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29 de junio de 2014

Día Mundial del Sueño feliz. Hoy más que nunca, nuestro día

29 de Junio un año más, Domingo. Día Mundial del Sueño feliz. #DuermeteConmigo es el lema este año. Eso mismo podría decirle yo al pollito ahora.

Hace nueve días de nuestro descolecho, David ya no duerme con nosotros. Si albergaba una mínima esperanza de que no fuera un camino sin retorno, se esfumó en estos días.

Se veía venir, los últimos días del curso lo había visto dar un salto madurativo. Lo sentía (más) mayor. Es curioso cómo, después de unos días de marcha atrás, de portarse peor, llega un gran avance, un gran cambio, siempre para mejor.

Hace ya mucho que dormía del tirón. La época de mojar la cama quedó muy atrás, las épocas de las eternas tetadas nocturas pasaron hace años, dos para ser exactos. Dos años más continuó reclamando la teta por la noche, un micro segundo si acaso me despertaba, quizás una o dos veces en la noche. Los últimos días pasó a pedir agua en lugar de teta.

Y llegó el día que prefirió dormir solo, sin una sóla lágrima, cuando él lo ha decidido, cuando lo ha necesitado, cuando ha estado preparado. ¿Veís? una vez más TODO PASARÁ. También llegará y pasará para vosotros, padres desesperados que pensáis que vuestro hijo nunca jamás aprenderá a dormir si no le enseñáis, o que nunca querrá salir de vuestra cama. Creedme, lo hará, aún cuando vosotros no estéis preparados, cuando penséis confiados que es algo imposible, incluso aunque no queráis que sea en ese momento, pasará.
Imágen
Hoy os voy a dar un consejo desde el que "ha vivido"...escuchad a vuestros hijos, hablan alto y claro, escucharos también y si es lo que os pide el corazón, el instinto, disfrutad de ese tiempo de dormir juntos, sin culpas, sin presiones, no le hacéis ningún mal, no os lo hacéis a vosotros. En realidad dura tan poco. 5 años ha durado nuestro disfrute. ¿Qué son cinco años en la vida de una persona, en las vivencias de una pareja? Poco y mucho a la vez.

Así es el balance de nuestro sueño...FELIZ, lo sigue siendo.

Si os apetece conocerla completa podeís hacerlo aquí:
De mitos, libros, métodos, sueños. Desmontando a Estivil.  
Descolecho

Pd. Ese ha sido nuestro camino en cuanto al sueño. Practicar el colecho ha sido estos años nuestra fórmula para descansar, para seguir colmando nuestra necesidad de tiempo juntos, de disfrutarnos, de amarnos; nuestra fórmula no tiene porqué ser la tuya, pero por favor, sea como sea la vuestra, que sea alejada del color, de las lágrimas, del sufrimiento.

27 de junio de 2014

Hoy leemos. La mariquita malhumorada. Un cuento viajero

Todo lo que sale de La Colina de Puck son buenas ideas y lo mejor de todo es que se materializan. La jefa de la colina es especialista en ello, así que hace ya un tiempo llegó a casa un paquete...La mariquita malhumorada, un cuento viajero, igual que la protagonista.
Había pasado ya por un par de familias y después de acompañar nuestros sueños muchos días ya vamos a dejarla viajar de nuevo.

La mariquita malhumorada no es el libro que más nos haya gustado de Eric Carle, hablo en plural porque esta vez la opinión ha sido compartida por el pollito y por mi. 

Las ilustraciones, siguiendo su estilo, como siempre maravillosas. La repetición del patrón, es el fuerte de este libro. Mientras pasan las horas la mariquita va encontrando en su viaje distintos animales, a cual más grande, al igual que el tamaño de las páginas, como en la Pequeña oruga glotona. Los dibujos de los relojes intensifican el concepto del paso del tiempo. 
Qué cosa, no hemos empatizado con este personaje, y no será porque no nos malhumoremos toooodos muy a menudo, en eso somos expertos.
Las repeticiones han sido para nosotras excesivas, cada vez que lo leíamos se nos hacía largo, pesado. A pesar de cambiar de boces, a pesar de fjarnos en la hora, a pesar de disfrutar de los colores y los trazos de las ilustraciones, de ver cómo se hacían más y más grandes, demasiados. 

