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17 de julio de 2012

Esa gigantesca pequeña cosa



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Estaba leyendo una entrada del blog Soñando Cuentos y  hablaban de un cuento Esa gigantesca pequeña cosa. Conforme lo hacía iba recordando algo.

Siempre he sido un poco tendente a la depresión. ¿Quien lo diría? eh!

Hace años, después de una etapa difícil que me llevó a perder un año en el instituto e ir un poco a la deriva, se me ocurrió escribir un diario. Pero no un diario cualquiera sino un Diario de la Felicidad. En él iba anotando cada día las pequeñas cosas que me había hecho sentir feliz, aunque sólo hubiera sido un momentito.
Las cosas más simples, más cotidianas. 

Recuerdo por ejemplo un rato, al atardecer, sentada en la escalera de la azotea de la casa "vieja" de mis abuelos, con mi perra y Jesús (entonces todavía mi novio). Era una tarde agradable. Ni frío, ni calor. Con una ligera brisita. Sería primavera, las campanas de la iglesia, recuerdo pájaros en el cielo y una luz especial, anaranjada, tan propia de los atardeceres, reflejada en las paredes blancas de la azotea. Allí sentada, simplemente pasando el tiempo, fuí feliz y así lo plasmé en el diario.
Como ese, muchos momentos, hicieron que fuera consciente de la cantidad de veces que era feliz cada día y el pequeño diario consiguió que los valorara y que dejara de sentirme desdichada. 

Esos malos momentos pasaron. Después vinieron otros, pero ya no me acuerdo. 

Como decía Sandra Ferrer "cuando tienes un hijo te explican que existe una cosa llamada "puerperio" o "cuarentena", un tiempo de recuperación "física" tras el nacimiento de tu hijo, a partir del cual "en teoría" todo vuelve a la normalidad. Pues no. Quizás una parte de nuestro cuerpo, pero no nuestra vida ni nuestros sentimientos". Yo lo siento así, siento que he cambiado. Se lo comentaba a ella: me siento como una versión mejorada de mi misma. Más consciente, más plena.

Ser madre ha hecho que valore mucho más las cosas del día a día, que tenga más los pies en el suelo y deje de buscar la felicidad más allá de las nubes, porque día a día, la felicidad la tengo a mi lado, en mi hijo, mi marido, mi madre, mi familia, mis amigos, algunos de los que estáis ahí detrás de la pantalla también. La gente a la que quiero y que me quiere.

Es tan fácil ser feliz sólo mirando los ojitos de David en mi pecho, o sentir la respiración de mis dos hombres a mi lado en la cama. O esa risa suya que me llena el alma y que hace que me derrita por dentro. O la cara de Jesús mirado henchido de orgullo a nuestro pequeño ante cualquiera de las perlas que salen de su boquita. Una tarde en el parque, un paseo en bici, una siesta, una lucha en la cama, un cuento...miles de momentos. No tendría hojas suficientes ese diario si tuviera que escribirlo ahora.

Por eso lo digo, aún a costa de tentar a la suerte, SOY FELIZ

21 comentarios:

  1. Wow!! Me encanta tu blog!! En serio, me he quedado parada de lo guay que es!! Yo también he tendido siempre a ser algo depresiva... :( Pero el tener a mis hijos ha sido una liberación y, aunque hay días de todo... Me siento feliz, muy feliz de hacer lo que hago, de ser lo que soy y de tener lo que tengo!! Te sigo!!

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    1. Nunca lo pensé, no lo imaginé siquiera, pero estoy convencida que ser madre me ha hecho ser mejor persona. Un beso y bienvenida

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  2. Pues si, muchas veces no valoramos todas las cosas maravillosas que nos rodean. Los hijos nos enseñan a ser felices, a mi me encanta aprender de ellos. Me alegro muchísimo de que seas feliz, yo también lo soy.
    Un besazo.

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  3. Me encanta lo del diario de la felicidad!!! Conociéndote ahora cualquiera diría que te deprimías con frecuencia!! ;)
    Una entrada muy bonita.
    Un besito

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    1. uy pues sí, tendente tendente! El blog es en parte también la continuación de ese diario :)
      Te quiero ;)

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  4. Ohhhhh esta entrada me ha tocado el corazoncito!!! ^^.

    He visitado el blog de Soñando Cuentos y es maravilloso, voy a perderme muchas veces por él ¡Gracias por compartirlo! =D.

    Los momentos que describes, el diario de la Felicidad, lo que comentas sobre la maternidad, que nos cambia para siempre, nos transforma... ¡cuántas veces lo he pensado, lo pienso y lo siento! :').

    Preciosa ¡¡¡te mereces ser FELIZ!!!.

