III Gala Blogosur. La historia de un premio

No se cómo llegué allí, creo recordar que porque vi el barner en algún blog y como soy de las de culo veo culo quiero me apunté. Ahí quedó la cosa. 

Hace unos días me encontré con un mensaje en mi página de Facebook, esa que tanta gente confunde con la gallina que canta y por la que quizás tenga más seguidores de los que me correspondan. Me pedían que me pusiera en contacto con ellos. Me quedé un poco "rallá" cuando la chica del vestido blanco me comunicó que era para invitarme a la III Gala Blogosur, donde se premiaban a los mejores blogeros y tiwteros de Sevilla. Ah, vale, guay. Invitada a una Gala tipo Premios Goya, en el Lope de Vega ¿Cuando me iba yo a ver en otra así? Pues será divertido.

Casi se me pasa ir a recoger nuestras entradas, pero con el corre correo llegué justo a tiempo hasta para terminar la agenda de fin de semana. Sólo una cosita, no podía comentar que estab invitada (creo que no supe leer entre líneas que estaba nominada) Ains Con lo que yo rajo y no poder compartir algo tan divertido. Una gallina en una gala. ¿Donde se ha visto eso?

Media etiqueta. Menos mal que algo me había comprado para feria. Total, que allí nos fuimos mi gallo y yo, dispuestos a pasar una noche entretenida. No voy a negar que estaba nerviosa. Me escamaba un poco que nos hubieran dado pasillo, más aún cuando muchos de los premiados tenían la misma ubicación que nosotros. 

La noche fué pasando entre premios y música, que hiceron que la gala resultara amena, sobre todo por ver las caras de nervios de los premiados. Me encantó que fuera signada, así deberían ser siempre las cosas, accesibles a todos. No me podía reir más con los twits que iban apareciendo en la gran pantalla del teatro. Desde luego la chispa de los tiwteros es envidiable. Esa falda de Alba Molina jajajajaja, lo más

Mamá Convergente me preguntaba por mensaje de face si yo estaba allí y comentábamos porqué no había podido asistir ella a la gala. Temas de conciliación. Me hubiera guatdo conocerla.

Iban pasando las categorías cuando llegamos a los blogs de temática personal, única en la que podía estar englobado mi espacio. Segundo premio, nada, Primer premio ¡¡¡Mamá Convergente!!! Guauuuuu!!!! Nerviosísima y feliz por ella me puse a felicatarla desde todas las redes. Ea, ya podía estar yo tranquila. Ya había pasado todo y no había tenido que subir al escenario. ¡A dios gracias! (que se note que soy de colegio de monjas)

Pues así estaba yo ya metida en mi mundo virtual, sin echarle ni pajolera cuenta a ese hombre del ayuntamiento que estaba hablando de no se qué, cuando anuncian que llega el plato fuerte de la noche, los premios al mejor blog y al mejor tiwtero de Sevilla (y provincia, mire usted). Total, nervios ¿pa qué?. Si lo otro era impensable esto ya era inverosímil. Y yo mascando mi chicle de menta, ya la mar de tranquilita, voy y escucho...La Gallina Pi...oh my good!!!! si hubiera tenido alas de verdad me hubiera escondido en ellas, ¿cómo era eso posible? Ay madre...y tuve que salir allí, delante de tanta gente...no se vía un pijo, todo el teatro a oscuras, y yo sin poder encontrar una cara amiga. Joder que si estaba nerviosa...¡¡¡pero si yo estaba felictando a Mamá Convergente!!! Y con mi chicle en la boca...que mal rato, que nervios, que mal...totalmente sobrepasada. Que oye, que digo yo que eso te lo avisan, y tu te lo preparas, te piensas lo que vas a decir, te tomas un valium, una botella entera de lambrusco, de rioja o de lo que pilles, pero así, en seco y sin anestesia...

Yo allí arriba de escenario... menos mal que el mejor tiwtero es un grande, pero GRANDE con más arte que ná y vino a acaparar todas las miradas. Si que habla bien ese chico y oye, lo guapo que es. Y después la foto con toooooodo el mundo...por cierto, enhorabuena a toooooodos los premiados. 

Pero no señor, ahí no queda todo, cuando ya me excaqueaba, me aborda una chica muy maja para hacerme una entrevista para no se que diario o televiesión o yo que se. Perdóname bonita, pero todavía estaba muy nerviosa. El cámara me pone la petaca detrás del pantalón...tiempo ah, ya en casa descubriré que me había dejado al etiqueta del pantalón ahhhhhhhh ¡¡¡cutrerío total!!! habrá pensado el hombre que todavía tenía intención de devolver el pantalón de 9,95 del H&M. (Si tuviera emoticonos este sería el momento de usarlos)

Mi marío que es "mu apañao" ya ha encontrado el vídeo con mi intevención, y mira tu, para como estaba de nerviosa, no me he visto taaaaaan mal. 

Ahora si, ya en casa, más tranquila...Cualquiera pensará que es falsa molestia, pero al fin y al cabo lo que piense nadie me da igual. Asombrada, agradecida, sobrepasada y orgullosa. Orgullosa de que una simple mamá, que lo único que hace es contar sus cosas, las de su familia, lo que se le pasa por la mente, su forma de enterder la crianza, de cagarla o acertar con su pollito, sus reflexiones, sus locuras...que eso lleve a que tu espacio, donde vuelcas todo tu ser, sea considerado como el mejor blog de tu provincia...buffff, tela telita tela. 

Así que como hacen los actores y actrices...este premio quiero dedicároslo a vosotros, a los que de un modo u otro estáis ahí detrás, como seguidores "oficiales" del blog, a los del reader, a los suscritos (si es que hay alguien), a los de facebook, a los de tiwtter, mi gran olvidado...Pero sobretodo a las personas, no perfiles ni nicks o como se diga, sino a las personas de alma que a través de la pantalla me brindan su amistad, que forman parte de mi vida y me permiten formar parte de la suya. Gracias a mi gallo, compañero sufridor de las vibraciones del móvil a deshora sin el que nada sería posible. Gracias al leid motiv de todo esto, a mi niño, a mi pollito, que con sólo SER me ha hecho crecer como persona al nacer como mamá. Y cómo no, gracias a mi madre, que yo no se si me sigue o no, pero que se que está muy orgullosa.

Ahora sí, hasta mañana

Aquí dejo el vídeo para el recuerdo. Alrededor de las 2:12 minutos me encontraréis

EDITO para añadir que ver la cara de mi pollito diciendo que le encanta mi trofeo y que me lo han dado por ser la mejor mamá, no tiene precio