No, no ha calado este cuento en casa. Pero así son los gustos, diferentes y eso es lo mejor de todo.

Buen viaje mariquita, espero que si vuelves a llegar a nuestro gallinero nos reconciliemos contigo. 

Podéis leer las reseñas de los participantes en este juego aquí
La Colina de Puck (el origen de todo)
Mi mundo sabe a naranja (con tantos recursos como sólo uan seño puede hacer)
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No me ha dado tiempo de linkear mi post pero ahí tenéis los demás participantes de esta semana
An InLinkz Link-up

25 de junio de 2014

¡Sorprendente! Una pared magnética

Cuando mi madre se asomó a la habitación y vió esa superficie negra presidiendo la pared se enfadó. No sirvió de nada que le explicará que cuando estuviera terminada habría desaparecido. El pollito lo entendió mucho mejor, no sería negra (su color favorito), pero sería una pared especial. 

Y así quedó, una pared normal a simple vista pero mágica en realidad, una pared sorprendente.

Siempre me ha gustado la idea de tener un lugar donde exponer sus dibujos. Ya tenemos encima del televisor un par de cordeles repletos de ellos, pero en su habitación quería algo más minimalista. Una pared magnética era la solución perfecta. 
Basta con aplicar capa sobre capa de pintura magnética para crear la superficie imantada. Nosotros la compramos en Leroy Merlin, es al agua, lo que facilita limpiar los utensilios de trabajo y apenas huele.

Mientras más capas tiene más imantada está la superficie, además yo quería cubrirla de blanco como el resto de la habitación, así que le mano sobre mano hasta terminar el bote. Después una mano de imprimación.

Como verás en la imágen de la derecha, delimitamos la superfici con cinta de pintor ¡¡¡ERROR!!! Al tener tantas capas, el grosor al terminar es considerable, por lo que después de la imprimación se apreciaba claramente un escalón. Lo solucionamos suavizando el borde con emplaste hasta que el escalón quedó disimulado.

Algunas manos de pintura después, el resultado es el que véis a la derecha...camuflaje total

Poquito a poco vamos haciendo nuestro el espacio. Después del medidor pirata y la pared mágnética ¿qué será lo siguiente? Tendrás que esperar al próximo miércoles ;)

Edito:
Con los comentarios del excesivo trabajo que tiene, he recordado la súper pizarra magnética en el pasillo de Mariló, eso si es un currazo impresionante, por las dimensiones del pasillo y por lo bien que quedó, su resultado es expectacular. Ainssss si yo tuviera un pasillo...

23 de junio de 2014

Descolecho

El sábado fue mi cumpleaños. ¿Quién me iba a decir a mi que recibiría ese "regalo"? el descolecho.

El miércoles pasado, apuntaba que le habíamos metido mano a la habitación de David para que tuviera su cama y pudiera dormir en ella cuando quisiera. Yo estaba tranquila. Ni por un asomo pensé que el cambio llegaría tan rápido. Él seguía diciendo que aunque tuviera su cama, dormiría con nosotros y yo la verdad, estaba feliz por ello. No quería que pasara ya el tiempo de dormir juntos, de meterme en la cama con mis dos hombres cerquita, sin tener que "elegir" con cuál me iba. Acurrucarme oliendo su pelo de niño. Oir su respiración, susurrar pidiendo "teta", teniéndolo ahí, a sólo unos centrímetros, al alcance de mis caricias, de mis besos.

No había problema. Aún no. Amo ser tu almohada y seguiré siéndolo.

Ha pasado en menos de un mes de llorar porque le estábamos desmantelando la habitación a ilusionarse de tal forma como para eso.

