se abalanza sobre mi. ¡Sólo un chupetón!¡sólo un beso y un abrazo!

Es una necesidad primaria, visceral, es como una droga para él, pero que dulce droga que le calma en lo más hondo. 

Nutre su cuerpo, pero sobretodo le nutre el alma y a mi también, porque no hay momento más reconfortantes que los que pasa en mi pecho. No hay paisaje más hermoso que ver sus ojos mirándome mientras mama y sentirlo.

¿Todavía mama?¿pero cuantos años tiene?¿hasta cuando?. Antes me molestaban, ahora me dejan indiferente. ¡Qué sabrán ellos! ¡que afortunados los que lo vivimos!¡qué regalo!

¿Cómo algo tan natural puede verse como un logro? Porque sin embargo lo es, son tantos los vientos en contra. Por eso, por lograr luchar contra las dificultades y conseguirlo y por seguir aquí, me siento orgullosa de nosotros, me siento poderosa, que contradicción, poderosa y mágica por hacer algo tan sencillo y tan obvio como amamantar. Porque todas podemos amamantar a nuestros hijos y sin embargo no todas lo hacen, porque no lo saben, no saben que pueden, que tienen ese poder mágico. Porque la sociedad es nuestra criptonita, por eso son necesarios días como el de hoy. Lo seguiremos celebrando. 

¿Que por que lo hacemos? Simplemente porque nos hace feliz a ambos, porque lo disfrutamos, porque queremos y no hay más dueño de nuestro cuerpo que nosotros mismos.

Quiero compartir de nuevo esta entrada, con estas palabras y este video maravilloso que me sigue emocionando.

Feliz lactancia