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11 de enero de 2016

Plena Navidad, Navidad plena

Si hay algo bueno de no trabajar fuera de casa es poder vivir las vacaciones escolares sin preocuparte de cómo te las arreglarás esos días sin cole; a qué campamento llevarás al niño, con que familiar se quedará. Para nosotros es sencillo, cuando él está de vacaciones se queda en casa, conmigo y nos dedicamos a eso, estar de vacaciones.

Hace poco que han terminado y me cuesta recordar tantas cosas como hemos hecho, tanto como hemos vivido, tanto como hemos disfrutado. Se que al peque también le pasa, es normal, es demasiado, pero no importa, se que queda el poso de las experiencias, de la amistad, de las primeras veces, de las sensaciones, de las tradiciones, de la ilusión, del tiempo juntos. Han sido unos días plenos.

El pistoletazo de salida lo daba Música por juguetes, que aunque era el fin de semana anterior se convertía en el preámbulo perfecto para ir adentrándonos en el ambiente de solidaridad tan propio de estas fechas. Por primera vez en varios años El Gallo pudo acompañarnos. Saludos rápidos a los amigos con los que solemos coincidir en estas cosas, música y buen ambiente, con un solazo primaveral. Me hizo muchísima ilusión ponerle piel y darle un abrazo a Lupe de @gatunayteo. Es genial traspasar la pantalla. Los jardines de Cartuja siempre son un buen lugar para pasar el tiempo y alejarse de los conciertos del patio, recobrar la calma y jugar.

Este año el ayuntamiento había organizado un programa de ocio la mar de curioso y original, #AlumbraSevilla, algo diferente porque no era muy navideño, sino más bien simplemente cultural. Pequeñas pildoritas repartidas por toda la ciudad conseguían que no hubiera aglomeraciones a la par que te permitían disfrutar de muchas acciones distintas.
Nos fuimos a Delimbo para aprender que lo copos de nieve pueden ser de colores
En el marco de #AlumbraSevilla disfrutamos de un miniespectáculo de acrobacia en una estación de metro, vimos los espectáculos visuales de la Alameda, las Setas y San Telmo, patinaron con música no comercial en un skate park. Teatro A pelo en el Mercado de la Calle Feria, jazz en el Museo de la Cerámica. 




Esos días llegó Mofeti a casa y David la instaló en la caja que nos había mandado Ikea en su campaña "Cocina con el corazón, cocina con la cabeza", invitándonos con un tupper a no desperdiciar los alimentos que nos sobraran estos días de comilonas. Nocilla nos envió un par de packs especiales de de los Reyes, que nos sirvieron para hacer ricos árboles de hojaldre y pasar buenas tardes de merendola con los amigos y Kinder la experiencia de patinar sobre hielo. 


Como el año pasado nos embarcamos en el evento solidario del Árbol de los Chupetes para recoger juguetes para las familias a las que ayuda Radio Ecca. Es un gustazo ver cómo se vuelcan los elfos del árbol, con las nuevas incorporaciones de Marián y Saray que este año, junto a Pilar se curraron unos tallleres creativos con los que disfrutamos casi más los adultos que los niños. Nos sirvió de terapia para olvidarnos del estrés de esos días. Se recogieron muchos más juguetes que el año pasado así que muy, muy, muy contentos. 

Continuamos el día comiendo superbien en El Gato Azul y por la tarde, de los primeros nos embelesamos con la delicia de Les Irréels y su mundo mágico, silencioso, onírico que nos cautivó a todos. Aquí el Pollito y su amiga Abril nos cuentan sus impresiones



No dejamos esos días de visitar algunos de los belenes más típicos, con su botín de globos incluído; ricas meriendas de Ofelia Backery y Virgin Coffe; La ópera con la abuela, Los animales del Alcázar; Recorriemos la ciudad en autobús turístico (y se durmieron). La primera vez patinando sobre hielo, la segunda cambiando ruedas por cuchillas; Los buñuelos con chocolate, los cuentacuentos, la magia, Cortilandia, las sesiones de cine, la visita al parque de bomberos, Papá Noel y los Reyes Magos, la cabalgata, el regalazo de Patio Editorial. Mc Donalds, Al-medina, Casa Salas, La Blanca Paloma, una tapa por aquí, un vinito por allá. Días en casa sin hacer nada. Siesta, teta, lectura...

Le dimos la bienvenida al 2016 rodeados de amigos y aunque casi tenemos un "CanalSur" con las uvas (maldito televisor que se queda pillado) lo pasamos divinamente con nuestra rica cena, los brindis y la juerga discotequera, sólo nos faltaba la bola, apuntado queda para el próximo año, aunque quien sabe, lo mismo no se rodea.



2015 no ha sido para nada un mal año. Yo me he ido desconectando en muchos sentidos, encontrando un equilibrio que necesitaba, cediendo espacio al Gallo según David lo va demandando. Sus necesidades cambian y nos vamos adaptando. Mi madre por fin puede ser una abuela abuela, con tiempo para disfrutar de su nieto. David va madurando, todo es mucho más sencillo ahora. Espero que 2016 nos trate al menos igual de bien. No tengo propósitos, planes, ni expectativas. Que venga lo que tenga que venir, al menos igual de bueno, por favor.

Las imágenes son buenos recuerdos, o más bien buenas excusas para no olvidar. En Instagram hay más #navidad201516enelgallinero



1 comentario:

  1. Empezando sin expectativas, todo lo que llegue para ser disfrutado será bienvenido :)
    Unos días súper bien aprovechados!!!
    Muasss!

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