Terminamos la decoración del cuarto (el miércoles próximo enseñaré la segunda entrega, después del medidor pirata), llegó la cama, aún faltaban el colchón y la almohada. El viernes llamaron diciendo que lo traían y así fue. Ya estaba todo.

Habíamos quedado con amigos, lo habíamos pasado bien, volvimos tarde a casa, ya no era viernes, era sábado, 21 de Junio, día de mi cumpleaños, nuestro aniversario de novios también. 

Mamá, esta noche quiero dormir en mi cama
Pronunció las palabras fatídicas. Me dejó de piedra. Vaya "regalo" de cumpleaños.
No dejé que se notará mi turbación, mi tristeza, mi decepción. Dejé que aflorara la alegría de sentirlo preparado para dar un paso más, para cortar un poquito más el cordón.

La primera noche que no dormiríamos juntos, la primera noche que leeríamos el cuento en su cama. ¡Qué emocionado estaba con su cama nueva!
Comenzamos la rutina. Eligió el cuento, Las diez gallinas, uno de sus favoritos de más pequeño y cuando terminamos, después del beso de buenas noches, con la luz ya apagada pidió tetita y así se durmió. Al poquito me fui de su lado y no me costó tanto como pensaba. 

Después de unas horas me llamó y allí que me fui, a su lado pasé el resto de la noche. Juntos, como siempre hasta ahora, despertamos. 

¿Has dormido conmigo toda la noche mamá?
No pollito, me fui cuando te dormiste. No iba a mentirle. Aún me quedaba la esperanza que me dijera que no quería dormir solo, pero no lo hizo.
Mamá, esta noche dormiré solo todo el tiempo, sin ningún adulto.
Claro cariño, como tu quieras. Mientras lloraba por dentro.

Después lo ha pensado mejor.
Mamá, no pasa nada porque duermas conmigo en mi cama hasta que me acostumbre ¿verdad?
Casi se me escapa un grito de alegría. ¡Claro que no pasa nada! ¡Como siquieres volver a dormir con nosotros! ¡Siempre podrás volver a dormir con nosotros!.
Seguiremos con esta etapa de transición por algún tiempo. La necesita, la necesito. No me importa pasar las noches de cama en cama; no me importa no descansar tan bien. Necesito ese despegue gradual.

Se que debo sentirme feliz, es un gran paso y lo estoy. Feliz por verlo crecer así, feliz.
Se que puedo sentirme orgullosa, estamos respetando sus tiempos, sus necesidades, dejando que crezca, en todos los sentidos, de forma natural, a su ritmo, poquito a poco.

Cuanto ha cambiado en tan sólo un mes. Y pensar que tantos decían que nunca lo haría, incluso yo misma lo pensaba.

Tengo que confesar que me sentó horriblemente mal que me hicera ese regalo de cumpleaños. Ahora, sólo dos días después me alegro. Un hito más en la vida de nuestra familia. Algo más que celebrar. Nunca, nunca olvidaremos el día que comenzamos a descolechar.

20 de junio de 2014

Hoy leemos. El niño y la bestia

Si, nosotros también podemos ser unos monstruos. Muchas veces lo somos, nos dejamos llevar como ellos. Soy un dragón, pueden decir ellos. Soy una bestia, podemos contrarrestrar nosotros. 

El niño y la besita trata de eso, de una mamá que se convirtió en un mostruo. Los roles se intercambian. Es el hijo el que la acompaña en su nuevo ser, el que poquito a poco, con su cariño y con la ayuda del tiempo y de nuevas ilusiones hace que esa bestia vaya convirtiéndose de nuevo en una mamá.

Es un libro delicioso. Maravilloso observar ese acompañamiento, con cuanta sabiduría el pequeño está ahí a la vez que respeta el espacio, el tiempo, del adulto, pacientemente. Maravilloso también observar sutilmente la trasformación de nuevo en persona...tan  poquito a poco que casi no te das cuenta. 

