Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...

6 de agosto de 2014

Amamantar un pequeño milagro diario y universal

Continúa la Semana Mundial de la Lactancia Materna también aquí, porque esta es nuestra semana. Lo será mientras sigamos lactando, pero lo será también cuando pasemos esta etapa, porque siempre formará parte de nuestras vidas, de nuestras vivencias. Atesoraremos con cariño esos miles de momentos estos cinco años y cuatro meses en los que permanecimos unidos, nutriéndonos mutuamente. En los que nuestros cuerpos y nuestro corazones se sincronizaban para fundirnos.

Cada vez son más escasos esos momentos, poquito a poco va dejando pasar tomas antes sagradas. No me duele porque lo acepto como lo que es, un proceso natural de maduración. Aunque lo añoraré sin duda, me quedo con todo lo vivido y que aún seguimos viviendo.

Es algo tan maravilloso que no puedo dejar de esbozar una sonrisa siempre que veo un bebé mamando. Me siento feliz porque cada vez encuentro a más mamás amamantando a sus hijos en cualquier parte, o será que las grabo en mi mente. Pero no, estoy convencida de que no, de que algo está cambiando.

Algunos de nuestros días de playa, los pasamos en una "playa hippie" por excelencia. Que le voy a hacer, sin serlo, me gusta mucho ese ambiente. Quizás sea por ese "deje natural" que se respira. No vi a ningún bebé tomando biberón (supongo que los que lo toman lo harán en casa por el engorro que supone), sin embargo si encontré muchos bebés de pecho. Observaba y encontraba señales: aquel niño que sintonizaba la teta de su madre mientras lo llevaba en brazos dando un paseo, el otro que tomaba la teta en la orilla o aquella niña que pedía teta a su madre que trabajaba en un puesto de artesanía. Mi hijo simplemente uno más.

Creo que siempre recordaré esa escena.

Había llamado al pollito para que viera a unos cachorros de unos tres meses mamando. Su madre acababa de llegar de la playa (la habíamos visto antes por allí) y se habían abalanzado sobre ella, mamando allí de pie. Algo tan sencillo era a la vez algo sorprendente, porque que poco acostumbrados estamos a ver animales amamantando a sus crías, más allá de los primeros días d vida, con esa manía nuestra de separarlos pronto. Alrededor de esa simple perrita nos reunimos en un momento un buen grupo de personas sólo para ver cómo mamaban los perritos. Todos mirábamos sonriendo, con carillas un poco bobas, como si estuviéramos observando un bonito milagro y así era en realidad. ¿No lo es toda la vida?

A unos pocos metros estaba rodando por el suelo una niña de unos tres años jugando; en un segundo se puso de pie y a la voz de "teta" se acercó a su madre sentada en un taburete. Ella simplemente, se bajó el escote de la camiseta sacando la teta y la pequeña mamó allí de pié, un chupito no más y reanudó su juego. Exactamente igual que habían hecho los perritos un par de minutos antes.

Y esos hechos tan sencillos, me llenaron de vida.





5 comentarios:

  1. Precioso, de verdad... Tu post, no sé por qué, me ha puesto los pelos de punta... Qué bonitos momentos.

    Un abrazo grande y que te duren mucho esos maravillosos momentos, aunque como bien dices, se quedarán con vosotros para toda la vida.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Imagino Mamá Burbujita que cada uno se sensibiliza con los temas que le pillan más cerca y este ya sabes que nos toca mucho.
      Espero que no se vayan diluyendo demasiado con el paso del tiempo.
      Un beso bonita

      Eliminar
  2. Yo también veo a más mujeres amamantar, y de la forma natural que dices... A mí también se me planta una sonrisa en los labios... :)
    Muas!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Sabes qué Mo, que cuando veo a una mamá dando biberón, que no se porqué pero últimamente no veo muchas, también se pone la misma sonrisa ;)
      Besos de tules, blanco y radiantes jajajajaja

      Eliminar
    2. Pues sí, en realidad a mi me ocurre lo mismo, jejejeje...
      <3

      Eliminar