Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...

29 de julio de 2012

¿Cómo he podido hacer esto?

Lágrimas de Vireta
No puedo sentirme peor de lo que me siento, no sé cómo he podido hacer lo que he hecho, cómo no he podido controlarme.

Le he dado a David un cachete en el culo, eso es malo, muy malo, pero más malo aún es que se lo he dado con rabia, por venganza, para que le doliera físicamente. Lo hice porque él me estaba pegando, fué casi una reacción animal, de defensa ante una agresión externa. No es una justificación, no la tengo. 
En ese mismo instante me he arrepentido y he roto a llorar tanto como él lo estaba haciendo, pero ya no podía dar marcha atrás y borrarlo. El daño ya estaba hecho.
Daño a él como persona en crecimiento, indefensa, a mi misma, a nuestra relación, porque aunque él por lo visto a la media hora ya no se acordaba yo no puedo olvidarlo.

No escribo esto para que nadie me diga que no es tan grave, que somos humanos y como tal imperfectas. Sé y asumo que no soy perfecta, todo lo contrario, sé y asumo que soy humana, que puedo tener y tengo debilidades, pero sí es tan grave.

La mejor forma de enseñar es con el ejemplo, entonces ¿qué le he enseñado? Por lo menos a pedir perdón de corazón, a ser plenamente consciente de mis actos y a tener la certeza absoluta (sí, absoluta) de que nunca, jamás, volveré a hacerlo. ¿Como puede ser esa la fórmula para algunos? No lo entiendo.

Me paso el día recordándole que pegar está mal, que eso no se hace, que hace daño, duele, y hace que los demás se pongan tristes. Que cuando le entren ganas de pegar tienes que esperar a que se le pasen o dar un abrazo y un beso muy fuerte...y yo, en vez de hacer eso que tanto predico...

En el mismo momento en el que lo hice ambos rompimos a llorar, el por la sorpresa y por el dolor, porque sí, le tuvo que doler, le dí para que le doliera, me duele a mi aún. Yo por ser consciente, por no haber sido capaz de no hacerlo. Lo abracé y lo abracé mientras llorábamos, le pedí perdón una y mil veces, llorando me decía que sí, que me perdonaba y era de verdad, me perdonaba de verdad. Llorando le di el pecho, como una forma de redención, repitiéndole convencida que nunca volvería a hacerlo. Explicándole que me había equivocado, que había obrado mal. Por lo menos para eso sirvió, para explicarle con el ejemplo que yo también me equivoco, que también cometo errores y que cuando es así también soy capaz de reconocerlo y de pedir perdón.

Al poco tiempo seguimos jugando como si nada, como si nada él, porque a mi me embargaba la tristeza, la vergüenza y la decepción conmigo misma.

Nada más llegar su padre me lo llevé aparte y se lo conté y lloré y lloré de nuevo. Le pedí que le preguntara a  él y que también le contara su versión.

¿Como has pasado la mañana con mamá, te has divertido?
Si, hemos hecho...(relato de la mañana)
¿Te has portado bien?
Si (con cara de convencimiento)
¿No has pegado?
No
¿No?
Bueno sí, le he pegado a mamá y ella me ha pegado a mi (con la más absoluta normalidad) así pum en el culo
Ahh! ¿y eso está mal verdad? Eso no se hace ¿verdad?
Si, eso está mal. Mamá, ¡no se pega!

Ni una hora había pasado y ya lo había relativizado y casi olvidado. Yo no puedo, cada vez que lo cambio de ropa, que juego con el al pillar, que le hago cosquillas, que lo acomodo en el pecho que lo cojo en brazos...cada vez que mi mano está cerca de su el culete, no puedo dejar de pensarlo, parece que tocarlo me quema por dentro porque me hace recordar lo que hice.

No me lleva a ninguna parte, sólo a que se grave en mi mente y en mi corazón todavía más fuerte.
PEGAR NO ES UNA FORMA DE EDUCAR








30 comentarios:

  1. Lo siento muchísimo, a mi el otro día me pasó lo mismo y me sentí horriblemente mal, fue como si destruyese en un momento todo lo que habíamos construído, me sentí decepcionada conmigo misma por no haber sido capaz de hacer otra cosa, porque yo había prometido que nunca iba a hacerlo. Le pedí perdón y se que a él se le ha olvidado, pero a mi no, y espero que no se me olvide nunca para no volver a hacerlo.
    Besos!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Me entiendes entonces, no puedo olvidarlo para no repetirlo.
      Un beso!

