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22 de marzo de 2012

Un día raro

Hoy es un día raro.

Muchas cosas distintas pasan por mi mente.

David se ha despertado con la palabra "tetita", como siempre. Reclamando mi pecho, mi calor, mi contacto. ¡Qué dulce manera de empezar el día!

Salgo a la calle. La mañana está brillante, llena de luz, pero hace frío, más del que esperaba.

Con el peque en la guarde voy a hacerme una analítica rutinaria. Allí me veo sentada entre ancianos. Yo con el bolso en mi regazo, las manos juntas y mis pulgares moviéndose en círculos uno sobre otro. Eso me hace recordar a mi abuela. Recuerdo que me contó que cuando estaba embarazada y su vientre crecía, sentía vergüenza de ese vientre abultado, lleno de vida y se cubría con el bolso. Qué extraña educación recibió. ¡Cómo sentir vergüenza por estar colmada de otro ser!. Y eso de las manos. Un gesto suyo de siempre. Es curioso cómo sin darnos cuenta nos vamos pareciendo más y más a los nuestros.

De paso visito a un pequeño enfermo de 8 meses. Ingresado por otitis aguda y mocos en los pulmones. Antibióticos por vena, aerosoles cada 6 horas... No es la primera vez sino una de tantas. Es curioso pero no conozco ningún niño "de teta" con esos problemas de salud, no digo que no los haya, sólo que yo no los conozco. Me alegro, como siempre, de amamantar a mi niño, siempre ha sido un niño sano. Allí está el pequeño paciente, sonriendo, feliz por tener a sus padres junto a él día y noche desde hace dos días. Porque esto no es lo normal. A sus padres los ve poco, los disfruta poco. Parece hasta feliz de estar enfermo, "por suerte" podrá disfrutarlos al menos un día más.

Pasa a verlo el pediatra y salgo espero en la puerta. Es la planta de maternidad. Es la misma Clínica donde tuve a David. Pasa una pareja, vienen a monitores. Falta poquito para tener a su bebé con ellos. Me emociono. Recuerdo cuando éramos nosotros lo que estábamos así. No lo supe valorar entonces. No sabía que después de eso cambiaría todo tanto. Si se pudiera volver atrás lo viviría todo de otra forma, con más intensidad.

El pediatra sale. Tendrán que estar al menos un día más. La mamá sólo tiene tres días de "vacaciones" en el trabajo. Mañana debe volver. El papá tiene cuatro. Mañana que me quiten el día, no pienso ir a trabajar, dice la mami, a pesar de tener allí una situación complicada. ¿No puedes ir y quedarse el papá con el peque que si tiene el día y ya es Viernes? Al fin y al cabo son sólo tres horas. Ni pensarlo. ¿Por que las madres nos creemos a veces tan imprescindibles? Nos nos parecería nada raro que el papá se fuera a trabajar esas tres horas dejándonos con el bebé en el hospital. Lo sé, lo hacemos porque queremos estar con nuestro pequeño, ¿con quien mejor que con nosotras? Con su papá quizás. Como decía mi amiga María: nos cuesta dar un paso atrás y ceder nuestro sitio, cuando en realidad no hay sitio que ceder porque es un asiento doble. Nosotras mismas ponemos trabas a esa igualdad y conciliación que tanto anhelamos.

Esta tarde es la conferencia de Carlos González. Con la ilusión que me hacía, ahora no sé si me apetece ir. Me perderé la siesta con David. No la mía sino la suya, esa larga siesta prendido a mi pecho. Qué placer sentirlo respirar tranquilo, seguro, feliz. Pero bueno, la dormirá con su padre y el podrá sentirlo respirar tranquilo, seguro, feliz.

No estoy muy bien físicamente, nada serio pero no me siento muy bien. Supongo que influye el ánimo. Se influyen mutuamente.

Tengo tantas cosas en mi mente, tantas cosas por hacer...pero me siento incapaz de darle forma a nada.