Una separación, un divorcio, ha convertido a esta mamá en una bestia. Yo me convierto por otras cosas...unos más y otros menos, pero todos lo hacemos.

Por tantas veces como me coniverto en una bestia, me gustaría tener este libro en mi mesita de noche...algún día. Este o casi cualquiera de la editorial Picarona, que editorial tan pequeña y tan grande.
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18 de junio de 2014

Me doy permiso

Ilustración de Alberto Ruggieri
 Me ha gustado tanto el texto que lo recojo aquí para tenerlo presente

Me doy permiso para separarme de personas que me traten con brusquedad, presiones o violencia, de las que me ignoran, me niegan un beso, un abrazo...

No acepto ni la brusquedad ni mucho menos la violencia aunque venga de mis padres o de mi marido, o mujer. Ni de mis hijos, ni de mi jefe, ni de nadie.
Las personas bruscas o violentas quedan ya, desde este mismo momento fuera de mi vida.

Soy un ser humano que trata con consideración y respeto a los demás. Merezco también consideración y respeto.

Me doy permiso para no obligarme a ser “el alma de la fiesta”, el que pone el entusiasmo en las situaciones, ni ser la persona que pone el calor
humano en el hogar, la que está dispuesta al diálogo para resolver conflictos cuando los demás ni siquiera lo intentan.

No he nacido para entretener y dar energía a los demás a costa de agotarme yo: no he nacido para estimularles con tal de que continúen a mi lado.
Mi propia existencia, mi ser; ya es valioso.
Si quieren continuar a mi lado deben aprender a valorarme.
Mi presencia ya es suficiente: no he de agotarme haciendo más.

Me doy permiso para no tolerar exigencias desproporcionadas en el trabajo.
No voy a cargar con responsabilidades que corresponden a otros y que tienen tendencia a desentenderse.
Si las exigencias de mis superiores son desproporcionadas hablaré con ellos clara y serenamente.

Me doy permiso para no hundirme las espaldas con cargas ajenas

Me doy permiso para dejar que se desvanezcan los miedos que me infundieron mis padres y las personas que me educaron. El mundo no es sólo
hostilidad, engaño o agresión: hay también mucha belleza y alegría inexplorada.

Decido abandonar los miedos conocidos y me arriesgo a explorar las aventuras por conocer.
Más vale lo bueno que ya he ido conociendo y lo mejor que aún está por conocer. Voy a explorar sin angustia.

Me doy permiso para no agotarme intentando ser una persona excelente.
No soy perfecto, nadie es perfecto y la perfección es oprimente.

Me permito rechazar las ideas que me inculcaron en la infancia intentando que me amoldara a los esquemas ajenos, intentando obligarme a ser perfecta: una persona sin fisuras, rígidamente irreprochable. Es decir: inhumano.

Asumo plenamente mi derecho a defenderme, a rechazar la hostilidad ajena, a no ser tan correcto como quieren; y asumo mi derecho a ponerles límites y barreras a algunas personas sin sentirme culpable.

No he nacido para ser la víctima de nadie.

Me doy permiso para no estar esperando alabanzas, manifestaciones de ternura o la valoración de los otros.

Me permito no sufrir angustia esperando una llamada de teléfono, una palabra amable o un gesto de consideración.

Me afirmo como una persona no adicta a la angustia.

Soy yo quien me valoro, me acepto y me aprecio No espero a que vengan esas consideraciones desde el exterior.

Y no espero encerrado o recluido ni en casa, ni en un pequeño círculo de personas de las que depender.

Al contrario de lo que me enseñaron en la infancia, la vida es una experiencia de abundancia.

Empiezo por reconocer mis valores, Y el resto vendrá solo. No espero que venga de fuera.

Me doy permiso para no estar al día en muchas cuestiones de la vida: no necesito tanta información, tanto programa de ordenador, tanta película de cine, tanto periódico, tanto libro, tantas músicas.

Decido no intentar absorber el exceso de información. Me permito no querer saberlo todo. Me permito no aparentar que estoy al día en todo o en casi todo.