      Eliminar
  2. Ay Carmen.... no sé qué decirte Guapa. Sea como sea te tienes que perdonar, ya sabes, somos humanas y por tanto, torpes y tenemos momentos en que nos cuesta controlarnos. Yo también he "pecado" y tras esto me he sentido la persona y la madre más miserable del mundo, he llorado a moco tendido y me he dicho una y mil y un millón de veces que ejemplo le acababa de dar, tras abrazarme a él y no querer soltare repitiéndole sin cesar lo siento, no se hace, lo siento muchísimo, perdóname, y así hasta la saciedad (si es que puedes saciarte de pedir perdón a la personita a la que has hecho daño).

    Recibe un ENORME, ENORME ABRAZO!!!! y perdónate!!!!.

    MUCHOS BESOTES!!!!!!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¿tu te has perdonado? ojalá, yo todavía no puedo :( quizás en unos días...
      Muac

      Eliminar
  3. No te martirices. Has aprendido. Nosotras también tenemos derecho a crecer. :) Ánimo
    @casquecla

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Me ha gustado eso de crecer, así me siento, creciendo con él. Gracias

      Eliminar
  4. no hay mal que por bien no venga?? el niño ha aprendido y tu más. No le des más vueltas.
    un beso!! y como ya te han dicho...perdonate!!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Como bien dices, hemos aprendido ambos. De algo a servido
      Un beso y gracias

      Eliminar
  5. Ai que he llorado leyéndote. Yo tb soy culpable de haber pegado a mi niña. Tú castigo serás tu misma. Yo aún no me he perdonado y aún cuando le he pedido perdón y le he explicado que estaba muy nerviosa y he perdido los papeles y que no debí hacerlo... Peor me seguía sintiendo,más monstruo por no haber hecho lo que tanto predico. Me frustra que me haya vencido mi legado materno y de ahí de luchar contra eso mismo encuentro las fuerzas para cambiar mis alternativas cuando estoy tensa cansada y con dos peques estirando mi paciencia al límite. Ellos no tienen la culpa de estar en prácticas en el mundo en el que viven ni de nuestro bagaje... Cambiar lo establecido no es fácil por eso somos madres en lucha. Madres en revolución. Seguro que sacarás algo de todo esto. Sin necesidad de ver ni de oír nada de nadie. Castigate,quemate y resurge de las cenizas del cambio. Al menos que sepas que no estás sola. Ni nadie dijo que sería fácil!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Me entiendes también tú, entiendes lo difícil de perdonarse.
      Madres en revolución, sí, lo somos :)
      Un abrazo

      Eliminar
  6. A mí me ha costado que no se me faltaran las lágrimas. Me he visto muy reflejada porque aunque nunca le he pegado me da miedo que las tortas recibidas resurjan en un momento de enfado. No se puede cambiar el pasado pero podemos aprender de él y mejorar en él futuro. Eres una madre maravillosa Carmen y, aunque te sientes fatal ahora mismo, sé que encontrarás la forma de perdonarte y de aprender de lo ocurrido.
    Un abrazo con todo mi corazón

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias preciosa, un abrazo fuerte a ti también.
      Sé mejor que yo, lucha más y no lo hagas nunca, no sabes lo mal que se pasa

      Eliminar
  7. Ains te entiendo perfectamente. Estoy de acuerdo en que no es una forma de educar pero si es una forma de educar como te has comportado después, explicándole que te has equivocado, mostrándole tus lágrimas de debilidad, de dolor y entendiendo que todos cometemos errores y que es bueno pedir perdón para seguir continuando. Me parece que el peque ha entendido muchas cosas con esa actitud. No te sientas mal, mucho ánimo guapa

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias Rocío, sí, por lo menos a servido para eso, para que vea que todos comentemos errores y que tenemos también que aprender a pedir perdón.
      Un beso

      Eliminar
  8. Carmen, te aseguro que a tu hijo esto que a ti te entristece tanto en pocos días se le habrá olvidado. Yo tengo un hijo de 14 años y una niña de dos. Alguna vez, cuando Pablo era pequeño, le di un guantazo en el culete. Por supuesto me arrepentí al segundo, me disculpe y no volvió a pasar. Ahora algunas veces me pregunta ¿mamá tu me has pegado alguna vez?
    No se acuerda.
    Irene es más traviesa que Pablo pero, será la edad, la paciencia aun gana la batalla a esa mano que se escapa.
    Irene nació de parto natural, sin epidural. Cuando después del parto daba las gracias a la matrona por su ayuda y me disculpaba por haber sido tan gritona, ella me dijo: "no te juzgues tan duramente porque quien es muy dura consigo misma también lo será con los demás".
    Así que ya te digo, perdónate a ti misma y te será más fácil disculparle a él cuando algún día te haga una trastada; que seguro que te la hará. Es un niño.
    Ánimo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Ohh! Cinta, preciosas tus palabras, tengo que escribirlas en algún lugar para no olvidarlas. Infinitas gracias

      Eliminar
  9. Lo importante es que has reaccionado, has aprendido y tu misma has sido consciente de los sucedido. El peque no se acordará. Otra persona no le habría dado importancia y lo habría repetido, pero tu si le has dado importancia y has recapacitado, eso es lo que deber valorar.