Hoy es un día raro.


15 comentarios:

  1. Los días raros también son necesarios, nos ayudan a equilibrar. Ánimo con el tuyo, hasta estos días tienen sus momentos de refugio y eso los hace más llevaderos. El mío, ahora que aún somos solo dos (y nuestro perrito querido) es la hora de la cena, acurrucados en el sofá, viendo una serie y haciendo ganchillo, juntos y tranquilos, con Byron dormido a nuestros pies, esos momentos hacen bonitos hasta los días raros ;)
    Un abrazo muy grande guapa. Preciosa reseña la de hoy.

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    1. Gracias María. Ya sabía yo que esto hoy era inevitable y tu comentario ha sido el detonante. Ya estoy llorando a moco tendido. Lo necesito. Un poco de desahogo nunca viene mal. ¡Dichosas hormonas!

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    2. ¡Ay! ¡Yo no quería hacerte llorar! Pero te entiendo, a veces solo hace falta un empujoncito, ¿verdad? De todos modos, tú lo has dicho, es bueno desahogarse y si no fuera porque da mucho sueño te diría que es una terapia estupenda, siempre que se tome como eso y no por costumbre. No sé por qué la gente tiene tanto miedo al llanto.
      Espero que las hormonas te den un respiro, con esto de la dieta no sé qué decirte que meriendes... yo estos días todo lo arreglo con leche. ¡La merienda anima mucho!
      Otro súper abrazo, guapa.

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  2. Espero que mejores de salud y de ánimo.
    Un besote fuerte

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  3. Pues yo te he entendido perfectamente preciosa, yo tb tengo esos dias raros, esos dias de vivir en una dimensión paralela, estar triste sin saber por qué... un besito amiga, eres una persona muy especial.

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    1. Yo en realidad si sé por qué, cosas de mujeres, ya sabes. Que conste que aunque tu Jose sea un encanto te echaré de menos hoy

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  4. Es un día raro pero te ha dado paso a hermosas reflexiones.
    Sobre lo que dices yo tampoco conozco a niños de pecho que hayan tenido grandes problemas de salud. Y en cuanto a lo que comentas de que las madres nos creemos imprescindibles, puede que tengas razón pero cuando son tan bebés sí creo que para ellos somos bastante imprescindibles, el amor de madre es algo muy difícil de explicar pero creo que somos las que mejor conocemos a nuestros hijos y sus necesidades aunque siempre pueden existir excepciones, por supuesto.
    Cuídate mucho!

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    1. En realidad si, lo siento por los padres pero ¡donde esté una madre!

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  5. Preciosisisimo post Carmen. Te conozco poco, pero mucho por tus artículos. Tienes una sensibilidad y humor muy especiales. El día pasará y vendrán otros mejores.
    Lo mejor de nuestra vida aún está por ocurrir...

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    1. Ese es mi lema desde hace unos meses, todo pasará, lo bueno y lo malo. Este día raro también pasó, en realidad sólo duró unas horas aunque seguro que vendrán otros días raros, alegres, tristes, maravillosos...

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  6. Pues sí que estamos finas las dos...Espero que te vayas encontrando mejor, vale? Besitos y que mañana sea un día genial. Muas!

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    1. Idem hija, menos mal que con la sonrisa de nuestros peques se olvidan todos los días raros.

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  7. Siento haber venido a conocerte en un día raro, ánimo bonita! A mi los hospitales me ponen muy triste. Me gusta lo del "asiento doble" eso sería lo mas conveniente para los niños mucho tiempo con sus padres, con los dos! Es una pena elegir, y claro, las hormonas tiran mucho y al final las madres queremos estar siempre ahí.
    Un beso! Me ha gustado mucho acercarme por aquí

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    1. Gracias por haber venido a visitarme. Tu espacio es "la mar" de original. Por allí pasaré a menudo, seguro.
      Un beso

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