Y me doy permiso para saborear las cosas de la vida que mi cuerpo y mi mente pueden asimilar con un ritmo tranquilo.

Decido profundizar en todo cuanto ya tengo y soy. Con lo que soy es más que suficiente. Y aún sobra.

Me doy permiso para ser inmune a los elogios o alabanzas desmesurados: las personas que se exceden en consideración resultan abrumadoras. Y dan tanto porque quieren recibir mucho más a cambio.

Prefiero las relaciones menos densas.

Me permito un vivir con levedad, sin cargas ni demandas excesivas. No entro en su juego.

Me doy el permiso más importante de todos: el de ser auténtico.
No me impongo soportar situaciones y convenciones sociales que agotan, que
me disgustan o que no deseo. No me esfuerzo por complacer.

Si intentan presionarme para que haga lo que mi cuerpo y mi mente no quieren hacer, me afirmo tranquila y firmemente diciendo que no. Es
sencillo y liberador acostumbrarse a decir “no”.

Me doy el permiso más importante de todos: el de ser auténtico. No me impongo soportar situaciones y convenciones sociales que agotan, que me disgustan o que no deseo. No me esfuerzo por complacer.

Elijo lo que me da salud y vitalidad.

Me hago más fuerte y más sereno cuando mis decisiones las expreso como forma de decir lo que yo quiero o no quiero, y no como forma de despreciar las elecciones de otros.

No me justificaré: si estoy alegre, lo estoy; si estoy menos alegre, lo estoy; Y si un día señalado del calendario es socialmente obligatorio sentirse feliz, yo estaré como estaré.

Me permito estar tal como me sienta bien conmigo mismo y no como me ordenan las costumbres y los que me rodean: lo “normal” y lo “anormal” en mis estados emocionales lo establezco yo.

Joaquín Argente

(Del facebook de Si la cabeza te dice una cosa)

Medidor pirata. Inspiración y "DIY"

Por fin nos decidimos a meterle mano a la habitación del pollito. Aunque seguimos disfrutando durmiendo juntos, ya es hora de que tenga una cama, su cama, para cuando quiera usarla. Nos daba una pereza horrible, pero a la vez, tener la excusa para dejar aflorar un poquito la creatividad me encanta. 

En varios miércoles seguidos voy a ir desgranando las detalles que personalizan su espacio y que ponen la nota de color al blanco de paredes, muebles y cortina. Inspiración pirata disimulada ;)

Empezamos con algo que no está a simple vista sino escondido detrás de la puerta. En medidor que viene a sustituir el que venía en un libro de Trace Moroney que le regaló Marián en un cumpleaños. 

Así ha quedado. Chulo ¿verdad?

Lo de DIY es un decir, porque qué os cuento. Lo primero de todo, buscar inpiración por la red. Estos vinilos de Chispum y Decohappy lo consiguieron.

Con la idea clara, dibujé en la pared con lápiz mi diseño y después lo repasé con rotulador indeleble. No hay más ;)
Aún nos falta pasar las medidas del viejo medidor a este, pero todo se andará.

El detalle del pollito pirata no podía faltar. Después pensé en el pañuelo en rojo hubiera quedado mejor pero ahhhh, ya estaba hecho.



16 de junio de 2014

El mojón curioso

No recuerdo como se llamaba la película. Era una comedia española de esas malas, malas. Yo, sosa por naturaleza, no le veía la gracia hasta que llegó el momento mojón curioso. Esas palabras definían a la perfección ese momento en el que ya no puedes aguantar más pero por h o por b tienes que hacerlo.