    ResponderEliminar
  10. Que reflejada me he sentido con tus palabras...alguna vez se me ha escapado la mano y alguna vez he sentido ganas de hacer daño a Noelia...Se que no está bien e intento no llegar a esa situación, últimamente me cuesta más controlarme (por el cansancio, por haber estado 15 días con mis padres repitiéndome una y otra vez cómo debo educar a mis hijas, porque somos víctimas de una crianza adultocéntrica donde se daban cachetes para educar, etc).
    Cuesta mucho no caer en eso pues lo hemos "mamado", lo tenemos grabado a fuego...
    Lo explica muy bien María Berrozpe en Saltar el río.
    No le des más vueltas, Carmen, se que no es fácil pero la próxima vez que te sientas así seguro que en vez del cachete le das un abrazo o te lo comes a besos.
    Un abrazo muy pero que muy fuerte!!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias Bea! Eso pienso, que jamás volveré a hacerlo, pero sabes...ya no me fio de mi misma

      Eliminar
  11. Me he emocionado leyéndote, porque aunque no me ha pasado en ocasiones he sentido miedo de no poder controlarme, porque realmente me sentía tan frustrada, tan cabreada, que deseaba pegarla.
    Entiendo como te sientes, pero piensa que los dos habéis aprendido mucho por cómo lo habéis solucionado. Además es increíble como lo ha llevado tu niño.
    Un besazo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Sí, el lo ha relativizado mucho más que yo. Supongo que será como esas mujeres maltratadas que no son conscientes de que lo son.
      Un beso

      Eliminar
  12. Yo también me arrepiento de algún momento así...Y se te queda el cuerpo atravesao.
    Un besote gordo.

    ResponderEliminar
  13. Sí, no esta bien pegar, no se debe hacer y menos con el fin de hacer daño. Pero, y ahí va mi reflexión... Yo sí le he dado alguna que otra cachetada a mi Princesa, sin hacerle daño, simplemente el hecho de que deje de hacer lo que está haciendo y se quede petrificada preguntándose ¿qué pasa?. Jamás le he hecho daño a mi hija, y no se me ocurre ni hoy ni creo que se me ocurra el día de mañana (no debemos decir nunca...) pero es una pequeña de 4 años con muchísimo carácter y mal genio, y cuando le da la perreta no escucha ni atiende a razones, y es en el último instante, cuando sé que ya voy a perder los nervios cuando le he soltado el grito de aviso y si aún y así no reacciona (han sido 4 ocasiones contadas)entonces le cayó la cachetada en el culete... No hablo de perretas típicas de los dos años, yo hablo de las perretas que hay a partir de los 3, de las que empiezan a decir a todo que no y a desobedecer las 24 horas del día, esas perretas que hacen que llegues a un estado de nervios descomunal y si encima se les ocurre pegarte.. Ese estado nervioso se tripilica! Estoy de acuerdo en que no es una forma de educar, pero sí una forma de advertir: A ti te gusta que mamá te pegue? Pues a mamá no le gusta que le pegues tu.
    Si en esta vez, que ha sido la primera, no has podido controlar tu fuerza, mi consejo es que no dejes que se te cargue tanto el nerviosismo, no se debe pegar a un hijo pero mucho menos debemos dejarlos que nos peguen a nosotras, es por eso que quizás es mejor un par de cachetadas flojas (en plan: AVISO) que aguantar, aguantar, aguantar hasta que un día petas y le haces daño.
    Un niñ@ de dos años, en plena rabieta no entiende, así que es mejor que se le pase la rabieta y cuando se haya calmado es entonces cuando debemos cogerle y hacerle entender que da igual cómo se ponga, que lo que ha dicho mamá es lo que hay que hacer o que eso no se hace.
    Un niñ@ de tres años ya entiende, tienes plena capacidad de comprensión y sus actuaciones son por actos que quiere y que es consciente de que quizás de esa manera consiga. A partir de esta edad es cuando no se les debe dejar armar lo "cirios" que armaban cuando eran pequeños, y ponerles límites, exigencias y responsabilidades, por supuesto que en su justa medida y sin excederse. Yo con mi pequeña empecé la fase de los 3 años antes de que los cumpliera, dejó de lado las rabietas muy pronto y por su forma de ser, creí necesario empezar a enseñarle otros aspectos, a dejarla ser más autónoma y que aprendiera a ser responsable de sus cosas y sus actos. Ahora tiene más de 4 años, y aún con su genio... es una niña muy buena, responsable, cuidadosa con sus cosas, ordenada, risueña y feliz, tremendamente feliz! (y no me ha dicho nunca nada de los cachetes que en su día se llevó, no le han marcado en su personalidad ni nada de eso!)

