¡¡Abajo los bizcochos!! ¡¡Arriba las galletas!!

Léase el título del post con tono de grito reivindicativo y es que ayer volví a confirmar porqué decidí abstenerme de la repostería, pasar de mi horno estropeado y no molestarme ni en sustituirlo ni ná, de ná, a pesar de perderme mi riquísimo pollo al horno...todo, todito todo, porque nunca me salían bien los bizcochos. 

Desde siempre he cocinado, toda mi vida, desde muy pequeña, me metía con mi abuela en la cocina y aprendía de ella sus trucos de cocina tradicional. Recuerdo que mi madre hacía un bizcocho de limón, de ese típico con yogurt que estaba de vicio, pero cuando decidí tomar el relevo e intentar hacerlo yo ...una mierda para mi y mi bizcocho. Tanto esfuerzo, tantos ingredientes, tanto tiempo esperando, para ese resultado. En aquel momento lo decidí, la repostería no era para mi. Desde entonces me dediqué a mis galletas rellenas, a la tarta de galletas, flan y chocolate y como mucho a rellenar de flan o chocolate (si, de nuevo) algún bizcocho de esos que te venden como artesanales.

Hace ¿un par de meses? Me reconcilié con el horno gracias a las galletas para el Árbol de los Chupetes, que aunque no nos salieron perfectas fueron un aliciente. Tanto como para reconciliarme con la repostería y rescatar el horno antiguo de una amiga para nuestro uso y disfrute. 

Había sacado de la biblioteca un libro muy chulito de repostería sana para niños. Ahí nos pusimos David y yo casi todos los días ha hacer galletas de distintos tipos, incluso una especie de magdalenas de almendras (de todo debo post compartiendo recetas), todo fácil, rico y con excelentes resultados. David, cansado de galletas, quería hacer un bizcocho. Había visto en el libro, la receta de un bizcocho de plátanos y yo tenía tres medio pochos. Con todos los ingredientes en casa, nos pusimos manos a la obra.

Seguí las instrucciones "tal cual". Mezclé todos los ingredientes primero a mano y después con la barilla normal (la de cuchillas) de la batidora, añadí las pasas y lo vertí todo en un molde de silicona de esos rectangulares.
Precalenté el horno (a máxima potencia ayyy madre...¿primer error?) y antes de meter el bizcocho lo bajé a un pelín más de 170º (no es muy exacta la ruedita), con el calor por encima y por abajo (Quizás segundo error). Coloqué la bandeja algo por debajo de la mitad. Puse un temporizador a 45 minutos, tiempo aproximado que decía la receta. 

Madre de la impaciencia que soy, no se cuanto tiempo habría pasado cuando abrí el horno y es que uno de mis mayores defectos es la impaciencia, me moría por ver si eso iba subiendo y con el cristal por delante no veía ni un pijo. ¿Cuantas veces abrí el horno? Nadie lo sabe, incluso lo saqué del horno jajajjjaajaja. Lo cierto es que pasada una media hora, a falta teórica de un cuarto para terminarse, eso estaba totalmente líquido por dentro, metía el palito y era una papucha. Decidí bajarle la temperatura a menos de 170º. Al cabo de lo que me parecieron dos años noté que la parte superior estaba adquiriendo un bonito color dorado, así que coloqué la bandeja más abajo. Y seguimos esperando tic, tac, tic, tac seguía líquido y cada vez más doradito, la mar de mono, se había abierto por encima y tenía un aspecto de lo más apetecible. Para mitigar algo del calor superior no se me ocurrió quitárselo, sino ponerle encima un papel de aluminio (después me he enterado que eso es un truquito). Al cabo de un rato comenzó a oler a quemado, pero por arriba no era, así que tuve que asumir lo obvio, se estaba quemando por debajo, pero ¡¡¡¡¡seguía sin estar cuajado del todo!!!!!. Me desesperé, era tarde, apagué el horno y me fuí. Al día siguiente este era el resultado.

Completamente quemado por abajo (eso lo eliminé cortándolo y con el se fueron las pasas), "desinflao" y "amasacotao" y casi crudo por dentro, eso si, de sabor muy bueno :DDDDD

He pedido ayuda en Face a las amigas reposteras, aquí dejo los apuntes, para otra vez, o para otra persona, vete tu a saber si hay por aquí alguien tan negada para esto como yo

Me han pedido que ponga la foto del horno, entiendo que de los mandos porque del horno por dentro ¿para qué? Ahí va, aunque se cargue la preciosa estética del post

El próximo día unas de las galletas, veréis que bien me sale eso 

PD: Gracias a montones a todas las que me habéis aconsejado. Nu, Rocío, Geli, Melymel..., Inma, Marián, Bego, Anabella, Mericita, Eli y María José. Prometo cuando me salga decíroslo para que os sintáis orgullosas de la alumna

Y con esta mierda de bizcocho, participo en el Concurso de Recetas de invierno de Tres amores y un montón de aficiones