Allí estaba yo cómodamente en mi hamaca mientras gallo y pollito se remojaban. De repente, el pollito llegó corriendo gritando 
¡Caca, caca!
Venga vamos, le decía mientras le intentaba poner la toalla. 
Negó con la cabeza. Si me quedo así quieto se me quitan las ganas. 
¡Venga vamos al baño!
Que no mamá, que ya no tengo ganas. Decía mientras volvía a correr al agua.
Antes de entrar en la piscina se paró en seco. Lo observé poner cara rara con las piernas abiertas, darse la vuelta y volver corriendo mientras gritaba
¡¡Que me cago!!
Llegó hasta mi. Se paró delante mientras seguía gritando ¡Qué me cago!
Tierra trágame, o mejor aún trágatelo a él o haz que enmudezca.
Shhhhh no grites...le decía mientras lo levantaba en volandas sin querer ponerle la mano en el culete, pero no tuve más remedio, y entonces lo sentí...el mojón no había podido soportar su curiosidad y había abandonado su cueva.
¡Me cago, me cago! continuaba gritando mientras lo llevaba en brazos al baño.
Al llegar aún seguía gritando.
¡Por dios cáyate!
Bien. Ya estábamos a salvo de miradas y de oídos. Por fin había controlado los nervios y susurraba en vez de gritar.
Me he cagado, me he cagado. Me decía. ¡Coño, cómo si no hubiera ido yo todo el camino sujentando el mojón con mi mano en su culo!.
Al bajarle el bañador. ¡Plof!. Un mojón bien redondo y consistente cayó al suelo.
Uffff, sólo un mojón, un simple mojón, con la de ellos que he recogido a lo largo de la vida de mi perra (si quieres prepararte para soportar las cacas del culo de un niño, entrénate sacando a pasear un perro) nos habíamos librado de una plasta víricadiarreosa de esa que pulula por la población infantil estos días.

Si la situación era rídicula de por si, ahora, lo pienso y no puedo parar de reir. 

Que le vamos a hacer, pero el tema, caca por aquí gusta y mucho. No en balde El topo que quería saber quién se había hecho aquello en su cabeza fue el primer libro que reseñé. Después vendría El libro de la caca, todo un manual para conocerla a fondo. Y las primeras palabrotas que dijo el pollito fueron culo de mierda y culo de peo.

¿Seguirá tan ilustre personaje acaparando post en este rinón?

Con él os dejo
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9 de junio de 2014

Cosas de teta

Con motivo del Día de la Madre, me entrevistaron en Bebés y Más, como parte de una serie de post dedicados a diferentes mamás blogeras, a modo de homenaje. Para ilustrarla les pasé una foto, que nos define bastante bien.

En tiwtter comentan
Según el cristal con el que se mire se podría decir que es demasiado joven, porque eso de "xupar" (me mata ver cosas escritas así de mal) mi mente calenturienta lo une a un acto sexual más que al de amamantar. Aunque qué cosas, pienso que la lactancia es un aspecto más de la sexualidad femenina.

Verán, puedo hablar en los dos sentidos, que experiencia tengo. Me las chupan y maman de ellas y lo que es el pollito no chupa, no. Quizás para los profanos en la materia sea lo mismo, quizás quién no haya tenido el placer la oportunidad de dar de mamar, no sea capáz de diferenciarlo, pero sí, es completamente diferente.
Y oigan no, cuando te soba las tetas tu pareja no tiene nada que ver a cuando tu retoño está sintonizando, eso de placentero no tiene nada, aunque dicen por ahí que hay quien experimenta un cierto gozo sexual en según que momentos al amamantar.

Quizás os resulte aburrido leerme asíduamente hablar de tetas, pero la lactancia es aún una parte muy importante de nuestro día a día, de nuestra relación madre/hijo, de nuestro ser familia, porque nos atañe a todos. 
Me he enamorado de esta ilustración de Mercedes deBellard vista en el blog Con ojos de madre
No hay signos aún de que el destete vaya a ser inminente. Durante mucho tiempo dejó de pedir teta en la calle. Si estábamos fuera y estaba entretenido se olvidaba. Pensé que poco a poco se olvidaría del todo. Después pasó a querer tomarla pero sentir vergüenza porque lo vieran. Solía decirme: ¿pero y si me ven mamá?
Pues no pasa nada de nada pollito, no haces nada malo.