    Pues después de todo el rollo... Decirte que sí, está fatal, y más si lo has hecho para hacerle daño, pero él te estaba pegando a ti, así que aunque el medio no fue correcto el fin si lo fue, aprendió a que no debe pegar a mamá y sobretodo a perdonar, que es muy importante.

    Un besazo guapa

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Pues me da que no estoy de acuerdo contigo en muchas cosas. No creo que sea justificable darle un cachete como aviso porque si con eso no se da por avisado, entonces a que recurres? para mi es tan importante el dolor fisico como el emocional, asi que no me vale el darle flojo. creo que no hay que hacerlo ni fuerte no flojo no nada porque extrapolandolo. no me gusta que me pege a mi, el es un niño y no tiene todos los recursos ni capacidades y entiendo que no sea capaz de hacerlo de otro modo que pegando. pero yo como adulto no puedo caer en lo mismo, es un problema mio no daber resolver el conflicto de otro modo. muchad veces antes lo he hecho. esa vez no pude no me controle. pero si yo le pego como aviso ¿que le estoy enseñando? que puede hacerlo pero con control? Ya ves, no pienso como tu y por eso, porque no lo veo aceptable dr ninguna manera, es por lo que me siento asi.

      Eliminar
    2. Pero entonces, ¿desde cuando no se les da cachetadas en el culete a los niñ@s cuando hacen algo mal? Y no por ello mermas su bienestar. Estoy de acuerdo que no estés de acuerdo conmigo, pero ni yo me considero incorrecta ni considero que lo hayas sido tu por darle una cachetada a tu hijo por estar pegándote. Es un niño, pero eso no significan que tengan plena capacidad de conocimiento de sus actos, hoy te dan una patada y mañana Dios sabe qué. Cada peke es un mundo, hay niñ@s que funcionan con "el racó de pensar" que es mandarlos a una silla a que piensen en lo que han hecho, hay que entienden un castigo cara la pared, o mandarlos a su cuarto, una madre sabe como limitar a su hijo, porque hay acciones que debemos limitar. No considero que esté enseñando a mis hijos que pueden pegar con moderación, yo no les he pegado. Sé lo que es vivir en una casa con muchos golpes de por medio, así que por dar dos o tres cachetadas en el culo no considero que esté pegando a mi hija. Se trata de quererles y ser un ejemplo para ellos, pero los padres debemos asumir esa parte de autoridad. A mí con avisarla tres veces me ha bastado, y si no hubiera sido así, jamás hubiera sobrepasado ese límite. Y si mi hijo en vez de tres necesita seis pues así será, si así consigo que crezca como su hermana, una niña ejemplar y para nada maltratada.
      Es lo bueno de los blogs, se intercambian opiniones. No todos somos iguales, y no por eso somos mejor unos que otros. Yo solo quería que entendieras que no eres una mala madre por haberlo hecho, una mala madre es aquella que no cuida y ama a sus hijos, y tu, por lo que te he leído, no eres así!!

      Eliminar
  14. Me está gustando este intercambio de opiniones en tu espacio y en el mismo, no compartimos muchas cosas y compartimos muchas cosas también. Este intercambio me enriquecen. Da gusto hablar así, gracias guapa

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Es cierto, compartimos a muerte unos pensamientos y en otros somos tan dispares... :)
      Te voy a pedir una cosa:
      Yo a veces tengo una forma de decir las cosas q kizas no es la más correcta... aunque lo hago sin darme cuenta es cierto, a veces soy demasiado impulsiva.... Así q si en algún momento d intercambio d opiniones consideras q no he sido dl todo correcta, te pido q me lo transmitas y q n me lo tengas en cuenta, pues es fruto de una parte de mi ser q aun cn todos los años q han pasado, n consigo dominar: mi mal genio ( y mi hija es igual... la q me espera!!)
      Me encanta interactuar contigo Carmen! Yo soy Núria, encantada!

      Eliminar
    2. Un beso, Carmen. Y un abrazo bien grande.

      Eliminar
  15. Aayyyy a veces yo también le he dicho algo en un tono de voz más alto, y casi sin terminar la frase me estaba arrepintiendo... Yo también estoy aprendiendo con él. Todos los días me enseña algo.

    ResponderEliminar