Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...

27 de junio de 2011

Declaración de intenciones: sueño y colecho

Ya os he hablado de nuestra postura respecto a la crianza con apego y la lactancia y creo que para muchas familias que siguen esta manera de criar a sus hijos también son partidarios del colecho. 

El colecho no es ni más ni menos que dormir con nuestro hijos o más bien que ellos duerman con nosotros. Puede ser en nuestra misma cama, en una cuna especialmente diseñada para ello o en una cuna convencional quitándole uno de los laterales o también uniendo a la cama de matrimonio una individual.

Respecto al sueño de los niños mucho se ha escrito y se escribirá y como en casi todo hay dos posturas encontradas y muy bien definidas, cada una de ellas con sus seguidores.
Como ya comenté yo en principio era de las del Método Estivil, que durmiera solito en su cuarto desde muy pequeño, pero cuando lo leí mi mente dió un giro de trescientos treinta grados. ¿Cómo íbamos a dejar a nuestro hijo sufrir, llorar hasta incluso vomitar? ¿Cómo íbamos nosotros a dormir juntitos y él, un ser pequeño e indefenso iba a hacerlo lejos de nosotros? ¿a quién quería engañar, si dejábamos que mi pastor alemán de treinta kilos durmiera en los piés de nuestra cama, no haríamos lo mismo con nuestro bebé?

Primero porque comía a cada rato durante la noche, después porque sufría lo que nos dijeron se llamaba "el síndrome de la cuna de pinchos", que no era otra cosa que cada vez que íbamos a dejarlo en la cuna se ponía a llorar como un energúmeno. Más tarde porque la lactancia se estableció definitivamente en nuestra vidas (para quedarse) y colechando es más cómodo. Lo cierto es que el peque terminó durmiendo en nuestra cama. Al principio no toda la noche, sino desde que se despertaba para la primera toma. Entre despertarme yo y levantarme a darle el pecho y meterlo en la cama y seguir durmiendo plácidamente está claro. El peque, a la cama.
Por díos, qué cosa más cómoda. Es que ni te enteras de si se ha despertado para mamar o no. Es como cuando estás dormido y bebés agua que dejaste en la mesita de noche. No eres consciente de que lo hiciste porque el despertar fue tan corto que no fue ni un despertar propiamente dicho.
Os puedo decir que desde que lo metimos en la cama no ha vuelto a llorar ni una sólo vez para dormirse ni se ha depertadollorando
David ahora pide agua algunas veces y ya os digo que ni se despierta realmente porque su padre y  yo estamos muy cerca para darséla y cuando termina de beber: Mamáaaa, tetita buena. Y a seguir durmiendo.
Hace unos días que se despierta pidiendo pipí y allá vamos él y yo al baño rapidito, porque el papi ni se entera.

Y los despertares son maravillosos. Se estira un poquito y: Mamáaaa, tetita. Mientras toma concienca del mundo. Acontinuación se gira para abrazar a su papi y si no está pregunta por él: ¿Y papá?. Si está en casa lo llama y cuando llega le dice: Papá, tetita buena de mamá. Y ya empezamos a remolonear y jugar los tres, más o menos tiempo, dependiendo de la prisa por levantarnos.

Cierto es que esto es muy fácil porque sólo tenemos a David y se complica un poco cuando hay más peques en la familia. Conozco algunas, con y sin lactancia, con por lo menos un par de niños de distintas edades que todos duermen juntos, y no por razones de espacio sino porque les gusta, pero también es verdad que ambos padres tienen que estar cómodos con esa situación. También sé de madres que quieren continuar colechando con sus hijos y facilitar así la lactancia y padres que las presionan para sacar al peque de la cama. En estas situaciones las madres se ven entre la espada y la pared, es como si tuvieran que elegir entre su pareja y su hijo y eso no crea más que tristeza en ellas.
Afortunadamente no es nuestro caso. Los dos estamos cómodos con el niño en la cama. ¡Qué suerte tenemos!

Cada vez son más los estudios y especialistas que recomiendan esta práctica y quizás también por eso son más las familias que "confiesan" que sus hijos duermen con ellos y es que durante algunos años y todavía, eso de dormir con los niños era de lo peor y quién lo hacía no lo contaba y si hablaba de ello era como intentando justificarlo de todas las formas posibles porque te miraban como ¿¡qué!?. Y claro, quedaba por escuchar: ¡Pues no te va a costar trabajo sacarlo de la cama!.
¡Ai!, ¡que "jartura"! ¿No es mejor que cada familia haga lo que quiera? ¿No es bonito eso?:  Poder decidir cómo criar a nuestros hijos sin tener que sufrir comentarios de desaprobación por parte de quien no piensa como nosotros.

Aquí van un par de videos sobre colecho con imágenes muy tiernas





Os suena la música ¿verdad?

Aquí os dejo también algunos enlaces sobre el tema


No hay comentarios:

Publicar un comentario