Pocas miradas reprobatorias hemos recibido, o como digo siempre, si las ha habido no las he percibido. Comentarios alguno que otro, aunque no muchos y siempre hemos salido al paso sin amilanarnos. Supongo que sentirme siempre tan segura de mi misma, de lo que hago y porqué lo hago y de contar con el apoyo de su padre, ha hecho que de alguna forma él (nuestro pollito) haya percibido esa seguridad y la sienta como suya. Creo que siente un puntito de orgullo. Estoy convencida de que se siente especial por seguir tomando el pecho cuando sabe que no es lo normal. 

Ahora está en un punto que pide teta cuando quiere delante de quién sea. Quizás pide que lo tape, para acto seguido provocar de alguna forma a quien tenga delante para que se de cuenta que está tomando el pecho. Con un punto reivindicativo que no diré que me disguste. Si le preguntan contesta con seguridad y si no lo hacen pero viene al caso, aprovecha la mínima de cambio para soltarlo.

Releo post sobre nuestra lactancia y no dejo de sorprenderme por el tiempo que llevamos disfrutando, (más de cinco años ya). Es un lujo tener este espacio para recordar tanto.

Sigo muriendo de amor con nuestras historias de teta; cuando se acerca y me dice: ¡¡Huelo a teta!! dame mamá. O cuando me estoy desvistiendo y me dice: espera que no me quiero perder mi momento favorito. Y se acerca y les da un abrazo y un beso, quizás toma un chupito. Les habla, les dice cuanto las quiera, les pregunta cómo han pasado el día...Si le digo que lo quiero, siempre me dice que el quiere a las tetitas ya mi, siguen ocupando el primer puesto.

Así seguimos

6 de junio de 2014

Hoy leemos: ¡No interrumpas Kika!

El mes pasado hacía un compendio de los libros que podías encontrar ese mes en My Little Book Box; entre ellos ¡No interrumpas Kika!. Ese era el nuestro. 

Un mes llevámos disfrutando del cuento en casa. Con el poco tiempo que pasamos recogidos y la obra en la que andamos metidos, las actividades las hemos relegado para las vacaciones. Aburrirnos no nos vamos a aburrir, así que hoy os hablo sólo del libro. 

¡No interrumpas Kika! es un libro divertidísimo con el que creo que muchos con peques de la edad de mio, se sentirán identificados. Porque decidme ¿qué niño no interrumpe el momento cuento?

Así es Kika, una "interruptora" nata. No puede evitarlo y es que claro, conociendo el desarrollo de sus cuentos favoritos ¿como no va a avisar a Hansel y Gretel que esa viejita simpática es en realidad una bruja, a Caperucita de que ese lobo educado tiene malas intenciones o al Pollito exagerado que lo que ha caído del cielo es tan sólo una bellota?

No puede ser más tierna esta gallinita roja (no puedo dejar de acordarme de aquella gallinita rubia de mi infancia, aunque no tengan nada que ver) que llenita de energía y a pesar del propósito de enmienda cae una y otra vez en lo mismo hasta desesperar a su padre. 

Y del padre que decimos...santa paciencia jajajaja. Imaginadlo...cansado, extenuado después de una dura jornada, pero queriendo compartir con su gallinita el momento del cuento antes de dormir. Armado de paciencia, no creo que le falten muchas ganas de decirle ¡duérmete ya, joder!.

Al final, agotados todos los cuentos propone el papá intercambiar los roles. Será Kika quién le lea el cuento a su papi. ¿Podéis imaginaros lo que pasa?

Divertido, tierno, entrañable y muy real. Estoy segura que a cualquiera le gustará.

Este mes para nuestra caja de My Little Book Box hemos (vamos, he) elegido Cómo lavar a un mamut lanudo. Estoy segura que será otro gran acierto. Hoy comentábamos varias amigas suscriptoras lo bien escogidos que están los títulos y lo bien planteadas que están las guías y las actividades. Me encanta constatar que algo en lo que creo tanto no sólo me parece bueno a mi.

