¡Vamos a la playa! oh, oooh, oh!

Ya estamos todos loquitos por irnos a la playa, La Gallina Pintadita con su gallo y su pollito, la primera.

Cuando tenemos niños pequeños eso de ir a la playa se disfruta de otra manera. Puede incluso que lo que pretendía ser un día de relax termine siendo una extresante jornada de trabajo. Vaya, lo digo porque hay que tener en cuenta mil historias y tener mil no, si no, un millón de ojos con ellos. Y es que parece que no hay cosa más estimulante para ellos que ese maravilloso espacio lleno de sensaciones. ¡¿   Es que estos niños nunca se cansan.?!

El post de hoy va dedicado a hacer un resumen de las consideraciones que tenemos que tener en cuenta para pasar un día sin incidentes y poder disfrutar al máximo pero también con todo el cuidado que ellos necesitan.

Muchas de las cosas os parecerán obvias, otras dífíciles de cumplir y otras quizás no se os habían ocurrido, pero creo que vale la pena dedicar un ratillo a refrescar la mente.

Así que comenzamos:

- Los bebés de menos de 6 meses no deberían ir a la playa. Los efectos del sol son dañinos para su piel y qué decir de sus ojitos. Esta es la teoría y nosotros la incumplimos los primeros, lo llevamos con tres meses y la verdad es que con mucho cuidadito pero sin problemas.

- Hay que aplicar crema protectora específica para niños, con el máximo factor de protección. Siempre una media hora antes de bajar a la playa y porTODO EL CUERPO: orejas, también detrás de ellas,  cabeza con pelo y todo, empeine...Y renovar la aplicación cada hora y cada vez que se bañen. También si sólo vais a dar un paseo aunque sea por la ciudad o el paseo marítimo...y aunque esteis a la sombra.

- Ponerles siempre un gorrito y gafas de sol. Es curioso ver a todos los adultos son sus gafas de sol en cuanto a parece un rayito (también en invierno) y a los niños, que tienen los ojos más delicados, sin ellas.  Puede parecer una lucha que se los dejen puesto, pero al final se acostumbran.

- Mantenerlos el mayor tiempo posible debajo de la sombrilla, pero con protección, ¡qué pesada!, pero es que las sombrillas no filtran los rayos solares perjudiciales además no impiden los rayos reflejados por la arena y el agua

- Si están jugando al sol, mejor con camiseta y si es de mangas largas mejor. Si se moja la ropa pues nada, ya se cambiará, pero estarán más protegidos.

- Ofrecerles muchos líquidos fresquitos (agua y zumos mejor que refrescos) y fruta. El mio se tomaba un aperitivo a medio día y una merienda la mar de sana: picotas, melocotón, fresas... que yo le iba dando como a un pajarito y ni se enteraba jugando. 

- Indispensable un pequeño BOTIQUÍN con: algo para los golpes del tipo Arnidol stick. monodosis de suero fisiológico, para lavar los ojos en caso de que le entre arena o cualquier elemento extraño, algo para las picaduras de insectos, como After Bite (todavía me acuerdo que a mi hijo le picó una avispa en la playa y si no llega a ser por una amiga precavida...desde entonces no me falta).

- Es bueno, siempre que se pueda, que los adultos establezcan turnos para estar pendientes de los niños, así uno puede descansar mientras el otro está alerta, dejando claro quien es el responsable en cada momento, para que no sucedan cosas del tipo: ¿Donde está el niño?. Ah, no se, ¿no estaba contigo?. No, yo creí que estaba contigo... Pánico general.

- Cuidadito con el mar que es traicionero. Nada de flotadores ni colchonetas si están solos. Y ojo, que con la crema los niños son como pescados, de lo más resbalosos.

- No pasaros llevando juguetes, con un juego de cubo, pala, rastrillo y algún molde va que chuta, que después que le gustan más los de los otros niños.

- No olvideis llevar varias mudas para el niño y la mosquitera para el carro para que puedan echarse una siestecilla sin que los molesten los bichillos y si la zona es de mosquitos venden en las farmacias unas pegatinas repelentes que van geniales. Ahh! y la sombrilla del carro también.

- Por lo demás una ducha fresquita al llegar a casa y una buena dosis de crema hidratante, una comida ligerita y a dormir. Y ahora sí, los papis a descansar y disfrutar recordando el maravilloso día que han pasado sus hijos.