    Besotes!!!.

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  5. Preciosa entrada!
    Curiosamente yo también perdí un año en el instituto... por lo mismo que tú. En la adolescencia tuve un par de años en los que tuve estados depresivos, cosa que ahora me parece muuuuy lejano!
    Yo creo que la adolescencia es esa parte de la vida más complicada, estás creciendo, te estás creando, tienes que salir adelante sin la ayuda de tus padres (ayuda física, en momentos difíciles). Yo soy la pequeña de tres hermanos y ellos en el cole siempre me consintieron mucho!!! ;)
    Una vez en el instituto sola, tuve que espavilarme, y vaya si lo hice!!! Ahora en casi todas las ocasiones el rol de 'hermamana mayor' lo tengo yo, y me encanta!!
    He aprendido a valorar los pequeños momentos, y es que soy feliz mirando desde mi terraza como se va el sol, escuchando las ranas croar, respirando mientras pienso en los míos en cuanto los quiero. Y dando gracias por poder compartir mi vida con ellos.
    YO no soy mamá, espero serlo algún día, pero siempre he dicho que soy un poco mami con los míos. Un día ya os contaré esta faceta mía!!!
    Carmen, es un placer leer estas palabras un Martes a las 10 de la mañana, me has llenado el día de buen rollo nena!!!
    Besooooooooos para tí y para tu tesoro!!!
    Eli

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    1. Lo que estás contando lo transmites cada día en tu blog, por eso me gusta tanto. Se te nota feliz por las pequeñas cosas y eso me encanta y se te ve mami total sin serlo "de verdad"
      Muuuuuaccccc

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  6. Benditas locas las que nos perdemos en la maternidad y no volvemos a ser las mismas!!!!!que bien escribes y reflejas tus sentimientos,tus recuerdos... Tus palabras huelen a hogar dulce y cálido,que suerte tiene tu niño de tener una mamá como tú. Que alegría saber que en el mundo hay gente como tú,haciendo una revolución maternal y cálida.

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    1. Ay Amabril, que me emocinas!!! quiero conocerte, que estamos muy cerca!!!!!
      Un abrazo emocionado

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  7. Hoy soy yo la que me identifico cien por cien con lo que has escrito.
    Ser madre también me ha llevado a una dimensión más plena de mi existencia; echo la vista atrás, pienso en estos últimos añitos y todo está lleno de momentos fantásticos al lado de mi niño, mi Mr. X,...Y no es que antes no los hubiera, es que ahora se han multiplicado :)
    Genial idea la del diario.
    Un besote gordo!

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  8. Ay, no sé si es casualidad pero siempre consigues emocionarme. No dejo de pensar si llegará el día en que yo pueda sentir también todas esas cosas maravillosas que me encanta leer de las que sois felices mamás.
    Por cierto, felicidades con un día de retraso, llevaba un montón de días pensando en que te tenía que felicitar y justo llegó el día y no pude :(
    Un besito, guapa.

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    1. Si tiene que llegar llegará y si no...tienes amor de sobra para compartir y ser y hacer feliz
      Un abrazo

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  9. Qué hermoso! esta entrada está llena de poesía...
    La vida es complicada muchas veces pero hemos de saber encontrar la felicidad en lo que nos rodea, y la maternidad contribuye mucho a ello, nuestros hijos son erfectos y preciosos! pero también de la maternidad emanan sentimientos de nostalgia al notar tan rápido el paso del tiempo, y es que quizás no hay felicidad completa sin ese otro lado más oscuro...
    Un abrazo!

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    1. Qué cierto lo que dices María. La nostalgia me embarga últimamente más que de costumbre, pero oye, haber pasado de la depresión a la nostalgia es un gran logro.
      Un beso

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  10. Para mi es justo lo que has respondido por ahí arriba. El hacer que quieras ser mejor persona... Tiene gracias porque hace poco que he utilizado esa misma frase

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  11. Me ha encantado la entrada.
    Yo he pasado por momentos de mi vida en la que no la valoraba, me costaba hacerlo, uno de los motivos por los que nunca quise tener hijos.
    Sin embargo, mira tu por donde, ahora mi hija es quien me enseña a ver todos esos detalles que hacen la vida tan bella. Es increible como te puede cambiar no sólo la vida, sino cómo cambios nosotras como personas. Lo has definido a la perfección, una versión mejorada.
    Un abrazo

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  12. uufff... me he emocionado muchísimo! siento lo mismo que tú.
    Aveces pienso.. que llueva, nieve, truene, que me pase lo que sea ( a mi claro), pero teniéndolos a ellos seré feliz para siempre!!

    felicidades por esos sentimientos, y por reflejarlos así de bien

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