Si queréis formalizar vuestra suscripción con un descuento podéis hacerlo accediendo a la web de My Little Book Box desde el barner de la derecha o introduciendo el código gallina al hacer vuestra compra.

Y si estás por Sevilla o alrededores recuerda
http://www.lagallinapintadita.com/p/blog-page_7.html
puedes hacerlo a través del mail lagallinapintadita@hotmail.com
o en cualquiera de las redes sociales


2 de junio de 2014

Cosas que pasan

Había pensado titular esta entrada ¿Porqué te ha pegado papá? pero, aunque seguro que hubiera atraído más lectores, no quería hacerlo en base a algo tan serio como la violencia de género. 

Hay cosas que pasan de la forma más tonta. Así he pensado siempre que moriría, de una forma tonta, probablemente cayendome al subir o bajar las escaleras. 

Ahí estábamos justo en la puerta de casa.  
Vamos a chutar mamá
Ten cuidado con el cristal de la puerta
La pelota se acerca, levanto el pie con fuerza para golpear el balón y de repente ¡zas! El pie de apoyo resbala y me siento volando en el aire y pienso ¡me voy a matar! Culo al suelo, codo al suelo...me quedo sentada ¡bien! No me he golpeado la cabeza.
David se ríe de mi. No me extraña, ha sido una caída de órdago pero al fin y al cabo estoy bien. Al final no ha sido para tanto. Voy a levantarme...oinsss me estoy mareando del dolor ¿del dolor? No me duele como para eso. David ya no se ríe. 
Llama a papá, le digo. 
No ha sido por mi culpa, te has caído sola. Me dice asutado
Lo se David pero llama a papá. Noto cómo ve voy yendo.
Me pongo de pie de un salto. ¡Estoy bien! David llora histérico. Jesús tiene cara de "oh dios mio". Yo no entiendo nada. Cojo a David y lo abrazo. No pasa nada, estoy bien. No me ha pasado nada. David llora y llora. Jesús va a cambiarse de ropa. Estoy un poco mareada pero bien. Jesús se acerca, me mira. ¡Que estoy bien!. David llora más abrazándose a mi. No entiendo que pasa. No dejo de decirle que estoy bien, que no me ha pasado nada. 
David me pregunta histérico: ¿porque te ha pegado papá? 
¿Ehhh? ¿Me ha pegado? A mi no me ha pegado nadie. Que tontería. 
¡Si te ha pegado dos tortas! ¿porqué te ha pegado? 
Jesús se acerca, me mira. David llora más. 
¡Ayyyy que le has pegado a mamá! 
¿Me has pegado? Le pregunto asombrada
Si, te he pegado. Cuando he salido estabas sentada y al mirarte para ayudarte a levantarte has empezado a convulsionar. Has reaccionado al segundo tortazo. 
Me quedo ¿ehhh? Me están contando una película
Estoy bien, pero a pesar de todo me siento un poco mareada. 
Vamos a ir al hosptal. David se queda con mi madre. Llora y llora. No entiende porqué tengo que ir al hospital. Le decimos que tienen que verme le codo porque me duele. Se tira al suelo llorando histérico. ¡¡No quiero que te pongan una escayola!!
Mi niño, mi pobre niño. Está tan asustado. Tanto como Jesús, tanto como mi madre. No tengo miedo. Estoy bien, pero sigo estando mareada.

El reconocimiento neurológico es normal pero tengo que quedarme en observación seis horas para ver cómo evoluciono. Me hacen un tac. Todo normal. Mandan a casa. Si todo sigue normal, un par de días de reposo y ya está. 

Dicen que al volver pregunté: ¿Porqué me pegas? Lo recuerdo vagamente. Qué malo es eso de perder la conciencia.

Acabo de terminar de leer el libro "Maldito karma". Reafirma la idea, hay muertes muy tontas. Son solo cosas que pasan
Imagen Totokaelo